Un 12 de diciembre de 2010 fallecía Adriana Calvo. Referente y cofundadora de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, sobrevivió al horror de la dictadura y dedicó el resto de su vida a luchar contra la impunidad. Amigos y compañeros la recuerdan a través de estos videos.
Gloria Pagés @Gloria_Pages
Sábado 12 de diciembre de 2020 10:56
Adriana Calvo fue una militante íntegra, apasionada, minuciosa, alegre, con una energía arrolladora. Nada la detenía, siempre iba por más.
Era física, graduada en la Universidad de La Plata y docente en la facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Activista y militante universitaria, fue fundadora de la Asociación Gremial Docente (AGD) de la UBA, y su primera secretaria adjunta.
En febrero de 1977 fue secuestrada estando embarazada de su hija Teresa, a quien dio a luz el 15 de abril en el patrullero donde la trasladaban hacia el Pozo de Banfield, con las manos atadas y los ojos vendados. Fue el médico Jorge Bergés, el partero del Circuito Camps, quien cortó el cordón umbilical de su hija.
Sobrevivió a ese circuito del horror, y desde el día de su liberación se dedicó a dar testimonio para ser la voz de los que no habían sobrevivido. Fue la primera testigo del Juicio a las Juntas, y fundó junto a compañeros y compañeras con quienes se fue reencontrando, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.
Más tarde sería cofundadora del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, y del Colectivo Justicia YA!. La anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final la encontró junto a miles en las calles, y encabezando las querellas para lograr el castigo a los genocidas.
Podés leer: Adriana Calvo, una vida dedicada a la lucha contra la impunidad
Podés leer: Adriana Calvo, una vida dedicada a la lucha contra la impunidad
Al poco tiempo, el 18 de septiembre de 2006, desapareció Julio López, y una vez más fue Adriana quien se puso a la cabeza de la lucha por su aparición con vida y de la denuncia del encubrimiento estatal.
Siempre acompañó y estuvo en todos los lugares donde se reclamaba la intervención de los organismos de derechos humanos independientes, apoyando trabajadoras y trabajadores, estudiantes, víctimas de gatillo fácil. Siempre se mantuvo independiente y combatió los intentos de clausurar la pelea no solo por encarcelar a todos y cada uno de los genocidas sino las violaciones a las libertades democráticas a manos de gobiernos que se reclamaban defensores de los derechos humanos.
Esa vida dedicada a la lucha contra la impunidad, sigue hoy dando testimonio, traspasando todas las barreras posibles. Hacemos nuestro, en cada juicio, en cada lucha, su convicción de no abandonar la pelea por encarcelar a todos los genocidas y sus cómplices, por todos los compañeros y compañeras desaparecidas.
Presentamos aquí el recuerdo de algunos de sus amigos, amigas, compañeros y compañeros que nos hicieron llegar a La Izquierda Diario sus palabras.
Margarita Cruz, integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, sobreviviente de la Escuelita de Famaillá, Tucumán.
Osvaldo Barros, integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, sobreviviente de la ESMA.
Myriam Bregman, abogada en juicios de lesa humanidad, diputada FITU
Myriam recordó que cuando fue abogada de las víctimas en el juicio contra el cura genocida Von Wernich “como a Adriana Calvo, sobreviviente, que parió en cautiverio, que fue la primera testigo en sentarse en el juicio a las juntas, la desvelaba acusar a Von Wernich y a sus jefes Etchecolatz y Camps, porque con su picana, con sus golpes, provocaron decenas, decenas de abortos en detenidas desparaceridas que llegaban embarazadas a la sala de tortura. Nunca, nunca, se escuchó a Aguer ni a ninguno de ellos levantar las voces por esas vidas, por esos casos, por esas mujeres”.
Irene Ippolito, integrante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos,
Este sábado, sus compañeros y compañeras de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos le harán un homenaje.