Conversamos con Dauno Tótoro, candidato a diputado en Santiago por el distrito 10 y Galia Aguilera, candidata por el mismo cargo en Antofagasta, quienes proponen que todo parlamentario gane lo mismo que un trabajador calificado. Hoy nos cuentan por qué se declaran anticapitalistas.
Sábado 7 de octubre de 2017
Dauno es un joven egresado de la carrera de historia en la Universidad de Chile. Durante sus años como estudiante fue dirigente estudiantil y participó activamente de las históricas movilizaciones del 2011 por la educación gratuita, compartiendo militancia con Bárbara Brito, actual vicepresidenta de la FECH. Hoy se presenta como candidato a diputado por las comunas de Macul, Ñuñoa, Santiago, La Granja, San Joaquín y Providencia.
Más al norte, en la ciudad de Antofagasta, hay una candidata que comparte la propuesta de que los parlamentarios ganen lo mismo que un trabajador calificado. Su nombre es Galia Aguilera, profesora de historia que ha trabajado en diversos liceos de la ciudad y se hizo conocida entre sus pares durante la “rebelión de las bases” que desafió al ex presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo.
Galia encabeza una lista parlamentaria y de consejeros regionales levantada por el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), junto con otros referentes obreros como Lester Calderón, presidente del sindicato de Orica (una fábrica de explosivos para la minería) y Patricia Romo, presidenta del comunal del Colegio de Profesores de Antofagasta. ¿Cuál es el proyecto político que impulsan?
LID: Uno de sus slogans plantea que para enfrentar a Piñera, los grandes empresarios y sus políticos, se necesita una alternativa política anticapitalista, ¿a qué se refieren con esto?
Dauno Tótoro: Uno de los datos que marcan esta elección presidencial y parlamentaria, es la posibilidad de que Piñera vuelva al gobierno. No es menor que el enfoque de su programa sea abiertamente contra-reformista. Piñera ha anunciado que pretende revertir la reforma tributaria, revisar las modificaciones al Código Laboral, cerrar cualquier posibilidad de discutir la gratuidad en la educación y tener una política más represiva aún contra el pueblo mapuche. Sabemos de sobra que la derecha chilena representa la ortodoxia neoliberal, conservadora y el plan económico de los grandes empresarios y el imperialismo norteamericano. Y hoy lo que buscan con un futuro gobierno de Piñera es cerrar por derecha la profunda crisis del régimen político que se abrió justamente en su primer gobierno, a partir de la histórica lucha que protagonizamos los estudiantes. Lo que estamos planteando es que para hacerle frente a eso, necesitamos situarnos desde una perspectiva política clara, que no dude en afectar los intereses y ganancias de los empresarios. Desde ésta óptica debemos desarrollar con más fuerza las movilizaciones por la educación y la salud gratuita, por el fin a las AFP, por acabar con el subcontrato, la precarización laboral y los pilares del Código Laboral de la dictadura. Porque tal como lo vimos con el gobierno de Piñera, los verdaderos opositores a la derecha no fueron los partidos de la Nueva Mayoría, sino que fueron los trabajadores, los estudiantes y las mujeres en las calles.
Galia Aguilera: O sea, nos parece fundamental utilizar las elecciones para develar el plan reaccionario de Piñera y prepararnos para un posible gobierno de derecha. Pero esto significa también explicar por qué Piñera, que encabezó uno de los gobiernos más impopulares del último tiempo, está a un paso de volver a La Moneda. Esto no cayó del cielo. El gobierno de Bachelet terminó moderando su programa de reformas y pactándolo con Chile Vamos, la Democracia Cristiana y los grandes gremios empresariales, abriendo el terreno para que la derecha se recompusiera. Guillier hoy se presenta como continuidad del gobierno de Bachelet, por lo que no constituye una alternativa para frenar realmente a la derecha. Por eso creemos fundamental levantar un programa anticapitalista que, desde los intereses de los trabajadores, se oponga a los planes de los grandes empresarios.
"Los sueldos millonarios o el financiamiento empresarial no son casuales, tienen que ver con que el contenido de la política en este Estado es precisamente una: administrar los intereses de la clase capitalista y los grandes empresarios"
LID: ¿Cuáles son los ejes centrales de su campaña?
Dauno: Una de las ideas fuerza es que todo parlamentario debe ganar lo mismo que un trabajador calificado. Con esta propuesta no sólo queremos denunciar que los sueldos de los parlamentarios chilenos son los segundos más altos del continente, sino apuntar al trasfondo. Para nosotros la propuesta no significa una mera rebaja de ingresos, sino a algo mucho más profundo: a cuál es el contenido de la política. Los sueldos millonarios o el financiamiento empresarial no son casuales, tienen que ver con que el contenido de la política oficial es precisamente una: administrar los intereses de la clase capitalista y los grandes empresarios. Por eso, los empresarios se preocupan de mantener bien pagados al personal político a su servicio. Nosotros sabemos que eso es una fuente de corrupción. Sabiendo esto no resulta es extraño que sean esos políticos quienes nos nieguen derechos tan básicos como la educación gratuita universal, que es una demanda por la cual me he movilizado durante años y que ahora como candidato a diputado, defenderé con la misma fuerza. Es indignante que utilicen como argumento para rechazar la gratuidad la falta de recursos o la desaceleración, cuando sólo los bancos ganaron casi 2 mil millones de dólares en el primer semestre. Los mismos bancos con los que cientos de miles de estudiantes seguimos endeudados.
Galia: En Chile es muy claro cómo opera esta casta política y empresarial. Es cosa de ver los favores dados por los Penta, Luksic, por la industria pesquera, por SQM y tantos otros, a los partidos de Chile Vamos y la Nueva Mayoría. Piñera es quizá el mejor ejemplo de que en Chile gobiernan los grandes empresarios. Desde Antofagasta hemos conformado una lista compuesta por trabajadoras y trabajadores. Nuestro llamado es “trabajador, vota trabajador, no votes a los empresarios”. Nosotros en la casa, en las fábricas, en las minas y en los colegios lidiamos y nos hacemos cargo de grandes problemáticas sociales: la educación de nuestros niños, la precarización laboral, la xenofobia, la violencia de género. ¿Por qué no podemos los trabajadores hacernos cargo de los problemas del país? Un ejemplo de esto es el cobre y los recursos naturales. Nosotros proponemos la renacionalización del cobre bajo gestión de los mismos trabajadores para responder a las problemáticas de todo el pueblo trabajador. También proponemos un plan de emergencia contra la violencia de género financiada por impuestos a las grandes fortunas. No podemos mirar para el lado, hasta la fecha hay 53 femicidios. La violencia a las mujeres es un problema estructural de esta sociedad, no un problema de la esfera privada, y el Estado también es responsable.
LID: ¿Cuáles son las diferencias que tienen con el Frente Amplio?
Dauno: La diferencia fundamental está en el proyecto político. Viendo la campaña de Beatriz Sánchez, es claro que el Frente Amplio ha optado por levantar un programa de reformas sociales graduales que permitan presionar por izquierda a la Nueva Mayoría y eventualmente llegar a acuerdos en el parlamento con sectores de la centro-izquierda de los partidos tradicionales para avanzar en dichas reformas. Este tipo de gestos ya los hemos visto, como la abstención de Giorgio Jackson en el proyecto de desmunicipalización, o el hecho de que el Frente Amplio no ha descartado categóricamente votar por Guillier en segunda vuelta en el caso de que él compita con Piñera. Más en general, buscan un nuevo pacto entre la izquierda y la centro-izquierda para establecer una relación distinta entre el Estado y los movimientos sociales, un nuevo pacto social o como dicen algunos, un régimen político “post transición”. Beatriz Sánchez planteó que si seguimos aplicando las mismas recetas, los resultados serán los mismos de siempre. Pero su apuesta no se diferencia sustancialmente del programa original de la Concertación luego de la dictadura, ni al programa del Juntos Podemos del Partido Comunista y el Partido Humanista. Los resultados de esos proyectos ya los conocemos. Incluso tiene similitudes con el programa original de la Nueva Mayoría. Por algo Revolución Democrática ocupó hasta hace poco puestos de responsabilidad en el ministerio de educación del gobierno de Bachelet. No es casual tampoco que el Frente Amplio incluya al Partido Liberal que lleva como candidato en Osorno a un ex funcionario del gobierno de Piñera.
Galia: Para nosotros es utópico pretender resolver íntegramente las demandas de los trabajadores, los estudiantes, las mujeres y los pueblos originarios sin transgredir la propiedad privada de los capitalistas, y éste es un límite que los reformismos no han podido sortear. Por lo mismo, nuestra perspectiva es desplegar la fuerza social de los trabajadores y el pueblo para arrebatarle a los empresarios los derechos que nos niegan. Nuestro proyecto busca desarrollar la lucha por demandas como la educación gratuita, el fin a la precarización laboral, fin a las AFP, el aborto libre, seguro y gratuito, entre otras, articulándolas con un programa anticapitalista en la perspectiva de un gobierno de trabajadores de ruptura con el capitalismo, que abra la puerta a un nuevo tipo de sociedad, en donde el centro esté puesto en la vida, en satisfacer las necesidades sociales y no las ganancias de unos pocos. Por eso nos declaramos anticapitalistas y socialistas. Si participamos en las elecciones es con esa perspectiva, para construir un partido revolucionario propio de los trabajadores.
"Por lo mismo, nuestra perspectiva es desplegar la fuerza social de los trabajadores y el pueblo para arrebatarle a los empresarios los derechos que nos niegan, y desde ahí abrir la perspectiva de un nuevo tipo de sociedad, en donde el centro esté puesto en la vida, en satisfacer las necesidades sociales y no las ganancias de unos pocos"
LID: ¿Para ustedes qué pasos se pueden dar para la construcción de esa alternativa política?
Dauno: Como decía Galia, el ejercicio de presentar un programa anticapitalista desde los trabajadores, utilizar las elecciones para amplificar a estas ideas y llegar a sectores más amplios que en tiempos normales quizá no podríamos llegar, nos parece que es un aporte en esta dirección. Para nosotros saltar a la arena política es una herramienta para fortalecer la presencia de las ideas revolucionarias en los lugares de trabajo, de estudio y para construir agrupaciones revolucionarias en el movimiento sindical, estudiantil y el movimiento de mujeres.
Galia: Pero de todas formas no nos contentamos con esto. Creemos que en Chile está planteada la necesidad de levantar un partido de trabajadores más amplio, en donde confluyan todos los trabajadores que apuesten por intervenir en la arena política con un programa propio, un partido basado en los sindicatos y totalmente independiente de los partidos de los empresarios. A qué nos referimos con esto. Por ejemplo, la coordinadora No+AFP es una organización basada en los sindicatos que ha logrado convocar a marchas multitudinarias y logró organizar un plebiscito en donde votaron casi 1 millón de personas que se pronunciaron contra el sistema de pensiones, uno de los pilares del a herencia pinochetista. ¿Por qué la coordinadora no podría impulsar o apoyar candidatos obreros propios? ¿No podría hacer un llamado a constituir un partido político basado en las organizaciones sindicales que no sólo se organice contra las AFP, sino que piense un programa político propio de los trabajadores? Si esto sucediera nos parece que sería un paso político muy importante para los trabajadores y nosotros estaríamos dispuestos a participar e impulsar dicho partido, apostando a dotarlo de una orientación revolucionaria, obrera y socialista.