En las últimas semanas , conforme los efectos del coronavirus comienzan a modificar la vida cotidiana de la población, hemos observado que la pandemia saca a flote las injusticias sociales. Una de ellas es la educación de mercado, donde la suspensión de clases presenciales en la universidad y en los colegios, develan las desigualdades de acceso según la clase social de donde se provenga.
Lunes 6 de abril de 2020
Mientras algunos colegios y universidades han implementado novedosos sistemas de educación online, cifras estiman que cerca del 30% de la juventud no cuenta con acceso a internet regular o equipos de estudio propios que le permitan acceder de manera “equitativa” a los contenidos que los distintos centros educacionales se encuentran entregando. Para qué decir de los profesores y profesoras, muchas de las cuales tampoco cuentan con los medios para impartir de manera regular y con la atención personalizada requerida sus clases.
Esta situación deja al descubierto lo caduco del régimen capitalista y neo liberal, demostrando que la mercantilización de los servicios y nuestros derechos solo sirven para enriquecer a un puñado de empresarios por sobre el bienestar común de las grandes mayorías.
Para la editorial del mercurio de ayer domingo cinco de abril, el paro online no es caduco tanto por la forma, ya quisiera la derecha que la juventud se limitase solo a reclamar por redes sociales, sino también por su contenido. Ante la pandemia y la crisis económica que se avecina la juventud debiera olvidarse de exigir derechos como la educación gratuita para los cuales seguramente no habrá dinero, a diferencia de los bancos dueños del CAE que sin duda recibirán jugosos rescates en esta crisis.
Es por eso que creemos que lo básicos es exigir como respuesta inmediata la suspensión del pago de la matrícula y el arancel, más aún en un contexto de crisis sanitaria mundial donde las carencias sociales provocadas por el endeudamiento han demostrado ser la cruda de realidad de millones de personas, sobre todo de trabajadores, trabajadoras y estudiantes precarizados.
Creemos que a pesar de todos los gatos por liebre que los distintos gobiernos y las direcciones del movimiento estudiantil, (en manos de las juventudes tanto del FA como de la ex NM), nuestro horizonte y descontento siguen intactos; es necesario restablecer un sistema único y público de salud y educación, que evite la especulación con nuestros derechos básicos y que permita el acceso irrestricto de la población a dichos derechos, incorporando un modelo de plena democracia universitaria y escolar, donde las comunidades educativas directa y triestamentalmente puedan definir el curso de sus procesos educativos y condiciones laborales
Nos parece algo mínimo la exigencia de congelar el cobro del CAE, es necesario exigir la condonación de la deuda y la eliminación del sistema crediticio para el ingreso a las universidades, tenemos una rebelión en nuestros cuerpos, ya sabemos que luchando y unidos a los sectores estratégicos de la economía y al pueblo trabajador en su conjunto podemos ir por todo.
Pero no solo el debate ha girado en torno a los problemas materiales que enfrenta la juventud a la hora de acceder a la educación, debate álgido incluso en tiempos normales, sino de que manera se puede enfrentar esta situación. La Confech a instancia de la FECH ha ensayado el método de los paros online, que ha sido criticado, e incluso ridiculizado por medios como el mercurio, pero que ha sido replicado no solo en la Universidad de Chile sino también en varias universidades privadas que han intentado aprovecharse del pánico despidiendo funcionarios o subiendo sus aranceles, lo que ha generalizado la medida, pese a que el gobierno y las universidades se han apresurado a buscar calmar las aguas entregando conseciones a las demandas de los jóvenes.
Y ahora es cuando tenemos que salir a demostrar todo la experiencia acumulada en todos los meses de rebelión, no podemos aceptar pasivamente que el Rector de nuestra universidad el señor Vivaldi se siente en la mesa social del gobierno asesino de Piñera a respaldar las medidas absolutamente insuficiente y represivas del "honorable" presidente y que además la FECH al omitir critica alguna ante esto, termine secundando este tipo de desiciones políticas de las autoridades.
¿Ese será el rol de nuestra universidad?, ¿recubrir de democráticos los toque de queda?, ¿aceptar como medidas eficientes los arriendos millonarios de locales lujosos, mientras en los hospitales públicos funcionarios y funcionarias no tienen mascarillas ni implementos básicos para brindar a la población una atención de calidad?
Necesitamos que los estudiantes de la U.chile se pongan al servicio de combatir esta epidemia, como lo fue en las década del 20 del siglo pasado donde la Fech se fundó poniéndose al servicio de la clase trabajadora y los sectores populares para enfrentar distintas situaciones de crisis social y sanitaria.
Ιωαχειν
Editor y columnista de la Izquierda Diario