Chile Vamos se propone movilizar sus piezas en el tablero para sobrevivir a los 20 meses que les quedan de gobierno. Se trata de un “nuevo trato”, bajo el cual buscar reimpulsar el conglomerado.
Sábado 8 de agosto de 2020
Este viernes se llevó a cabo la reunión convocada por Sebastián Piñera del comité político ampliado de Chile Vamos. Esto con el objetivo de poner en pie el “nuevo trato” del oficialismo, para buscar así ver tácticas y maniobras bajo las cuales esperan sobrevivir a los 20 meses de gobierno que le restan al oficialismo, sobre todo de un nuevo ciclo electoral que comienza a avecinarse para la política.
En dicha reunión estuvieron presentes los presidentes de los partidos del derechismo y los jefes de bancada, así como los ministros del Interior y la Segpres, Víctor Pérez y Cristian Monckeberg, además del mismísimo Sebastián Piñera.
La reunión tenía por objetivo hacer salir humo blanco dentro de La Moneda, para aprovechar así la primera reunión del comité político del oficialismo desde el cambio de gabinete, y de esta forma superar la “división interna” que se ha fraguado al interior del bloque. Así lo expresa Jacqueline van Rysselberghe, presidenta de la UDI: “Esta fue una reunión que de alguna manera inaugura el nuevo trato que se dio hace algún tiempo con las reuniones que sostuvimos en un principio con el Presidente y el ministro del Interior. Creemos que si trabajamos duro, si nos coordinamos adecuadamente bien, que si tenemos la capacidad de poner por delante el interés de las personas, vamos a lograr superar esta crisis sanitaria y económica que hoy está golpeando fuertemente a las familias del país”.
Sin embargo, las palabras más esclarecedoras son las de Víctor Pérez (UDI), actual ministro del Interior, quien ha hecho noticia y se ha ubicado en la retina de todo el país no sólo por sus polémicas declaraciones, como que “en Chile no existen presos políticos”, o incluso sus vínculos al pedófilo Paul Schäfer, o su colaboración con el campo de concentración conocido como Colonia Dignidad en plena dictadura, bajo la cual también fue alcalde designado por el mismísimo dictador Augusto Pinochet. El mismo Pérez afirma que:
“Creo que lo que se ha avanzado en las conversaciones que hemos tenido con las directivas de los partidos, con las jefaturas de bancada y la reunión de hoy del Presidente hemos ido estructurando un camino que nos permite tener una relación común. Yo en eso soy optimista. Vamos a tener una posición común a proyectos que pueden ser nocivos para el país, proyectos que transgreden las normas legales y constitucionales y, por lo tanto, romper reglas del juego le hacen extraordinariamente mal a la sociedad”.
De paso, además que de ahora en adelante el derechismo cerrará filas y saldrá con una línea unificada para evitar “percances” como los del 10%, afirma que desde el Gobierno seguirán manteniendo la línea represiva hacia el pueblo mapuche, declarando que: “La decisión política del Gobierno no es, y no podría ser tampoco, alterar ni modificar las sentencias que los tribunales de justicia han dictado en el caso de homicidio, asesinato, que son delitos comunes, extraordinariamente graves”.
Con esto el gobierno prepara sus piezas en el tablero para proponerse una línea común de aquí a los 20 meses de gobierno que restan, mientras que de paso afirman que mantendrán la línea represiva hacia el pueblo mapuche. Una clara “declaración de principios” por parte del gobierno por defender todo lo que representa Víctor Pérez: La represión policial y racista hacia el pueblo mapuche, la defensa acérrima de las élites; un verdadero estandarte del pinochetismo.