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Red Internacional
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CÓRDOBA. El peronismo cordobés se prepara para el día después del balotaje

Siguiendo la línea de De la Sota, el PJ provincial liberó a sus afiliados para el 22 de noviembre. Gran parte del sindicalismo se alineó con el candidato del Frente para la Victoria, pero el 54% que obtuvo Macri el 25 de octubre obliga al kirchnerismo provincial a buscar otras opciones. Ayer se conoció que Martín Fresneda estaría dialogando con Schiaretti para formar un interbloque en la Legislatura.

Martes 17 de noviembre de 2015

Según dicen, fue De la Sota quien convenció a Sergio Massa de no apoyar (explícitamente) a ninguno de los candidatos que se enfrentarán el 22 de noviembre. Esto les da mayor aire para ubicarse como los posibles futuros reconstructores del peronismo nacional si Macri gana la elección. Hay que recordar que Córdoba es la única provincia grande (las llamadas “modernas”) que queda en manos del peronismo y que la cosecha de UNA en Córdoba fue relativamente buena en términos de diputados y senadores nacionales.

Mientras José Manuel reflexiona sobre su futuro, la mayoría de la burocracia sindical se alineó con Scioli. Muchos ya formaban parte de la “Mesa Sindical Scioli Presidente” antes de las PASO, pero la adhesión que causó mayor revuelo fue la del delasotista José “Pepe” Pihen, secretario general del Sindicato de Empleados Públicos, legislador provincial y aplicador sistemático de las políticas ajustadoras de su jefe político. Hasta el momento, Pihen no ha hablado de formar parte orgánica del Frente para la Victoria, pero sí de la posibilidad de unificar las dos CGT cordobesas. Él conduce junto con Omar Dragún, jefe del SMATA (el año pasado pegó el salto del delasotismo al kirchnerismo) la CGT Regional Córdoba, mientras que Mauricio Saillén, del gremio de los recolectores de residuos, dirige la kirchnerista CGT Rodríguez Peña.

Alianzas en todos lados

Ayer se conoció un dato que aporta más a la confusión general. Al parecer, los legisladores electos de la alianza K Córdoba Podemos estarían en tratativas con Unión por Córdoba (que quedó con mayoría simple) para formar un interbloque en la Unicameral que les permitiría el quórum propio. El encargado de acercar posiciones es el mismísimo Martín Fresneda, que descenderá de las alturas de la Secretaría de Derechos Humanos para ocupar una banca en la Legislatura de su Córdoba natal.

La política es el arte de lo posible, dicen, pero un abogado de los derechos humanos como Fresneda, que militó en HIJOS durante mucho tiempo y fue querellante en varios juicios a represores de la última dictadura militar, haciendo una alianza con el derechista De la Sota, que reivindica al Perón del ’74, puede ser demasiado. O tal vez no, ya que “peronistas son todos”.

La excusa sería reunificar el peronismo en la provincia y la condición es la (posible) derrota de Daniel Scioli el 22 de noviembre. Los ocho integrantes de la bancada K son Fresneda, Liliana Montero (ex radical, ex juecista), Franco Saillén (hijo de Mauricio, también ocupa un cargo gremial), Carmen Nebreda, Fernando Salvi, Ricardo Visani, Nora Bedano y Vilma Chiapello. Algunos medios estiman que Fresneda, Nebreda y Salvi podrían alinearse al peronismo cordobés, otros dicen que al menos siete lo harían.

Inmediatamente luego de la elección provincial del 5 de julio, el candidato a gobernador de Podemos, Eduardo Accastello ya había previsto la posibilidad, luego confirmada, de que su candidato a presidente perdiera por goleada en la provincia mediterránea. “Mis legisladores no serán opositores al gobierno de Juan Schiaretti”, dijo en ese momento. El villamariense aspira a ser candidato a gobernador en el 2019 y, al no tener certezas sobre lo que sucederá con el kirchnerismo, prefiere que sea por dentro del PJ.

Recién después del 22 de noviembre habrá más certezas sobre lo que suceda en el peronismo, dentro y fuera de la Legislatura. Mientras tanto, todos los actores se preparan.