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Red Internacional
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OPINIÓN. El problema del Hospital Concesionado de Antofagasta: Con el dinero de todos, lucran con la salud pública

La huelga de las y los trabajadores de la empresa Operadora Siglo XXI, una de las 14 empresas subcontratistas de la Concesionaria Siglo XXI, a cargo de las funciones en el Hospital Regional de Antofagasta, destapó como debate regional lo que significa la salud de mercado y el modelo de concesiones hospitalarias.

Viernes 24 de septiembre de 2021

Desde el Sindicato Siglo XXI- en huelga hace más de 10 días y cuya composición es mayoría migrante y mujeres-, han mostrado su fuerza, teniendo que tomar medidas enérgicas para romper la intransigencia de la empresa. Pero, la actitud de la empresa, ha mostrado de cuerpo entero cómo piensan los grandes empresarios: por defender sus bolsillos son capaces de poner todo en riesgo, incluida la salud de todos nosotros.

Las y los huelguistas piden lo esencial: un sueldo digno, un lugar dónde comer. Actualmente, son realmente miserables. Las y los trabajadores de la primera línea, que han puesto el pecho por todos nosotros y han sido los verdaderos luchadores contra la pandemia, no pueden ser denigrados de esa forma. La dirección del Hospital Regional no puede seguir siendo cómplice de estos abusos.

Pero esto es la expresión brutal de un problema de fondo. Un problema estructural de cómo gobiernan este país. Dicen que la empresa privada es más eficiente, que por eso hay que externalizar y concesionar. Supuestamente, si ganan ellos, todos ganamos. Pero, claramente, esto es un engaño. Es exactamente lo contrario: estas empresas viven a costa del Estado y los bajos sueldos, mientras que ofrecen un servicio totalmente deficiente.

Esta es una más de las herencias de estos 30 años por el cual nos levantamos en octubre del 2019. Y los responsables políticos tienen nombre y apellidos y son los gobiernos de la ex Concertación y Nueva Mayoría. Las concesiones hospitalarias fueron propuestas por el gobierno de Ricardo Lagos, mediante la Ley de Concesiones de Obras Públicas. Luego Michelle Bachellet favoreció, antes de su salida presidencial, este camino perfeccionando el marco jurídico con las modificaciones a la Ley de Concesiones del año 2010.

Quienes la impulsan, argumentan que esta permite enfrentar el problema del déficit de infraestructura pública y postergar los pagos tres o cuatro años después de la licitación, lo que permitiría superar la presunta ineficiencia de la administración pública.

La verdad es todo lo contrario. Estudios internacionales no demuestran una mejoría en la calidad de atención producto de las concesiones (estudio de Dr. Vivienne Bachelet, el año 2014). Además, según la experiencia de los primeros hospitales concesionados en Chile (Hospital de La Florida y Maipú), al final del proceso el Estado deberá pagar un 27% más de lo que cuestan los hospitales. Por si fuera poco, los empresarios aumentan sus ganancias por medio de la precarización laboral, con el subcontrato, bajos sueldos y sobrecarga laboral. Los recursos con los que se le paga a las concesionarias provienen directamente del Estado, es decir, nos meten la mano al bolsillo a todos y todas para entregarla en bandeja a los empresarios de la salud, negocio redondo, pero para ellos.

Los políticos de la ex Concertación y la derecha implementaron un modelo que no beneficia a la salud pública, sino que solo formó un nuevo negocio millonario a costa de los fondos públicos y de la precarización de sus trabajadores. Uno de estos beneficiados es el grupo Sacyr, que por medio de la Concesionaria Siglo XXI- que en 2020 reportó utilidades por $3.918 millones-, y sus múltiples empresas “independientes” (que funcionan bajo el irregular modelo del multi-rut, es decir están relacionadas al mismo grupo empresarial) se han hecho millonarios con la salud de toda la población que se atiende en el Hospital Regional de Antofagasta. Pero lejos de entregar un “servicio de primera calidad” han decidido profundizar el negocio, abaratando costos vía la precarización de cientos de trabajadores, pero, además, con un deficiente servicio de infraestructura que se traduce en que el principal Hospital de la segunda región se llueva, tenga fugas de gas o cortes de luz que han puesto en real peligro a funcionarios y usuarios del mismo Hospital. Esto ha sido denunciado por todos los gremios de profesionales y funcionarios/as del recinto médico, como el Colmed, que presentó una carta al Ministerio de Obras Públicas, para que se fiscalice a la Concesionaria y las diversas irregularidades que comete.

Por eso creemos que no debe seguir existiendo el modelo de concesiones. Esto implica quitar la concesión al grupo Sacyr, sin pagar ninguna indemnización, que todos sus trabajadores pasen a ser de planta contratados por el Estado, y que la administración del hospital sea gestionada en forma democrática por sus trabajadores y usuarios.

Las y los trabajadores en huelga del Sindicato Siglo XXI han mostrado no sólo el problema de fondo, sino que también la solución. Han mostrado la fuerza que tenemos los trabajadores y que si nos lo proponemos, podemos hacernos cargo de los grandes problemas sociales que aquejan a la región y al país. Yo creo firmemente que la clase trabajadora, el Antofagasta profundo, obrero y popular, que somos quienes hacemos andar los principales resortes del país, podemos acabar este sistema podrido que sólo nos denigra, se roba nuestra tierra, nuestra vida y que destruye el planeta.