El nuevo gobierno de Macron y su primer ministro, Eduard Philippe, preanuncia el tono de los próximos meses. Guerra y represión al mundo del trabajo.
Sábado 20 de mayo de 2017
Un gobierno agresivo y represivo
El anuncio del primer gobierno de Emmanuel Macron, que durará al menos hasta tener el resultado de las elecciones legislativas, clarifica la manera en la que el nuevo presidente va a gobernar.
Después de su ceremonia de investidura, que lo ha coronado como un verdadero Bonaparte con su descenso por los campos Elíseos en un vehículo militar, la lista de ministros del nuevo gabinete confirma la envergadura belicosa del presidente y jefe de las Fuerzas Armadas.
Entre los tres ministros de Estado (una forma de distinguir los ministros más importantes) figura Gérard Collomb, a la cabeza del orden protocolario. El alcalde de Lyon, es sobre todo conocido por sus habitantes por ser un ferviente implementador de las cámaras de seguridad en su ciudad, así como por la represión: durante la movilización contra la reforma laboral, Lyon presenció una represión policial muy fuerte en sus calles. Lo que choca, sobre todo, es que sea el primero en el orden protocolario, como para dar a entender que lo más importante para el próximo quinquenio es ante todo el reforzamiento del Estado de emergencia, las medidas liberticidas y el armamento de las fuerzas de “seguridad”.
Además, la nueva denominación del ministro de Defensa; ahora llamado “ministro de las fuerzas armadas” indica un regreso de la Francia del general de Gaulle. Sobre todo, teniendo en cuenta que el orden protocolario indica en general un “retorno” a la Francia Real: excepto por la plaza de honor para Nicolas Hulot, el quinteto principal se compone del ministerio del interior, seguido por Justicia, las Fuerzas Armadas, y los Asuntos Exteriores. Todo confirma un giro bonapartista por parte del nuevo ejecutivo.
La derecha en el ministerio de economía, El CAC40 (índice bursátil francés) en el ministerio del trabajo
El nuevo gobierno marchará sobre dos pilares: un pilar represivo y uno ultraliberal, con la misión de acabar la regulación laboral. Efectivamente, el nuevo gobierno otorga a la derecha dos ministros importantes, Bruno Le Maire, ministro de economía y Gérald Darmanin, ministro de Acción y de Cuentas públicas.
La ministra de Trabajo, Muriel Penicaud, es directora general de Business France, una agencia al servicio de los intereses de las empresas que cotizan en bolsa, CAC40. Además, ella ha sido directora de recursos humanos en Danone (2008-2016), directora general en Dassault Systèmes, así como administradora de Aeropuertos de Paris, de la SNCF (los ferroviarios) y del grupo Orange. Por decirlo de otra manera, Macron ha encontrado una ministra preparada para atacar la legislación laboral y sobre todo las empresas públicas. En conclusión, un gobierno que ya no solo está “al servicio” de las grandes empresas del capitalismo francés, sino que ahora está integrado por sus CEOs.
Artículo editado en base al original en francés de George Waters. Traducción: Leire Izargorri

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