Todos enfrentados. El “patético” Aníbal y el “mercenario” Sergio: petardos para hacerle el juego a la derecha

Los prontuarios de Aníbal Fernández y de Sergio Berni relatados en varias oportunidades por La Izquierda Diario (ver acá, acá, acá, acá, acá, acá, acá y acá… acá también), eximen a la redacción de un nuevo y redundante racconto.

Lo novedoso es que tanto el ministro de “Seguridad” de la Nación como su par bonaerense por estas horas están usando cuanto micrófono se les cruza por delante para dirimir una interna personal que, en realidad, no deja de ser una disputa para ver quién queda menos salpicado en la larvada pero persistente crisis relacionada a las políticas oficiales sobre narcotráfico y violencia criminal. En definitiva, ambos se empecinan a cuatro manos en hacerle el juego a la derecha. Y la derecha aprovecha.

Este lunes Clarín difundió declaraciones de Fernández sobre Berni, a quien calificó nada menos que como “mercenario” luego de que el ministro bonaerense lo llamara “patético”.

“No voy a estar respondiendo porque es un gesto de un mercenario, lástima que es un amigo y lo estoy perdiendo en este momento. Alguien le está dando la orden que vaya un domingo a Radio Mitre a explicar ese tema para que después se lo repliquen como lo replicaron, es un paso de comedia conocido, se ganará los caramelos que le habrán prometido y se irá a su casa contento con semejante estupidez”, dijo Fernández. Vale recordar que Mitre es una radio del Grupo Clarín.

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Aníbal hizo esas declaraciones en Radio El Destape, de clara adhesión al Frente de Todos. Pero más tarde él mismo habló por Mitre (y luego lo haría en TN, también de Clarín), donde agregó que su abuela “decía que dos no se pelean si uno no quiere. Yo no tengo ningún interés en pelear con alguien que fue mi amigo. Que se pelee solo. Lo de que soy patético lo contestaría con un poquito más de grosería pero no tengo interés. Lo de que lo dejé solo es mentira”.

La reacción del ministro nacional se produjo luego de que Berni lo tildara de “patético” en relación al famoso tuit publicado la semana pasada por Fernández burlándose de su par provincial en medio de la tragedia vivida por cientos de familias del conurbano a partir del consumo de cocaína adulterada.

“Lo de Aníbal Fernández es patético. Después de lo que hizo... Estábamos a la puerta de una gran catástrofe masiva si no hubiéramos trabajado como lo hicimos”, dijo Berni en la entrevista de Radio Mitre mencionada por Fernández. “Ponerse a chicanear en ese momento... sacarle el cuerpo. Si Berni estuvo durante esas 24 horas trágicas al frente es porque estamos haciendo inteligencia criminal y es la que nos permitió dar con toda esta banda”, agregó el excarapintada.

Allí el funcionario “estrella” de Axel Kicillof aprovechó para insistir en algo que, a esta altura del partido, es una comprobada mentira. “Detuve a los mayores narcotraficantes del país”, dijo Berni. Y en relación a Joaquín “El Paisa” Aquino, afirmó que si pudo “dar con toda la droga es porque a este narcotraficante, que era el más buscado, hubo un ministro de Seguridad que lo buscó”.

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Lo Berni llama “mayores nacotraficantes del país” no es más que una larga lista de consumidores problemáticos, portadores de porros para consumo personal y cultivadores de cannabis (incluso algunos con fines exclusivamente medicinales). A lo sumo, como en el caso de “El Paisa” Aquino, terceras o cuartas líneas de bandas narco a las que jamás de desarticula. Bandas íntimamente relacionadas con la Policía Bonaerense que Berni banca a muerte, con jueces, fiscales, punteros e intendentes.

Eso se vio claramente en los últimos días en el caso trágico que tuvo al barrio popular Puerta 8 de Tres de Febrero como epicentro. Allí el propio Berni encabezó una puesta en escena y organizó la detención de una decena de personas que, en su gran mayoría, no tienen nada que ver con el narcotráfico. Así lo denuncian los propios vecinos y familiares de quienes, en algunos casos, aún siguen presos.

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Hace años que Aníbal Fenrnández se convirtió en un porro friendly, al punto que muchos creyeron que su prontuario represor y criminalizador del pueblo pobre podía quedar sepultado con esa actitud “copada” hacia la juventud. Berni, por su parte, viene agitando la necesidad de discutir la legalización de las drogas y hasta hable de “fracaso” de las políticas de “guerra al narcotráfico” que él mismo aplicó siendo secretario de Seguridad de la Nación de Cristina Fernández de Kirchner y aplica hoy en la provincia de Buenos Aires.

Sergio y Aníbal son dos impostores, que fueron muy amigos en otros tiempos y que hoy, al mando de las policías bravas (la Bonaerense en un caso, las federales en otro) se enfrentan personalmente en el marco de una crisis abierta (aunque por el momento contenida) respecto a las políticas del Estado capitalista alrededor del hipermillonario negocio del narcotráfico y sus derivaciones múltiples de violencia criminal. Con verdaderos exponentes de la reaccionaria “guerra contra el narcotráfico” enfrente, como Patricia Bullrich o Miguel Ángel Pichetto, en el Frente de Todos se pelean para ver quién le hace más “el juego a la derecha”. Patéticos. Y mercenarios.