Este martes miles de estatales se movilizaron desde el Obelisco hasta el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. Mañana, 30 de octubre continúan las medidas de fuerza con un paro nacional que se suma al de los gremios del transporte y otros sectores cómo la docencia que se suma a las medidas. Junto a la lucha de los trabajadores de AFIP la temperatura de la calle vuelve a subir mientras el Gobierno se ilusiona con un veranito financiero.
Martes 29 de octubre 20:09
Con un sol que partía el asfalto en el la zona del microcentro, la columna de estatales se hizo paso superando algunas escaramuzas con el cordón policial que intentaba “ordenar” el paso de la movilización convocada por ATE Nacional para este martes al mediodía. Previamente el mismo punto de encuentro, el obelisco, se había llenado de trabajadores de la AFIP que se movilizaban hacia el edificio central ubicado frente a plaza de mayo para realizar después de mucho tiempo una asamblea general contra el plan de ajuste y modificación del organismo que lleva adelante el gobierno.
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En la movilización participaron trabajadores de diferentes sectores de estatales, en una convocatoria que fue realizada por ATE Nacional, y en la que estuvieron ausentes seccionales importantes, cómo ATE Capital dirigida por Daniel Catalano. La Agrupación Verde y Blanca, no convocó a la movilización, sacó un anuncio previo de que participa de acciones sectoriales y se concentró en el ministerio de Justicia justo a la misma hora en que se movilizaba al ministerio de Sturzenegger. El discurso de la unidad se viene abajo en cada acción en la que los dirigentes del sindicato optan en uno y otro momento por boicotear las acciones del otro sector de la conducción. Estas ausencias y divisiones se inscriben en una fuerte interna que adelanta una disputa por la conducción de la seccional Capital de ATE y se expresa con fuerza mientras los trabajadores y las acciones de lucha aparecen cómo el tablero sobre el cual se juega la disputa. Está vez, el faltazo lo pegó la Verde y Blanca, cuyo dirigente principal viene planteando que hay que apuntalar “la unidad de los trabajadores”, mostrándose cercano a los dirigentes de UPCN que viene sosteniendo una fuerte tregua con el Gobierno de turno y firmando paritarias que condenan a miles de trabajadores a la miseria. Mientras se realizaba la acción en el Ministerio de Sturzenegger, Catalano anunciaba en el marco de una acción convocada en el Ministerio de Justicia, un paro distinto al que se estaba realizando para una fecha futura. Tenemos que rechazar toda división.
En el caso de los estatales la previa de la movilización estuvo marcada por la noticia de que UPCN estaría avanzando en firmar un acuerdo paritario del 2% y 1% para los meses de noviembre y diciembre respectivamente, y un bono de $30.000 pesos. Una paritaria virtualmente congelada en la que se viene acumulando una gran pérdida salarial para el conjunto de los estatales, y que se firma sobre la base de miles de puestos de trabajo menos en el estado producto de despidos y desguace.
Otro elemento que marcó la previa de la movilización fue la tardía y por momentos contradictoria comunicación de las medidas de fuerza, que dificulta la participación desde los sectores de trabajo. Aun así, la movilización mostró que hay fuerzas para pelear y refuerza la necesidad de ampliar la participación de los trabajadores en la decisión y definición de los planes de lucha que son necesarios para lograr ponerle un freno al ataque del Gobierno. Sin dudas, acciones convocadas con asambleas previas, e incluso plenarios de delegados abiertos a los trabajadores que promuevan la participación y el debate, fortalecen la pelea. Cómo ejemplo está la lucha del Hospital Bonaparte que logró ponerle un freno al intento de cierre promovido por el gobierno.
Trabajadores de la AFIP en Asamblea General
Asambleas, comisiones de activistas y coordinación de todos los sectores en lucha para ganar.
El Gobierno definió este momento cómo el de un ajuste profundizado, una motosierra recargada con amenazas de retiros voluntarios masivos en el ministerio de justicia, el plan de achique y ajuste en la AFIP o las jubilaciones compulsivas que quieren imponer a los estatales, además del ajuste por la vía de la caída de los salarios.
Lo hace en un momento en que su imagen entra en cuestión y que surgen nuevos actores sociales con disposición a enfrentar su plan. A lo largo del año fueron distintos los y las protagonistas: las asambleas barriales, trabajadores de distintos sectores cómo los aeronáuticos, los del neumático, el hospital Posadas. Desde octubre el movimiento estudiantil irrumpió en la escena y le dio un fuerte mensaje al gobierno.
La Agrupación Marrón Clasista en la movilización
Tenemos planteado coordinar todas esas peleas y sectores que quieren ser parte activa de enfrentar el ajuste, promoviendo instancias democráticas de decisión cómo las asambleas, y apostando a que surjan comisiones de base, que agrupen a los trabajadores para potenciar la fuerza de la organización. Los sindicatos y sus dirigentes deberían ponerse al de esa participación, pero allí donde no lo hacen, tenemos que impulsar esas instancias de organización desde los sectores clasistas y combativos, junto a los compañeros independientes para superar la política de acciones aisladas y por sector, para fortalecer cada pelea y para ganar fuerzas en el planteo y la exigencia de un nuevo paro nacional de la CGT y la CTA.
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