El viernes 17, el parlamento alemán (Bundestag) se reunió en una sesión extraordinaria para votar el inicio de las negociaciones con el gobierno griego, en base al acuerdo alcanzado el domingo pasado con la Troika. Una sólida mayoría aprobó este pacto de coloniaje a pesar de varias negativas en las filas todos los partidos. Fuera del parlamento en Berlín, hubo protestas contra el acuerdo, y nuevas muestras de solidaridad con el pueblo griego.
Sábado 18 de julio de 2015
Foto: EFE
Luego del chantaje del gobierno alemán, que consiguió la completa capitulación de Syriza ante la Troika y los acuerdos del domingo (con medidas de austeridad votadas el miércoles 15 por el parlamento griego, como precondición para futuras negociaciones), se convocó una sesión extraordinaria del Bundestag el viernes 17. En la sesión, 439 de los 598 miembros presentes votaron a favor de las negociaciones con el gobierno de Tsipras, 119 representantes votaron en contra y 40 se abstuvieron.
Como resultado de esta votación comenzarán las conversaciones con el gobierno de Syriza para concretar el acuerdo del domingo para un tercer “memorándum”. Mientras tanto, se garantizará un financiamiento al Estado griego. Después de esta ronda de negociaciones, los parlamentos deberán votar una vez más para efectivizar el nuevo memorándum, que arrojará a los trabajadores, jóvenes y pensionados a una miseria aun mayor.
De los 119 parlamentarios que votaron en contra, 60 fueron los miembros de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU, por sus siglas en alemán), el partido de la canciller Angela Merkel. Esto quiere decir que la cantidad de diputados conservadores que votó en contra de los planes en Grecia se duplicó con respecto a la votación de febrero, cuando 29 demócratas cristianos votaron “no” a la renovación del crédito para Grecia. Sin embargo, el voto negativo de los conservadores no significa que esos políticos estén en contra del chantaje y la extorsión al pueblo griego. Significa que quieren echar a Grecia de la Eurozona, y están en contra del memorándum porque le permitiría a Grecia mantener la moneda europea.
Contra las críticas de su propio partido, Merkel sostuvo que los “beneficios eran mayores que los costos”. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, el segundo en la línea de mando de Merkel, brindó un discurso ambiguo en el parlamento y no se pronunció sobre el “Grexit temporario” que había propuesto y defendido durante toda la semana.
El SPD (Partido Socialdemócrata Alemán), socio en la coalición de la CDU, votó casi de forma unánime por el acuerdo. Solo cuatro diputados votaron en contra, 175 votaron a favor. El Partido Verde se dividió: 23 a favor, 33 se abstuvieron y dos en contra.
El único partido que se opuso unánimemente contra la propuesta fue Die Linke (en alemán La Izquierda): 53 de sus parlamentarios votaron por el “no”. Sin embargo, hubo también dos abstenciones, que mostraron la existencia de algunos desacuerdos dentro del partido sobre cómo posicionarse en este conflicto. En febrero, la bancada de Die Linke había votado “sí” sobre el acuerdo con Grecia, alineándose con el gobierno alemán.
Esta vez, el presidente del bloque parlamentario y dirigente histórico de Die Linke, Gregor Gysi, dijo que mientras en Alemania debían votar contra el proyecto por la política extorsiva del gobierno alemán, en Grecia hubieran votado a favor –aunque con “muchos dolores de cabeza”– porque significaría al menos darle un “respiro” a la gente.
Por lo tanto, Die Linke se posiciona directamente con Syriza y su dirigente Alexis Tsipras, y su curso de concesiones ante el imperialismo alemán. De esta forma, mientras dicen estar contra la actitud imperialista del gobierno de Merkel y su sabueso Schäuble, apoyan a Syriza (el partido que defiende el memorándum, y ha comenzado a reprimir a aquellos que protestan contra el acuerdo, como sucedió el miércoles en la plaza Syntagma). Gysi incluso llegó a decir que el gobierno alemán estaba actuando contra los intereses alemanes (alimentando la ilusión de que una Unión Europea “democrática” podría ser la expresión de un interés común de capitalistas y trabajadores).
Mientras el reformista Die Linke se pronunció contra el acuerdo en el parlamento, su base no participó de las marchas que se realizaron en los últimos días. Durante el debate parlamentario del viernes, apenas cien personas protestaron contra el memorándum y se solidarizaron con el pueblo griego. Aun así, la policía intervino de forma violencia, arrestó a tres manifestantes y destruyó la bandera que decía “OXI (NO), contra los recortes y la austeridad”.
El miércoles 15 se habían realizado manifestaciones más importantes en solidaridad con el pueblo griego. Más de mil personas se reunieron en la plaza Oranienplatz de Berlín, como parte de una campaña internacional, con manifestaciones simultáneas en diferentes ciudades como Frankfurt o Londres. Luego de una hora de debate sobre la votación en el parlamento griego (que sesionó después de que finalizara la marcha), la manifestación se dirigió al ministerio de Finanzas del gobierno alemán, a criticar el pacto de coloniaje de la Troika.
Al final de la manifestación, miembros de la organización RIO (Organización Revolucionaria Internacionalista) expresaron en un discurso que existía una tarea doble. En Alemania, es necesario oponerse a las políticas imperialistas del gobierno alemán y organizar una amplia campaña de solidaridad por la cancelación total de la deuda griega. En Grecia, es indispensable romper con el gobierno de Alexis Tsipras y el derechista Panos Kammenos de ANEL, que se presentaron a sí mismos como un gobierno anti-austeridad pero ahora se convirtieron en el “gobierno del tercer memorándum”, y organizar a la clase obrera de forma independiente de los partidos reformistas como Syriza.
(*) El autor es miembro de la organización RIO de Alemania, miembro de la Fracción Trotskista-Cuarta Internacional