Luego del revuelo que generó el anuncio del término de convenio que mantiene en funcionamiento el SAPU Marco Carvajal, en el concejo municipal realizado el día martes, se definió componer una mesa de trabajo para “buscar alternativas de financiamiento y resolver nudos que entrampan el funcionamiento”. Esta mesa estará compuesta por las mismas autoridades que se han mantenido inmóviles frente a las necesidades históricas de las y los trabajadores de la salud.
Sábado 16 de octubre de 2021
Gran revuelo generó en la población, usuarios y trabajadores del servicio de salud el anuncio que hizo la Municipalidad de Arica hace unos días, donde manifestaba a través de un documento el término de convenio que mantiene en funcionamiento el SAPU Marco Carvajal, ubicado en la zona norte de la ciudad, que atiende actualmente a 90.000 usuarios. Situación que expresa el profundo desmantelamiento del sistema de salud público.
Ante la indignación de la comunidad el Alcalde de conjunto a la Dirección Municipal de Salud, salieron a poner paños fríos y manifestaron que todo era parte de una estrategia para presionar al Ministerio de Salud por la construcción de un nuevo SAR en la ciudad, que reemplace al actual SAPU Marco Carvajal. Una maniobra más de las autoridades, que mantiene la confianza o apela a “la buena voluntad” de un gobierno que viene precarizando la salud pública, despidiendo a más de 9.000 trabajadoras y trabajadores de la salud a nivel nacional, poniendo como excusa el fin del Estado de Excepción. Un ataque a la primera línea que enfrentó la pandemia, exponiéndose a contagios y sobrecarga laboral.
¿Y cuando se resuelve el problema de fondo y las condiciones laborales de las y los trabajadores?
Ante el anuncio de las autoridades locales, las y los trabajadores de la salud se opusieron al cierre del SAPU y de alguna forma hicieron pesar su sentir, apoyados por la comunidad. Lo que finalmente hizo retroceder al Municipio en su decisión. Los trabajadores están cansado de que esta situación se repita año a año donde peligran sus puestos de trabajo o se plantea la posibilidad de que funcione solo con trabajadores a honorarios, otra forma de precarización laboral, una de las condiciones de mayor inestabilidad, sin derecho a licencias o seguridad social y que permite que los trabajadores sean desechados como si fueran solo números.
Pero el problema del SAPU Marco Carvajal no se acaba con la decisión de no cerrarlo y ahora que muchas autoridades “descubrieron” cómo funcionaba el Servicio de Urgencia, la pregunta que se abre es ¿En qué condiciones continuarán trabajando las y los trabajadores?. Un SAPU que atiende el triple de usuarios superando considerablemente su capacidad, sus problemas parten desde la infraestructura insuficiente, falta de recursos, donde ellos mismo deben salir a cubrir desde su bolsillo. A esto se suma la persecución, malos tratos y prácticas autoritarias por parte de las direcciones, que incrementan el agobio laboral.
Sabemos que la mesa técnica no traerá respuestas inmediatas y suficientes a los problemas que aquejan hoy a las y los trabajadores, que además está compuesta por quienes persiguen a quienes alzan la voz por mejores condiciones y que son responsables de mantener en total abandono las condiciones de los recintos de salud en la ciudad.
Sin duda esto les dará un momento de calma, donde intentan apaciguar al menos en lo inmediato los ánimos, pero no está cerrado ya que las condiciones de los trabajadores se mantienen y las falencias del sistema público de salud son estructurales, porque lo que es mucho más profundo.
No podemos depositar toda nuestra confianza en mesas de trabajo que buscan discutir por arriba las problemáticas de los trabajadores, son las y los trabajadores quienes deben discutir en asambleas en coordinación con los usuarios, decidiendo por qué luchar y cómo hacerlo.
Que esta lucha en defensa del SAPU sea el puntapié inicial para avanzar en la pelea por todas las demandas de las y los trabajadores de la salud y la población. Ligándose a la pelea nacional por un sistema de salud único, nacional y gestionado por las y los trabajadores que responda a nuestras necesidades, por el fin al trabajo precario e inestable.
En la misma línea las federaciones y asociaciones de salud de la región, han tenido un rol pasivo frente a este conflicto y sobre todo ante el desmantelamiento de los hospitales y de la red de consultorio por parte del gobierno, cuando deberían pelear por defender la salud pública, los puestos de trabajo de quienes están siendo despedidos peleando su reincorporación. Debemos buscar fortalecer la organización apostando a la más amplia unidad de todas y todos los trabajadores de salud de servicios de urgencias, centros de salud familiar, hospital. Cuentan con un enorme reconocimiento del conjunto de la población, sin duda sus exigencias serán acompañadas y defendidas por muchos.
Para que de esta manera, podamos ser una fuerza que ponga fin a los despidos que se vienen dando a nivel nacional, peleando por el paso a planta de todas las y los trabajadores. Debemos ponerle fin al sistema de honorarios, suplencias y subcontrato en hospitales y red de consultorios, para poder conquistar un sistema único de salud pública, sin más subsidios a las clínicas privadas. #NoSomosDesechables.