Se trata de una especie de caracol que es considerada por el Ministerio de Ambiente como dañina y perjudicial para la conservación de la biodiversidad, las actividades productivas y la salud humana.
Jueves 31 de diciembre de 2020 16:17
Foto: Télam
A raíz de una denuncia, el pasado 22 de diciembre se capturaron 15 ejemplares en la localidad de Eldorado, Misiones, a partir de una denuncia de su aparición. El primer foco que se dio allí fue en abril de 2019, a partir de lo cual el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) llevó a cabo actividades de erradicación.
En el país, el caracol gigante africano fue registrado por primera vez en 2010 en Puerto Iguazú, Misiones, y años más tarde fue detectado en la ciudad de Corrientes.
A diferencia de un caracol nativo, puede medir hasta 20 centímetros y tiene el borde de su caparazón partido, de forma helicoidal y de color violeta oscuro.
“Este tipo de caracol puede ser portador de nematodos (parásitos) que son perjudiciales para la salud humana. Por eso se recomienda no tocarlos y manipularlos con precaución. Desde el punto de vista del medio ambiente también son muy nocivos porque debido a su velocidad de reproducción y su falta de predadores naturales pueden constituirse en una plaga en muy poco tiempo” aseguró Emilio Rey del Senada.
A su vez declaró “como tienen un crecimiento muy rápido y comen cualquier cosa pueden constituirse en un peligro para los cultivos”. Los peligros para la salud, tanto humana como de otros animales, son debido a que hospedan ciertos tipos de gusanos, potenciales causantes de enfermedades zoonóticas. Por esta razón, se recomienda lavar bien la verdura si se está en una zona donde frecuenten.
El caracol "Achatina fulica", es originario del este de África y llegó a introducirse en América, Asia, Oceanía y Europa. Es considerado una plaga gracias a su capacidad de reproducción y porque puede llegar a producir graves daños en ecosistemas y cultivos tropicales.
Ante su aparición las recomendaciones del Senasa son:
• No tocar caracoles.
• Evitar el contacto con la baba del caracol ( Achatina fulica ), especialmente con ojos, nariz y boca.
• Lavar con agua potable las verduras.
• Si tocó el caracol, lavar inmediatamente las manos.También hacerlo luego de tocar las superficies que puedan haber estado en contacto con la baba de caracol.
• No comer caracoles.
• No utilizarlos como carnada, mascota o adorno.
• No utilizar venenos contra el caracol, ya que pueden afectar a niños, mascotas o fauna nativa.
• Elimine del jardín restos de madera, materiales de construcción, tejas o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio por el caracol.
• En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes impermeables, colocarlos en una bolsa, aplastarlos y enterrarlos. Los guantes también deben ser enterrados o quemados.
• No permitir que los niños participen de la captura de los caracoles.
• No trasladar caracoles hacia otras zonas. Tener precaución al trasladar plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario