Yo estudié periodismo y siempre hice freestyle. Desde chico, cuando tenía 12 o 13 años. Un día pude juntar las dos cosas y hablar de esto. Paso mucho tiempo en YouTube, estoy todo el tiempo escuchando trap, rap o lo que salga, porque por ahora pasa con Paco Amoroso que no es trap, es otra cosa. A veces me curo y escucho otra cosa, onda al Indio, me pongo un disco o algo de Ciro, me hago la cura musical y dejo de escuchar el hi hat del trap y escucho una cosita más relajada. Los festivales ahora están volviendo a arrancar. Hay cuestiones de prensa, como la prensa y los artistas, que te invitan a hacer cosas a lugares. Todo pasa en Palermo, eso me disgusta un poco, aparte yo soy de Oeste, pero todas las reuniones y cócteles están concentradas ahí. Está bueno igual porque es un lugar que concentra mucha cultura. En lo que tiene que ver con el freestyle tengo muchos amigos del under, conozco gente de Merlo, Padua, Garín, Lanús, de todos lados. Es un mundo donde el parate de la pandemia me hizo dejar de ir a las compes en plazas porque se organizaban menos o no se organizaban, y ahora viví hace un mes y pico, fui a la compe Shaolin en Caballito, voy a las de Haedo o Morón, ahora están volviendo y se disfrutan muchísimo. Me encanta charlar con los grandes, pero ir a tomar unos mates y mirar un poco de freestyle de pibitos de 13 o 15 años que se están partiendo la madre un domingo en la plaza, eso es re disfrutable, es hermoso. Salieron discos de Paquito, de Duki, de Catriel, estrenaron todos, este fin de año se vino muy cargado. Pero Paco Amoroso es un ritmo que se escucha peo no se escucha, te hace acordar a algo, pero no sabes a qué, no sé dónde hay que ponerlo, si en la música urbana o dónde. El contacto es difícil para toda esta camada de pibes que eran muy chicos cuando todo explotó. Duki, Khea, Lit Killah, Wos, están dentro de esa camada que explota cuando tenían 18 o 19 años. Tenían que mostrar algo que no era lo que ellos eran. Ahora que tienen 4 años de carrera, ya el contacto con la realidad es distinto, el contacto con la gente. Duki dice mucho esto de que al principio tenía que mostrar que era un malo, el hombre trap, el hardcore, y de repente el pibe es un pan de dios, un dulce. El Caja Negra de Wos te muestra una versión mucho más tranquila y relajada. Ese contacto recién ahora está mejorando. Toda la escuela de artistas que van de Tiago a María Becerra, ya viene con otra cabeza, se nuclean más entre ellas, no tienen problemas con otros artistas, tratan de unir a toda la camada, y también el contacto con la gente. La tradición es el beef, la pelea entre artistas. Eso viene de Estados Unidos en los 80. Pero Ese Tema, el beef, Khea y Lit Killah no se hablaban, el Lit Killah con Duki tampoco, les quedó el beef de las competencias, de cuando eran pibes. Si un amigo de uno bardea a un amigo de otro ya el problema es de los dos artistas. Y de repente se juntaron todos en un estudio, dijeron ‘che, loco’ está todo bien, y sacaron temas juntos. La industria son los más pillos de todos, ya saben diez años antes quien la va a pegar. Artistas como Duki se rebelan, que se levantó de la mesa de Sony Music. Tiene su propio sello y se maneja solo. Artistas como Cazzu, Lit o Khea han entrado y está perfecto, hay cuestiones económicas que son difíciles, tener sonido, video, etc. La industria influye un poco en la decisión de los artistas, no lo he notado en Argentina por ahora, en sus decisiones personales, siempre pasa, pero el tras bambalinas es difícil de conocer. Es difícil decirle algo a Cazzu, La Jefa, que es la número uno. Estuvo junto a Daddy Yankee, creo que ahora está en Miami recorriendo con Don Omar y todos. Pero la industria es complicada, no siempre es del palo, te quiere explicar cómo son las cosas. Con Bizarrap todavía tengo pendiente entrevistarlo. Estoy esperando ansioso. Tengo un programa de Twitch con unos amigos. Tengo tele, pero no tengo cable, solo miro Twitch y YouTube. La cultura hip hop siempre estuvo pegada al fuck the police. Viene de la época de Tupac, atraviesa a todas las generaciones, uno de los valores que atraviesa. Sobre todo porque la cultura hip hop siempre fue muy castigada por el grafiti, por cómo se vestían, por la marihuana, es una cultura que involucra todo lo malo para la policía. Y la verdad que dentro del mundo del trap quizás no se mencione tanto, pero Wosito acaba de estrenar un disco con un tema que se llama Buitres que habla un poquito sobre estos personajes que te quieren sacar de ahí y robarte lo poquito que conseguiste por tener una placa. Dentro del freestyle pasa mucho. Tuvimos una represión en Rosario hace unos meses. En plena cuarentena unos chicos con barbijo respetaban la distancia y la policía fue y levantó todo. No les importó nada. Yo particularmente tengo una cuestión personal. No compro con nadie que esté a favor de la policía. El hip hop, el rap y el trap tiene eso como valor. Lo atraviesa a todos los artistas, hagas el género que hagas. Si no tiraste graffiti, fumaste, sino ranchaste en una esquina, y siempre algo a la policía le va a molestar y siempre alguna situación has vivido si estás en esta cultura. Musicalmente hay mucho material contra la policía y siempre va a estar presente el fuck the police. Hay un montón de pibas que se están metiendo en la movida, sobre todo en el under. Pibas chicas y pibas más grandes que cada vez se animan más. El nivel lo tienen, no les falta. Se están animando más. Rapean como cualquier ganador de compe. Lleva un proceso meterse en un escenario. Se puede rapear muy bien, pero a veces los nervios juegan en contra. Hay pibas que nos han representado a nivel internacional como Brasita.