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Red Internacional
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IRLANDA. El papa Francisco en Irlanda: una visita cruzada por los casos de abuso en la Iglesia

Bergoglio habló de "vergüenza" por los casos de abuso sexual de parte de curas a menores. Su discurso fue un "vergonzoso intento" de evitar asumir su responsabilidad, dicen las víctimas.

Diego Sacchi

Diego Sacchi @sac_diego

Sábado 25 de agosto de 2018 14:53

El Papa Francisco comenzó su gira por Irlanda un país donde la influencia de la Iglesia católica se mantuvo fuerte durante décadas, apoyada no solo en cuestiones de fe ya que la pertenencia al credo católico expresó durante años el rechazo al colonialismo inglés y a sus aliados referenciados en el protestantismo.

La visita papal se da en tiempos turbulentos para la Iglesia en el país y a nivel global: los casos de abuso de menores por parte de miembros del clero han retomado fuerza luego de que una corte de Pensilvania, Estados Unidos, confirmará que 300 sacerdotes acusados de abusar sexualmente a más de 1000 menores de edad contaron con el encubrimiento por parte de la jerarquía eclesiástica y el Vaticano.

Más información: Corte de EE. UU. denuncia a 300 sacerdotes que abusaron de más de mil menores

Irlanda no estuvo ajena a esos crímenes clericales. En 2009 la comisión Ryan destapó 80 años de abusos a 25.000 menores, una de las cuestiones que ha hecho mella en la influencia del catolicismo (del 95% de la población al 76,1%) y supuesta “autoridad moral”. Junto con esos crímenes otro gran revés para la Iglesia ha sido el referéndum a favor de modificar la legislación sobre el aborto, una de las más retrogradas del mundo. La campaña oscurantista de Iglesia católica y grupos autodenominados “provida”que se opusieron a la reforma de la ley, muy similar a la que estos mismos actores desarrollaron en la Argentina, sufrieron una importante derrota.

El viaje de 36 horas de Bergolgio, para participar en el Encuentro Mundial de Familias, se da en un contexto muy distinto a la última visita papal, la de Juan Pablo II, hace casi 40 años con la Iglesia como una poderosa institución no cuestionada.

Lavando culpas sobre terreno minado

Como se esperaba el Papa se refirió a los casos de abusos por parte de los miembros del clero y como erá de esperar, sus declaraciones sonaron a un discurso armado para la ocasión y lavar culpas. "El fracaso de las autoridades eclesiásticas -obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros- al afrontar adecuadamente estos crímenes repugnantes ha suscitado justamente indignación y permanece como causa de sufrimiento y vergüenza para la comunidad católica. Yo mismo comparto estos sentimientos", declaró Bergoglio en su intervención sobre el tema.

Para las víctimas de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia el mensaje dado por el papa Francisco a los supervivientes en Dublín es un "vergonzoso intento" de evitar asumir su responsabilidad. El activista irlandés Colm O’Gorman, víctima de abusos sexuales cometidos por el clero en este país, aseguró en twitter que la visita del Papa era "una oportunidad para hablar claro, para decir la verdad a la gente de Irlanda. De nuevo, se ha negado a hacerlo. Aún peor, ha desviado la atención extraordinariamente".

Para Margaret McGuckin, abusada por religiosas en el internado Casa de Nazaret e impulsora de uno de los órganos estatales de investigación de casos históricos de abusos, "el papa tiene ahora que dar la cara y hacer algo por las víctimas. Necesitamos que se concedan compensaciones, necesitamos que la Iglesia se responsabilice".

McGuckin, que participó este sábado en una protestas en Dublín, en la primera jornada del viaje de dos días que efectúa el papa Francisco, aseguró que se deben contemplar también acciones para "llevar ante los tribunales" a los "obispos, sacerdotes, monjas y cualquier otra persona" implicada en "el abuso de menores o en el ocultamiento de los abusos" y agregó que en su opinión, las autoridades deben actuar con "tolerancia cero" e impedir que la Iglesia "se investigue a sí misma".

El reclamo de las víctimas se repite a lo largo del planeta. Como explica Julian Maradeo en su último libro "La trama detrás de los abusos y delitos sexuales en la Iglesia católica", el Vaticano elaboro un método para silenciar denuncias de abusos. Son estas mismas autoridades eclesiásticas, responsables en el encubrimiento, las que luego presionan para evitar el avance de derechos sociales como se vio en Irlanda o Argentina alrededor del debate sobre el derecho al aborto legal. En ese último país la votación del proyecto de legalización del aborto en el Senado mostró los nefastos alcances de los tentáculos de la jerarquía eclesiástica en la vida de toda la población.

Un coreográfico reproche, en una visita para “cuidar” la imagen de la Iglesia

Cruzada por el escándalo de los abusos, la visita papal, ponía en problemas al primer ministro irlandés, Leo Varadkar, pero como un estudiado paso coreográfico el mandatario utilizó el encuentro con el Papa para mostrar su apoyo a la Iglesia.

Varadkar recordó la contribución positiva de la Iglesia católica en el desarrollo de este país, aunque recordó también que su lado "oscuro" dio pie al abuso de menores y mujeres por parte de algunos de sus miembros.

Según dijo Varadkar ese pasado "oscuro" ha escrito una "historia de dolor y vergüenza", en la que la "caridad, la compasión y el perdón cristiano" han sido sustituidos, "demasiado a menudo", por la "severidad y crueldad, sobre todo hacia las mujeres, los menores y los marginados".

Ese “pasado oscuro” parece una liviana referencia del Primer Ministro para hablar de las verdaderas atrocidades que realizaron miembros de la Iglesia en irlanda. En la década del 90, salió a la luz el abuso sexual y el maltrato de miles de menores por parte de curas y religiosos, y su encubrimiento por parte de obispos y superiores. Los casos fueron revelados por varias investigaciones: el "Ferns Report" sobre abusos en la diócesis homónima (2005); el "Ryan Report" (2009); el "Murphy Report", y el "Cloyne Report" (2011).

Luego, se conoció el caso llamado "Magdalene Laundries", unas casas parecidas a prisiones que manejaban monjas para "confinar" mujeres o chicas (alrededor de 30.000, algunas que habían estado embarazadas). El hallazgo de tumbas de 155 jóvenes al lado de uno de los lavaderos mostró el horror de los crímenes que se cometieron.

Y a ese “pasado oscuro” se le sumó el descubrimiento, en 2014, de una fosa común de casi 800 chicos cerca de una casa para madres y bebés que manejaban monjas de Bon Secours, en la pequeña ciudad de Tuam. Esas casas se llamaban las "Mother and baby homes" (Casas para mamás y bebes) y fueron establecidas a principios del siglo XX para "cuidar" a las jóvenes solteras (la mayoría de familias pobres) que quedaban embarazadas.

"Santo Padre, espero que su visita marque el comienzo de un nuevo capítulo en la relación de Irlanda con la Iglesia Católica", aseguró Varadka, extendiendo nuevamente la mano del estado irlandés al Vaticano. Un favor nada menos para el Vaticano que admitía que se trataba de uno de los viajes más que "complejo" para Francisco.

A contra mano del gobierno irlandés va el reclamo social. Grupos de víctimas se manifestaron en contra de la visita de Francisco, a quien le reclaman más acciones y menos palabras. Miles de irlandeses organizaron en redes sociales el llamado #SayNopeToThePope (dígale no al Papa) reclamando contra la financiación estatal del vieja del Pontífice, una expresión del rechazo a la injerencia de la Iglesia y sus reaccionarias ideas en la vida pública.


Diego Sacchi

Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.

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