La polémica sobre el proyecto crece. Mientras el gobierno presentó su propuesta de despenalizar el aborto en caso de riesgo de muerte de la mujer, inviabilidad fetal y violación, el debate aumenta y la derecha y sectores conservadores se organizan para denegar cualquier derecho para las mujeres.
Martes 3 de febrero de 2015
A los dichos del rector de la Universidad Católica, respecto de que los médicos que ese hospital no realizarían abortos o que incluso los médicos que estuvieran de acuerdo con este proyecto tendrían que renunciar, se sumaron también otras clínicas privadas y conservadoras, ligadas al Opus Dei, como la Clínica Los Andes o el Hospital Parroquial San Bernardo. El proyecto contempla la objeción de conciencia, sin embargo se está planteando que ninguna de estas instituciones lo realizaría, aun cuando pudiera estar de acuerdo el médico.
También se abrió el debate respecto de los fondos públicos, ya que estas instituciones reciben dineros estatales para su funcionamiento, sin embargo se negarían a cumplir con la ley. La UDI también continúa su campaña contra los derechos de las mujeres, acusando que se trata de ‘totalitarismo’. Los únicos totalitarios son estos sectores, no solo por su vinculación a la dictadura y sus consecuencias, sino también porque son los buscan imponer su visión, moral y política hacia las mujeres.
El derecho al aborto es uno de los derechos sexuales y reproductivos básicos de las mujeres, que existen en casi todos los países del mundo en casos como los señalados, aunque también en muchos otros existe el derecho pleno a la decisión sobre continuar o no un embarazo. En Chile solo se está planteando la despenalización en tres casos, sin embargo aún esto es resistido por la derecha, las iglesias e inclusive sectores de la propia Nueva Mayoría.
El proyecto del gobierno solo se propone despenalizar los tres casos mencionados, sin embargo el problema del aborto es que afecta por año a más de cien mil mujeres, las que tienen que recurrir a la clandestinidad y al riesgo de secuelas, denuncia e incluso cárcel. El académico Ramiro Molina, de la Facultad de Obstetricia de la Universidad de Chile, señaló que la ley es para proteger a la población, no a los médicos, también las dirigentas del Colegio de Matronas apoyan la despenalización del aborto y critican a las clínicas como la Católica y otras de que para cobrar “no tienen ninguna objeción de conciencia” y que sin problemas cobra los fondos del Estado por Fonasa y otros proyectos, pero busca imponer a todos sus trabajadores su visión institucional, a riesgo incluso de amenazar con el despido.
El debate continúa, mientras las organizaciones feministas ya comienzan a organizar el 8 de marzo y a retomar la lucha por el derecho al aborto en todos los casos, de manera legal, segura y gratuita.