Cantidad incontable de veces vemos a policías parando a pibes y pibas en las plazas, buscando “encontrar algo”, requisando con la violencia que los caracteriza y que tanto usan, intimidando mayormente a gente de barrios de pocos recursos.
Jueves 16 de abril de 2020 16:57
La semana pasada, en plena cuarentena, fué noticia en la provincia de Salta un “importante secuestro de cannabis”, personal de la Comisaria 61, que estuvo a cargo del operativo detuvieron a un chico de 24 años y secuestraron una planta, algunas semillas, filtros, papel e increíblemente la suma de $240.
Claramente la persecución a consumidores de marihuana es cada vez más fuerte y brutal. No parece importarle a la policía, ni al Estado principalmente, su uso medicinal que como se sabe, ayuda a mejorar considerablemente la calidad de vida de personas con distintas enfermedades. Menos aún su uso recreativo, motivo que usan para seguir reprimiendo y metiendo miedo en los barrios, persiguiendo a las y los consumidores aun en época de pandemia.
Actualmente el Estado gasta casi cuarenta millones de dólares en perseguir a quien consuma, dinero que podría ser destinado al personal de salud por ejemplo, que en estos momentos de crisis sanitaria y social, se encuentra cada vez más precarizado.
La policía y los organismos del estado presumen por detener a un pibe y lo acusan de tráfico de drogas, mientras los narcotraficantes hacen sus negocios sin ser molestados. Estos, según el ministerio de seguridad, movilizan más de 22.000 millones de pesos por año, pero igual así elijen perseguir a los consumidores o
cultivadores.
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Por eso, desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad planteamos y presentamos el Proyecto por la Legalización Integral de la marihuana para uso recreativo y medicinal, porque sabemos que la ilegalidad es el negocio de los narcos.
