A un mes de su histórica visita a Cuba y en medio de las primarias presidenciales en Estados Unidos, Obama presentó este martes un plan para cerrar la cárcel de Guantánamo.
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Juan Andrés Gallardo @juanagallardo1
Martes 23 de febrero de 2016
El cierre de la prisión de Guantánamo fue una promesa de campaña que el presidente Barack Obama nunca llevó a la práctica. En el último año se ha vuelto además un punto candente en el marco de las negociaciones con Cuba, ya que la cárcel se encuentra dentro de una base militar que Estados Unidos ocupa ilegalmente dentro de la isla.
La cárcel de Guantánamo fue utilizada durante los últimos 15 años por Estados Unidos como campo de concentración donde torturó y retuvo en condiciones inhumanas a cientos de personas que habían sido detenidas ilegalmente alrededor del mundo. Esto se realizó bajo la excusa de la “guerra contra el terrorismo”, declarada luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En una conferencia de prensa ofrecida este martes, el presidente Obama justificó el cierre de la prisión, que hoy cuenta con menos de 100 presos, bajo el argumento de reducir los gastos y afirmó que “no se puede mantener abierta una instalación que es vista como una mancha en nuestros estándares de lucha por los derechos”.
Durante su discurso Obama dijo que en los últimos años “la mayoría de los detenidos han sido transferidos a otros países e instalaciones” y que iba a presentar al congreso un plan preparado por el Pentágono para cerrar la cárcel. Esto incluiría transferir a 31 de los 95 presos a sus países de origen, mientras que el resto serían ubicados en prisiones federales dentro de Estados Unidos.
Obama justificó no haberla cerrado antes bajo el argumento de que el compromiso bipartidista que existía en 2008, cuando él realizó sus promesas de campaña, se habían roto cuando asumió la presidencia.
Durante la conferencia de prensa afirmó: “cuando realicé la primera campaña para presidente plantee que había que cerrar Guantánamo, y había un acuerdo bipartidista para hacerlo. Tanto yo como McCain [candidato republicano] teníamos acuerdo. Pero luego ese acuerdo bipartidista se rompió y a partir de ese momento el congreso planteó medidas restrictivas que nos impidieron cerrar Guantánamo”.
Lo cierto es que durante el año 2009 se dieron a conocer fotos de las torturas y vejámenes de los que eran victima los detenidos en Guantánamo y Obama no solo se negó a hacer pública las fotos, sino que reinstaló los tribunales militares sin ningún tipo de garantías para los presos.
Informe sobre Guantánamo del programa Claves de la política internacional de mayo de 2009
Seis años más tarde el panorama es diferente, por eso durante la conferencia de este martes llegó a deslizar que las comisiones militares, que él mismo habilitó, y las torturas ilegales que se le practicaron a cientos de personas podrían no haber cumplido su objetivo. Es decir que se realizaron sin ningún motivo válido, y sin obtener información relevante.
Sobre esta base Obama hizo hincapié en que el cierre de la cárcel “no implicaría ningún problema para la seguridad de Estados Unidos y que más bien es un gasto para los contribuyentes”.
Despejando el cinismo del que están cargadas estas declaraciones, el objetivo de Obama es el de anotarse un “nuevo punto” para el “legado” con el que pretende dejar su presidencia.
La propuesta de cerrar la cárcel en Guantánamo le permite llegar con un “regalo bajo el brazo” a Cuba en la visita que realizará en menos de un mes, al mismo tiempo que meterse de lleno en las elecciones primarias de Estados Unidos, en la que ambos partidos definen sus candidatos a la presidencia (pero sabiendo que este tema será más urticante para los precandidatos republicanos).
De esta forma Obama deja en manos del congreso, hoy con mayoría republicana, la decisión de cerrar una prisión como la de Guantánamo, completamente desacreditada en todo el mundo e incluso entre una porción importante de la población al interior de Estados Unidos. Además de las internas parlamentarias, existe una serie de complicaciones legales sobre la posibilidad de llevar a algunos de los presos a cárceles federales, lo que hace pensar que el proceso será de tiempos largos.
El cierre de Guantánamo es a su vez uno de los puntos reclamados por el gobierno de Cuba, junto con el desmantelamiento de la base naval y la devolución del territorio ocupado ilegalmente en la isla.
Si bien Obama se refirió exclusivamente al cierre de la prisión (sin dar plazos), y no sobre el conjunto de territorio ocupado por Estados Unidos, este anuncio será aprovechado para presionar, en su próximo viaje a la isla, hacia políticas de mayor apertura tanto políticas como económicas por parte del gobierno cubano.
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Juan Andrés Gallardo
Editor de la sección internacional de La Izquierda Diario