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Red Internacional
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NEUQUÉN. El policía asesino de Fuentealba puede volver al Penal de Zapala

Hoy se conoció la resolución del Tribunal de Impugnación de Neuquén, que resolvió favorablemente el pedido del policía Darío Poblete -condenado a prisión perpetua por el asesinato del docente Carlos Fuentealba- para retornar al penal de Zapala.

Miércoles 24 de septiembre de 2014

Poblete se encontraba en la unidad de Detención 11 en Neuquén capital, en un pabellón especial junto a otros policías condenados, como Claudio Salas y Héctor David Méndez, condenados por los asesinatos de Braian Hernández y Matías Casas, respectivamente.

Poblete fue trasladado a Neuquén luego de que se conocieran y se publicaran fotografías que lo mostraban caminando libremente por las calles de esa ciudad, en una muestra de absoluta impunidad.

La vuelta a Zapala de Poblete coincide en esta ocasión con el despido sin causa del fotógrafo que sacó la foto que fue la prueba de estas salidas no autorizadas del cabo de la Policía provincial y con denuncias cruzadas de la propia Policía sobre internas en la fuerza, que habrían llegado a motivar una balacera sobre la casa del subjefe de la institución policial.

¿Coincidencias? No podemos adelantar una conclusión todavía. Lo que sí podemos afirmar es que la gran mayoría de los presos que pueblan las cárceles neuquinas son llevados de un lugar a otro sin importar demasiado los vínculos familiares, y los “privilegios” de los que gozan son las torturas, la violación a sus derechos humanos y el de compartir la celda con ratas en condiciones inhumanas, tal como se supo estos días a raíz de varios casos de leptospirosis de guardiacárceles.

En la provincia de Neuquén, las cárceles y lugares de alojamiento de detenidos son manejados por la propia Policía, por lo que no es de extrañar que los efectivos allí privados de libertad (que no abundan) tengan un pabellón especial y gocen de privilegios, como se ha denunciado reiteradamente. Por todas estas razones sigue siendo más necesario que nunca que las organizaciones de derechos Humanos independientes del Estado puedan entrar a las cárceles para ser parte de estas denuncias.