×
×
Red Internacional
lid bot

NO A LA GUERRA. El periodista Pablo González podría estar 10 años en prisión acusado de espionaje ruso

El periodista Pablo González podría estar 10 años en prisión acusado de ser espía de Rusia. Un atropello a la libertad de información

Elías Lavín Madrid

Viernes 4 de marzo de 2022

El Gobierno polaco ha hecho público un comunicado en el que acusa al periodista español Pablo González, reportero de guerra, de trabajar para los servicios de Inteligencia rusos. El delito de espionaje busca amedrentar a los periodistas que cubren el conflicto de Ucrania, un ataque a la libertad de información en una Unión Europea que se rearma y que busca imponer una visión del conflicto acorde a los intereses de la OTAN.

González permanecía en Przemysl (Polonia) cubriendo la invasión rusa de Ucrania para diferentes medios de comunicación, cuando fue detenido bajo el cargo de espionaje por parte de la Agencia de Seguridad Interior de Polonia el 28 de febrero. Hasta hoy el Ejecutivo no había facilitado el motivo de la detención y el propio abogado de González desconocía su paradero. Por el momento González se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Rzeszów, donde tendrá que permanecer tres meses. El delito de espionaje del que se le acusa podría implicar hasta 10 años de prisión.

El portavoz del Gobierno polaco confirmó hoy a la agencia de prensa polaca la detención del periodista español Pablo González, al que se acusa de trabajar como espía para Rusia. El escueto comunicado del Gobierno polaco acusa al reportero de realizar “operaciones en beneficio de Rusia, beneficiándose de su condición de periodista, lo que le permitió viajar libremente por el mundo y Europa, incluyendo zonas de conflicto militar y territorios marcados por tensiones políticas".

González se encontraba cubriendo la crisis humanitaria en Ucrania, especialmente la crisis de refugiados en la frontera sur-este de Polonia en el Voivodato de Subkarpacia. Sus últimos tweets del 27 de febrero dan cuenta de esta situación. Excusándose en su trabajo como reportero el Gobierno polaco afirma que “fue identificado como agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa (GRU)”.

El reportero vasco es acusado de espionaje, sin que se hayan aportado pruebas, basando la acusación en que “durante su estancia en Polonia, (el periodista) obtuvo información cuyo uso por parte de los servicios secretos rusos podría tener un impacto negativo directo en la seguridad y defensa interna y externa de nuestro país".

González es periodista y politólogo vasco, nacido en Moscú y afincado en Polonia, está especializado en la situación de Europa del este y del contexto postsoviético. Días antes de la invasión rusa, el 6 de febrero, fue detenido durante varias horas por los servicios de seguridad ucranianos en Kiev, mientras trataba de cubrir la situación en el Donbás, acusado de “prorruso” e “invitado” a marcharse del país en un plazo de tres días, aunque el Gobierno de Ucrania nunca dictó una orden de expulsión como señala el diario Público. La persecución del periodista también implica al Estado español. Ante la escalada en Ucrania los servicios de la inteligencia española de la CNI visitaron las viviendas de familiares y conocidos suyos en Euskadi y Catalunya, con preguntas sobre si efectivamente era “prorruso”. El comienzo de la guerra motivó el desplazamiento de González a Varsovia el 25 de febrero, donde reanudó su trabajo cubriendo la situación de las personas refugiadas. Su detención tuvo lugar tres días después.

Las exigencias de información por parte de distintos medios a la policía local de Przemysl y Rzeszów, así como la regional de Subcarpacia no han obtenido ningún tipo de respuesta. Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha exigido su “inmediata” puesta en libertad y ha pedido “explicaciones a las autoridades polacas sobre las circunstancias de este atropello a la libertad para informar” del periodista.

Ante la escalada guerrerista y el incremento del gasto de armamento de los países imperialistas de la OTAN, también aumenta la escalada belicista en el ámbito de la información y la propaganda. La Comisión Europea como parte de las sanciones hacia Rusia anunciaba esta que bloqueará la la transmisión en territorio europeo de dos medios de comunicación rusos alineados con la política de Putin: Russia Today y Sputnik. Es una fantasía creer que la Unión Europea se preocupa por la veracidad de las noticias. La manipulación mediática está a la orden del día en cualquier país occidental, al igual que en Rusia.

Europa no ha sido nunca ejemplo de respetar la libertad de prensa. Quizá el caso más conocido sea el de Julian Assange. Ricardo Gutiérrez, secretario general de la Federación de Periodistas Europeos, señalaba en unas jornadas convocadas por la Plataforma por la Libertad de Información que, sólo en 2021, hubo 33 violaciones graves a la libertad de prensa en el Estado Español. Se refería a presiones profesionales a los periodistas, montajes policiales contra periodistas, amenazas de la extrema derecha, señalamiento público, etc. Tanto la prohibición de medios de comunicación rusos, como la persecución de periodistas son medidas totalmente antidemocráticas, que atenta contra la libertad de prensa y el derecho de la población al acceso a la información. Ante la detención de Pablo González exigimos su inmediata liberación, así como el fin de toda censura a cualquier medio de comunicación.