Crisis política. El primer ministro francés designa un nuevo Gobierno de derecha continuista y destinado al fracaso

Diez días después de ser nombrado primer ministro, François Bayrou anunció este lunes quienes ocuparán los puestos de su nuevo Gobierno. Se trata de un compendio de "hombres fuertes" de un macronismo venido a menos, de la derecha moderada, para mantener un continuismo con la fórmula que ya utilizó su antecesor, el conservador Michel Barnier, y que terminó cayendo por su propia debilidad.

Bayrou ha apostado por pesos pesados, como dos ex primeros ministros, un hecho inédito en la historia reciente del país. Élisabeth Borne será la número dos del Gobierno y estará al frente de la cartera de Educación, a pesar de que ella misma quedó golpeada por haber sido quien llevó adelante y negoció la aprobación de la odiada reforma de las pensiones en 2023.

Por su parte otro exprimer ministro, Manuel Valls, estará en el tercer puesto del nuevo Gobierno como ministro de Ultramar. Valls había sido primer ministro de François Hollande, y hace tiempo que se acomodó en la centroderecha política, desde que en 2017 apoyó a Macron en las presidenciales.

Valls estará a cargo de las colonias francesas que vienen de crisis sociales y políticas sin precedentes. En el caso de Mayotte, que acaba de ser arrasada por el ciclón Chido, implica una reconstrucción total tras el desastre provocado por las políitcas colonialistas e imperialistas de Francia que mantienen a la población del archipiélagó del océano Indico en una pobreza absoluta.

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Lo mismo corre para los territorios de Kanaky o Nueva Caledonia (por su nombre colonial), que vivió importantes movilizaciones contra los intentos de mantener el poder sobre el gobierno por parte de los colonos franceses.

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En Economía, por su parte, Bayrou nombró a Éric Lombard, un empresario que estara a cargo del presupuesto de austeridad para el próximo período.

Los nombres ya conocidos de las anteriores administraciones fallidas se repiten en otras carteras, como en la de Justicia que quedará a cargo el macronista ultraconservador Gérarld Darmanin, que fue ministro del Interior durante la brutal represión llevada adelante contra los manifestantes que peleaban contra la reforma de las pensiones.

Sin sorpresas, Bayrou mantuvo en su cargo al ministro de Interior del Gobierno precedente, Bruno Retailleau, una figura destacada de Los Republicanos (conservadores) y cercano a la ultraderecha en temas como la inmigración.

También se mantuvieron en su puesto varios políticos conservadores, la ministra de Cultura, Rachida Dati; el de Defensa, Sébastien Lecornu; la de Trabajo, Catherine Vautrin; y la de Agricultura, Annie Genevard, además del centrista Jean-Noël Barrot en Exteriores y la ‘macronista’ Agnès Pannier-Runacher en Ecología.

Con todos estos nombramientos que muestran la continuidad de una políitca de derecha macronista que viene de fracaso en fracaso, dificilmente se pueda esperar un resultado distinto.
Es posible incluso que su situación sea más comlicada que la del ya de por si efimero Barnier. Su primera prueba de fuego será su discurso de política general el próximo 14 de enero y aunque el primer ministro aseguró que no se someterá a una moción de confianza, distintas fuerzas de la oposición ya adelantaron qu presentarán mociones de censura.

Desde la extrema derecha, Jordan Bardella, número dos de Marine Le Pen, señaló "Afortunadamente, el ridículo no mata. Desgraciadamente, los franceses no se libran: François Bayrou montó una coalición del fracaso. En 2025, más que nunca, la RN (siglas en francés de Agrupación Nacional) estará ahí para defender y proteger a nuestros compatriotas, mientras esperamos el relevo". De momento no agitan el fantasma de la moción de censura pero sí esperan porder influir en la política del futuro gobierno y aprovechar la debilidad de François Bayrou.

De parte de la centroizquierda, Mathilde Panot, jefa de diputados de La Francia Insumisa dijo "Este Gobierno solo tiene un futuro: la moción censura. Con la caída de Bayrou, el rey Macron quedará desnudo. Su salida es inevitable".

Como señalan nuestras compañeras y compañeros de Révolution Permanente, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario en Francia "El equipo formado por el Primer Ministro es una concentración de burgueses que buscarán imponer un presupuesto de austeridad y aplicar políticas antiobreras y xenófobas. Sin embargo, este gobierno ultrafrágil se enfrentará rápidamente a una aguda crisis política que podría conducir a una nueva censura en el contexto de la revisión presupuestaria. Una inestabilidad política que podría acentuarse, pero cuyo resultado sólo será favorable a los intereses de los trabajadores y de las clases populares a condición de que empiecen a desempeñar un papel en la crisis, con sus propios métodos y sus propias reivindicaciones. Si bien el perfil del gobierno atestigua el creciente agotamiento del régimen, debemos romper con la estrategia de las burocracias sindicales que, como la CFDT, están impacientes con su llegada al poder para reanudar el diálogo social. Para aprovechar la debilidad de quienes están arriba y evitar que la extrema derecha aproveche la bronca, debemos construir una respuesta desde abajo, en torno a un programa que articule demandas sociales y democráticas, busque poner fin a una Quinta República podrida, que no deja de reciclar sus viejas figuras para garantizar las ganancias de los grandes capitalistas".