El titular del BAPRO, Juan Curutchet, brindó una entrevista donde aprovechó a justificar el ataque a los trabajadores del banco.
Sábado 6 de enero de 2018 00:00
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Las declaraciones las publicó el medio La Tecla. Allí Curutchet afirmó, refiriendose a la reforma jubilatoria en el BAPRO, que en medio de la conciliación obligatoria se encuentra “dialogando” con el sindicato, pero que no va a ceder en la intención de robarle el futuro a los trabajadores bancarios, como ya lo hicieron con la reforma previsional en diciembre, y continuarán con la laboral en febrero. Sus palabras apuntan a querer enfrentar a quienes le dan la solvencia a la institución, con el resto de los trabajadores y jubilados bonaerenses, cuando venimos de demostrar el 14 y 18 de diciembre la voluntad de los trabajadores de distintos gremios de enfrentar los ataques del Gobierno.
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Desarmando las mentiras de Curutchet
El titular del BAPRO, nuevamente esconde que el régimen previsional del Banco es un régimen especial, y no de privilegio, ya que la mayoría de los trabajadores aportamos durante muchísimos años el 19% de nuestro sueldo, y ahora el 14. Esconde también que aportamos el 100% de nuestro primer sueldo, como también aportamos el 100% de cada primer aumento salarial, tanto paritario como de escalafón. Esconde que hace 20 años la caja de jubilaciones del banco era dueña de una muy importante cantidad de acciones de Provincia Seguros, que permitía autofinanciar nuestro régimen y que nos fue robado por el gobierno peronista de turno.
Las condiciones de nuestro régimen jubilatorio están íntimamente ligadas a los importantes aportes que hacemos durante toda nuestra vida, mucho más elevados que los del resto de los gremios. Las únicas jubilaciones de privilegio que hay en éste país son las de señores como el presidente del Banco Curutchet, y toda la casta política y de funcionarios de Estado que se jubilan con cifras siderales con sólo haber estado en funciones un par de años para saquear a los trabajadores y el pueblo.
También en la nota plantean que los trabajadores del banco nos jubilamos a los 57 años, cuando la enorme mayoría ya nos estamos yendo a los 60, desde que el kirchnerismo nos intentó robar la caja previsional hace 10 años.
El 82% móvil no es un privilegio de los trabajadores. Es una reivindicación legítima e histórica de los trabajadores de todo el país. Pero durante la década del ’90 el peronismo liquidó todas las cajas de jubilaciones llevándolas a la miseria del ANSES. Si la del Banco Provincia quedó viva fue gracias a una durísima lucha que dimos los trabajadores.
Luego Curutchet habla de lo bien que le hará al Banco hacerse cargo del déficit de la caja de jubilaciones de sus empleados. Es el Estado el que debería garantizar el derecho de los jubilados a un salario digno, para poder vivir. Pero desde el veto de Cristina Fernández al 82% móvil, con la reforma previsional de Macri en acuerdo con el peronismo que solo el FIT enfrentó consecuentemente, y con el ataque de Vidal a los trabajadores del BAPRO, como intentará hacer con los docentes de Buenos Aires, queda claro que son garante de los negocios de la clase empresarial y que no son capaces de garantizar los mínimos derechos a los trabajadores que se jubilan.
Por el contrario, nosotros acompañamos la propuesta de los diputados del Frente de Izquierda, como Nicolás del Caño y Nathalia Gonzalez Seligra, de que ningún jubilado sobre por debajo de los $17 mil que establece la canasta familiar, y el 82% móvil y real, junto con la defensa de las cajas de jubilaciones y el rechazo a la suba de la edad jubilatoria.
Cómo seguir
Si Curutchet se da el lujo de afirmar que el gobierno provincial seguirá adelante con el ataque brutal a nuestros derechos laborales, con una ley votada por macristas y kirchneristas que sólo el FIT rechazó, es porque el sindicato nos ató las manos con una conciliación trucha, que no tiene ni asidero legal ni sustento político. A pesar de la enorme lucha que dimos los trabajadores, y teniendo en cuenta que luego de que la legislatura ya había consumado la votación habíamos incluso duplicado nuestras fuerzas, el sindicato aceptó la conciliación, sin consultar en las asambleas de base, e interrumpieron las medidas de lucha.
Pero hay forma de hacer que Curutchet se tenga que guardar sus provocaciones en los medios. Desde TBM/La Marrón Bancaria, que impulsamos desde el PTS junto a trabajadores independientes, que somos parte del Movimiento de Agrupaciones Clasistas de distintos gremios, proponemos que los trabajadores del BAPRO mantengamos las asambleas en los lugares de trabajo para organizar la voluntad que hay para enfrentar este ataque. Exigiendo verdaderos plenarios de delegados con mandatos para que sean democráticos y se expresen todas las voces (y no que sean sólo “informativos”), para retomar un plan de lucha con paro y movilización, que se plantee también la coordinación con otros sectores como los docentes, judiciales y estatales que sufren ataques similares, uniendo nuestras demandas, y en nuestro caso para impedir la instrumentación de la ley que nos va a arrancar un derecho histórico como es la caja de jubilaciones, que de pasar, sentará un peligroso antecedente para el resto de los trabajadores.
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