El 4 de diciembre se realizará el referéndum sobre la reforma constitucional propuesta por el Primer Ministro Matteo Renzi. Los principales diarios financieros del mundo siguen con atención las consecuencias del resultado.
Miércoles 30 de noviembre de 2016
El próximo domingo, el mundo de las finanzas y los analistas políticos tendrán puestas sus miradas sobre el resultado del referéndum italiano, no sólo por lo que concierne al régimen político y sus consecuencias en la economía de Italia, sino también, por el impacto que puede llegar a tener sobre la UE, ya golpeada por el efecto del Brexit.
La victoria de Donald Trump en la principal potencia imperialista bajo un discurso contra el establishment desde la derecha, potencia las posibilidades del voto NO en este referéndum, ya que Renzi es visto como representante del establishment y cuenta con el apoyo de las principales instituciones financieras.
Vale aclarar que la importancia de este referéndum radica en que se ha convertido en un plebiscito de sostenimiento al actual gobierno. Fue el propio Renzi quien en pos del éxito del SI pretendió personalizar la reforma, manifestando que, en caso de perder, renunciaría a su cargo.
Recordemos que la reforma propuesta avanzaría en una mayor bonapartización del régimen, con la supresión del "bicameralismo perfecto", la pérdida de atribuciones legislativas al Senado, y la mayoría automática en el parlamento a la fuerza que gane las elecciones, otorgándole el 54% de los asientos en la Cámara. De esta manera, se busca darle mayor "gobernabilidad" a un país que ha tenido 65 gobiernos desde 1945.
Pero el escenario para un triunfo del SI es hoy desfavorable. A diferencia de las encuestas en Inglaterra o EEUU que daban como improbable los triunfos del Brexit o de Trump, en esta previa el NO lleva una leve ventaja.
Esta situación abre mayores niveles de tensión e inestabilidad, en un país cuya economía se encuentra en una delicada situación. A los riesgos que penden sobre las instituciones bancarias, se le suman el bajo crecimiento del PBI que este año cerrará en un 0,8%, una deuda pública que representa el 135% de su PBI, y la caída en las inversiones públicas de un 30% desde el inicio de la crisis, representando sólo el 2,2% del PBI, el nivel más bajo de los últimos 25 años.
En los últimos días fueron varias las columnas de diferentes diarios y semanarios internacionales que dieron cuenta de las implicancias del resultado, en claro posicionamiento por el SI. Por ejemplo, el diario británico Financial Times publicó una editorial escrita por el codirector Munchau donde dice que un NO pondría en riesgo a 8 instituciones bancarias (Monte dei Paschi di Siena, la Popolare di Vicenza, Veneto Banca, Carige, Banca Etruria, CariChieti, Banca delle Marche y CariFerrara) y lo fundamenta del siguiente modo:
"Renzi ha prometido una solución de mercado para resolver el problema de 4.000 millones de euros del sistema bancario italiano. En el caso de dimisión de Renzi, los banqueros temen la prolongada incertidumbre durante la creación de un gobierno técnico". Incluso en un artículo previo, llegó a plantear la hipótesis de que el NO entrañaría la salida de Italia del euro.
Con la misma alarma, pero menos catastrófico, el Wall Street Journal planteó que un resultado negativo en el referéndum puede hacer caer los títulos bancarios en Italia y el posterior debilitamiento del euro, y citando a Wolf Von Rotberg, analista económico del Deustche Banke, sostiene que el resultado "servirá para establecer el tono para el 2017 sobre el clima político y las inversiones en Italia y en Europa."
Pero el principal diario norteamericano fue más auspicioso respecto a la conformación de un gobierno técnico en caso de derrota de Renzi, señalando que la conformación del mismo sería el escenario menos dañino, contraponiéndolo a la posibilidad del ascenso al poder del Movimiento 5 Estrellas en eventuales elecciones anticipadas, "que podría ahuyentar a los inversores, y plantearía un referéndum sobre el euro, desestabilizando todo el sur de Europa".
La banca de inversión Goldman Sachs, también se refirió a los riesgos de previsión sobre el crecimiento del país, y que si vence el No "dificultaría la posibilidad de recapitalizar la banca italiana, ya muy debilitada".
Según la japonesa Norihiro Fujito, estratega de inversión del Bank of Tokio - Mitsubishi - UFJ y el Morgan Stanley Securities, el referéndum constitucional del 4 de diciembre, junto a la próxima cumbre del Opec, será uno de los nudos fundamentales para entender el humor del mercado internacional en los próximos meses.
Además de los sectores representativos del establishment, también se posicionaron a favor del SI la OCDE, y líderes mundiales como Obama y la propia canciller alemana Angela Merkel.
En tanto, los partidarios del NO responden a un heterogéneo espectro político, que va desde un sector del gobernante PD encabezado por Bersani, que muestra las dificultades de Renzi por hegemonizar a su propio partido, la extrema derecha de La Liga Nord liderada por Salvini, Forza Italia de Berlusconi y el ascendente Movimiento 5 estrellas de Bepe Grillo (que igualmente, estuvo atravesado por una crisis en la asunción en el gobierno de Roma).
El "NO" de la izquierda y los movimientos sociales
También, pero desde otro ángulo, promueven el No los movimientos sociales y políticos de la izquierda que llaman a un "NO Sociale", llamando a un rechazo al autoritario proyecto de reforma de Renzi y su política de ajuste, la flexibilidad laboral encarnada en la ley de Jobs Acts, entre otros, y se delimitan políticamente del espacio a la derecha. Estos sectores, vienen de realizar una manifestación en la ciudad de Roma el pasado domingo, con la participación de decenas de miles de personas.
En definitiva, una nueva incertidumbre sobrevuela por estos días en el mercado de las finanzas internacionales, y esta vez es Italia la que se pone en el centro de la compleja situación geopolítica europea. Una situación de polarización política y social, donde crecen los populismos de derecha, reforzados tras el triunfo de Trump, y que tiene como fondo, no sólo el bajo crecimiento económico, sino también la irresuelta crisis migratoria, provocada por la propia responsabilidad de la política bélica de los diferentes estados imperialistas, generando la huida desesperada de millares de inmigrantes que en un gran porcentaje perecen en las aguas del Mediterráneo.