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Red Internacional
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Vaca Muerta. El neuquino Dario Martínez asumirá como nuevo secretario de Energía

La cartera que dirigía el misionero Lanziani pasará a depender del Ministerio de Economía y tendrá además una sede en el corazón de Vaca Muerta. El Gobierno nacional busca tener mayor control y seguimiento de la cuenca hidrocarburífera.

Lunes 31 de agosto de 2020 09:33

El actual diputado nacional por Neuquén, Darío Martínez, asumirá la semana que viene como el nuevo secretario de Energía de la Nación.

Martínez es actualmente el presidente del Partido Justicialista de la provincia de Neuquén. Fue concejal por la ciudad capital desde 2005 hasta 2013. En el 2011 fue candidato a intendente obteniendo apenas el 7% de los votos.
Como diputado nacional presidió hasta la actualidad la Comisión de Energía y Combustibles del Congreso de la Nación.

En las elecciones del 2019 pujó internamente para ser candidato a gobernador, sin embargo Parrilli se volcó en el armado por Ramón Rioseco, quedando segundo en la fórmula.
Si bien es un soldado de Cristina y tiene muy buen diálogo con Máximo Kirchner, es también, un hombre de confianza de Alberto Fernández quien personalmente le pidió que ocupe el cargo.

¿Un giro en la política energética del Gobierno nacional?

Junto a la designación del neuquino al frente de la Secretaría de Energía, este sábado se oficializó que pasará a depender del Ministerio de Economía y tendrá además una sede en la provincia.

Estos cambios muestran un giro en la política energética del Gobierno nacional y la búsqueda de un mayor control sobre Vaca Muerta, la cuenca hidrocarburífera estrella del país.

Sin embargo, hasta ahora, sólo pudimos escuchar generalidades en boca del flamante secretario: “Coincidimos con el presidente en la necesidad de armonizar los distintos intereses de los actores del sector”; “Somos conscientes plenamente del mandato político y socioeconómico que tenemos”, “Transitaremos el camino del diálogo para potenciar el trabajo conjunto y colectivo tras los objetivos que nos planteamos”.

Más allá de estas generalidades, el neuquino ni bien asuma tendrá entre sus manos resolver varios temas centrales:

  •  El sostenimiento del barril criollo que ya está siendo superado por los precios internacionales y el aumento de precio en los surtidores si se libera el del crudo.
  •  La implementación a partir de octubre del anunciado Plan Gas 4 que llevaría el precio del fluido de 2,5 a 3,5 dólares el millón de BTU, (40% de aumento) en lo que ya venía trabajando Martínez.
  •  La nueva ley de hidrocarburos para ajustar los mecanismos de precarización-flexibilización laboral, garantizar precios y facilidades que exigen las petroleras (fiscales, ambientales, de exportación e infraestructura).

    Un giro en la política, una misma orientación social de los recursos

    El Gobierno nacional intenta retomar la iniciativa política y tener una política activa hacia Vaca Muerta pero lo que no cambia es la orientación social de la política hidrocarburífera.

    La presentación del proyecto de impuesto extraordinario a los grandes patrimonios y rentas, da cuenta de esto. Lejos de considerar a las petroleras como sujetos aportantes, las beneficiará con el 25% para “incentivar” una mayor producción.

    La política hidrocarburífera mantiene en lo fundamental la política energética de subsidios cuando los precios están por debajo de lo que exigen las petroleras (Gas) y liberación de precios cuando los precios internacionales aumentan (petróleo).

    Con el argumento o excusa de que se generará mayor inversión se garantiza la mayor expoliación de los recursos por parte de las grandes petroleras. Inlcuso en una entrevista en el diario Rio Negro el 23 de agosto llegó a decir que la política no fue negativa.

    Lo que se necesita es un cambio en la orientación social de la política hidrocarburífera. Para esto hay que renacionalizar el gas y el petróleo bajo control de los trabajadores, técnicos y usuarios de todo el sistema energético que permita la transición hacia una matriz sustentable respetando acuerdos con los pueblos originarios. Como el proyecto de ley presentado por el diputado Nicolás del Caño.