NEGOCIO IMPERIALISTA EN PALESTINA. El negocio de la ocupación sionista: las 112 empresas que operan en territorios palestinos

Se trata de un informe que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (con 47 países miembros), había solicitado ya en 2016 al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, a cargo de la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet.

Ya el año pasado Bachelet fue criticada por organizaciones internacionales de derechos humanos y por varios de los países miembros del Consejo, porque todavía no hacía público ese listado, es muy probable que por las presiones ejercidas por Estados Unidos y los países europeos que operan en las colonias israelíes.

Finalmente, después de casi 4 años la oficina que dirige, el jueves 13 de febrero lo dio a conocer.

Se trata de 94 empresas israelíes y 18 cuyas sedes centrales están en Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Luxemburgo y Tailandia.

Las más conocidas de esas empresas son Airbnb, el grupo Expedia, TripAdvisor, Alstom, eDreams, Booking.com, General Mills y Motorola Solutions. Como vemos se trata, en su mayoría, de empresas de países imperialistas que continúan embolsando ganancias también en territorios robados a los palestinos por parte de Israel.

En esos territorios ocupados por Israel (140 asentamientos), viven aproximadamente más de 600 mil judíos sionistas. Estas empresas facilitan equipos para la demolición de viviendas, para la construcción de los muros, expansión de esos asentamientos, y también son compañías bancarias y financieras.

Fuente: BBC/B´Tselem

Bachelet se encargó, en el comunicado del organismo que dirige, de aclarar que "el informe deja claro que la referencia a estas entidades comerciales no es, ni pretende ser, un proceso judicial o cuasi judicial".

De esta manera la ONU deja claro que la publicación de este listado no pretende cuestionar la “legalidad” de las compañías, a pesar de ser la misma ONU que en sus resoluciones afirma que los asentamientos israelíes en Cisjordania son ilegales.

Un doble juego que busca eximir a ese organismo internacional de la responsabilidad de que si bien emite esas resoluciones y publica este listado, a los fines prácticos no cambia la realidad del coloniaje del Estado de Israel.

A pesar de esto, la sola publicación del listado de esas empresas provocó la ira del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu que lanzó la advertencia: “quien nos boicotee, será boicoteado”.

El mismo día en que se publicó el listado, el ministro de Relaciones Exteriores del Estado Nacional Judío de Israel, Israel Katz, ordenó la suspensión de relaciones con el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos afirmando que esto iba a favor de la campaña por el Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel (BDS).

También el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, salió en defensa del agente de su país en la región, afirmando que “los intentos de aislar a Israel van en contra de todos nuestros esfuerzos por construir condiciones propicias para las negociaciones israelo-palestinas que conduzcan a una paz integral y duradera”.

Una de las declaraciones más cínicas que se pudieron escuchar, teniendo en cuenta el plan presentado unilateralmente por Donald Trump y Netanyahu, llamado el “acuerdo del siglo”, que no es más que una pretensión de legitimar la anexión por la fuerza de territorio palestino, aumentando en un 30% las tierras en Cisjordania de las que se apropiaría Israel, incluido el Valle de Jordán y Jerusalén este.

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Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina, Riyad Al Maliki, celebró la publicación de la llamada “lista negra de empresas”, y solicitó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que "emitan recomendaciones e instrucciones a estas compañías para que terminen inmediatamente su trabajo en los asentamientos". Cuestión que la misma Bachelet reconoció que no harán.

Este informe objetivamente vuelve a poner en cuestión esos asentamientos ilegales, en momentos en que la región está en constante ebullición política. No solamente por el conflicto de Israel y Palestina, sino también por el que mantiene Estados Unidos con Irán, aunque estas semanas parece haber bajado su intensidad, lo que no quiere decir que no permanece latente.

Recordemos que el 2 de marzo Israel tendrá su tercera elección en un año, por la imposibilidad del propio Netanyahu -con su partido Likud- y también de su principal oponente -Bandera Azul y Blanca, liderado por Benjamín Gantz- de formar gobierno, debido por un lado a las acusaciones de corrupción que pesan sobre el primer ministro, pero también por las exigencias de la ultra derecha, para avanzar en la colonización. Promesas que el derechista líder del Likud hace propias en plena campaña electoral.

A esto hay que sumarle la vuelta de movilizaciones en ciudades como Hebrón y en Gaza, oponiéndose a ese plan humillante para los palestinos, presentado por Donald Trump.