Calama se encuentra entre las ciudades del plan “calle sin violencia” que tanto se ha tomado el centro de la política esta semana. El regionalismo verde y el Frente Amplio responden al problema de la seguridad con la agenda de la derecha, se necesita un programa independiente de la clase trabajadora que responda a los problemas de fondo para enfrentar el narcotráfico y la delincuencia.
Miércoles 19 de abril de 2023
Si bien el problema del aumento de la delincuencia en la comuna es algo que nadie puede negar, lo que se refleja en el aumento de las tasas de denuncias del último año, donde cada 100 mil habitantes el número llegó 2.341, 5 denuncias por delitos de mayor connotación social [1], nadie ha planteado cómo resolver los problemas de fondo que llevan a una mayor descomposición social, sólo “soluciones” rápidas que no son más que un parche a la realidad que viven miles de familias.
La política del gobierno de Boric en la comuna, desde el Frente Amplio(FA) y la Federación Regionalista Verde Social(FRVS) con sus principales figuras como el senador Esteban Velásquez, el alcalde Eliecer Chamorro y el delegado presidencial Miguel Ballesteros sólo ha sido plantear la militarización de las fronteras, más carabineros y mayores recursos para esto, una política que en muchas partes ha fracasado y que ha demostrado que sólo sirve para aumentar más la violencia.
Y es que aquellos personeros políticos y autoridades de la comuna buscan tapar el sol con un dedo, buscando “soluciones” que nublan la vista ante los reales problemas de la comuna, es más, muchos de estos tienen relación a por qué la delincuencia aumenta o la propia naturaleza de la sociedad se va descomponiendo, intentan ocultar lo que este sistema provoca y reproduce en la mayoría de los sectores populares.
Una realidad económica y social que no se resuelve con más carabineros ni con la militarización de las fronteras
Mientras Chamorro(FRVS) y Ballesteros(RD) hacen populismo mostrando en los medios locales cómo suben a helicópteros de la policía para el patrullaje, nada dicen y menos plantean soluciones a las condiciones de vida que viven miles de calameños, no hay solución a problemas de cómo el 10,6% de la población se encuentra sumida en la pobreza [2], mientras tanto la inflación que anualmente bordea el 12% se come los sueldos de las y los trabajadores como no se veía hace 17 meses en el país.
¿Cuál es la salida más fácil para las autoridades del gobierno de los movimientos sociales en la comuna y que hoy se unen al coro reaccionario de la derecha?, para estos es militarizar la frontera condenando la migración como uno de los factores de aumento de la delincuencia y reforzar la cantidad de carabineros y su equipamiento.
Hace meses que esta es la política de la FRVS y el FA en Calama, pero ninguna resuelve lo problemas que trae la pobreza como es el no derecho a la vivienda de la población que vive en cinco campamentos o que más del 17% de la población viva sin servicios básicos en sus hogares y de manera hacinada, así mismo no se plantea qué hacer ante el aumento del desempleo que llegó casi al 9% superando la media nacional, menos con los niveles de informalidad que superan las 24 mil personas en la comuna [3].
La descomposición social y la decadencia del capitalismo: un regadero para el fortalecimiento del narcotráfico y la delincuencia
Sin resolver los reales problemas descritos anteriormente, es imposible poder atacar las formas en que la sociedad se descompone, esto le da paso a los llamados delitos de menor y mayor connotación social, y de los cuales muchos tienen relación al aumento de narcotráfico en la comuna.
Eliecer Chamorro al igual que el populista de Carter en La Florida, ha llevado adelante la demolición de casas ligadas al narcotráfico estas últimas semanas, como si esto fuese a terminar con ello. Pero la realidad es otra, la degradación de las condiciones de vida de la población son parte del caldo de cultivo que fortalecen el narcotráfico, y es que en la descomposición del capitalismo que arroja a la miseria a miles de familias agarra un problema de la esfera social, como lo es el reclutamiento de jóvenes provenientes de los mismos sectores que no puede separarse –salvo en el criminalizador discurso oficial– de las condiciones de desempleo, falta de acceso a un oficio, vivienda, salud, educación y cultura que sufre la juventud.
A la FRVS y al FA, realmente no les interesa acabar con el narcotráfico, y es porque así como han buscado que las y los trabajadores y sectores populares siempre comamos de las migajas o la voluntad de los grandes empresarios de cómo repartir mejor la torta, combatir realmente este problema tiene relación a enfrentar y combatir uno de los aspectos más aberrantes del capitalismo, y de quienes lo sostienen.
Hay ejemplos claros que muestran, como es el caso de los informes de la ONU, que confirman cómo la exportación de drogas es una más dentro de la canasta de exportación e importación de los commodities. Esto quedó al descubierto en el reportaje durante la semana pasada en CHV, donde el tránsito del tráfico de cocaína desde Colombia y Perú hacia EE.UU y Europa en Chile se hace desde el Puerto de San Antonio en manos de empresas privadas, lo mismo pasa con todo el dinero que corre de mano del narco y es blanqueado por grandes bancos en el exterior, como fue el caso de HSBC en EE.UU. donde se han lavado miles de millones de dólares. Es decir, hoy no se puede entender el narcotráfico si no es como parte de una rama productiva más y la descomposición misma del capitalismo.
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La hipocresía de Velásquez y el mayor incentivo a carabineros
El senador Esteban Velásquez que votó en contra de la Ley Nain-Retamal en general en el Senado, durante la semana declaró que carabineros necesita mayores incentivos, sobre todo los que hacen patrullajes y controles. Esto que para él, fortalecería a esta institución se suma a su férrea defensa siendo uno de los promotores de la militarización de las fronteras.
En su discurso Velásquez se ha mostrado en contra del narcotráfico y la delincuencia, pero busca fortalecer una institución que está empapada de un prontuario criminal y que ha estado relacionada con el mismo narcotráfico. Es más, exige incentivos monetarios días después de que se demostrara que la ley Nain Retamal es una ley de gatillo fácil con el asesinato de David Toro un joven de 19 años en San Antonio, donde las declaraciones de los testigos han tirado por el suelo la versión de carabineros de tráfico de drogas e intento de dañar vía atropello, cuando en realidad el joven bajo del auto y fue dado a muerte con 7 balas en la cara.
El regionalismo verde social de Velásquez está lejos de querer combatir el narcotráfico y la delincuencia, porque requiere tocar las instituciones que defienden, además de siempre haber levantado un programa político que busca administrar las migajas de los grandes empresarios, y hemos visto cómo combatir el narcotráfico también es combatir a los capitalistas responsables de esta situación.
Fortalecer a carabineros mediante incentivo, es seguir incentivando el mercado negro del tráfico que dice querer combatir, es seguir fortaleciendo a las bandas de los narcos y es que hay estudios que vinculan a esta institución criminal con el narcotráfico como se expresa en la columnade Dauno Tótoro, donde la relación entre policías, militares y carabineros con la venta de armas y tráfico de drogas están íntimamente ligadas, y para qué hablar de los 28 mil millones de fraude contra el Estado por parte de carabineros, algo que todos y todas conocemos.
Ni el regionalismo verde social ni el Frente Amplio darán una salida real a los problemas que llevan y mantienen la delincuencia, menos al narcotráfico. Buscan fortalecer a quienes tienen directa relación con el narcotráfico y a quienes tienen directa relación con la violación a los DD.HH como lo vimos durante el estallido social y ahora con la muerte de David Toro, primera víctima del gatillo fácil, no se puede incentivar a una institución corrupta, torturadora y asesina.
La discusión sobre el narcotráfico tiene gran importancia para la clase obrera
Esta discusión es de gran importancia para la clase obrera; es desde la acción de ésta en lucha contra el sistema capitalista, que se podrá dar una salida en función de los intereses de las grandes mayorías explotadas y oprimidas. Y como queda demostrado el narcotráfico es parte de una rama más dentro del capitalismo y con ello todas sus consecuencias más descompuestas.
Por eso es que para combatir la delincuencia hay que partir por combatir su principal negocio, tirando abajo todos aquellos mecanismos financieros que permiten el blanqueo de capitales de empresarios asociados y políticos que puedan estar involucrado, el narco no puede existir si no es con la tutela del propio Estado que administra los negocios de los capitalistas.
Por lo tanto, es necesario por una parte expropiar la banca privada y la nacionalización de la banca en Chile, así como en Latinoamérica, así mismo nacionalizar los puertos que son las vías del tráfico bajo el control de las y los trabajadores, y con ello el monopolio del comercio exterior. Todo esto tiene que ir acompañado de terminar con las desigualdades bajo el capitalismo, terminando con la pobreza y la precarización de la vida, la crisis no la podemos seguir pagando las y los trabajadores junto a los sectores populares, con una inflación que no da respiro es necesario conquistar medidas urgentes, como el un aumento inmediato de un sueldo mínimo de $650.000 por sobre la línea de la pobreza, y que ante cada aumento de la inflación todos los salarios suban acorde, repartir las horas de trabajo entre trabajadores y desempleados, el derecho a la vivienda bajo un plan llevado adelante por los comités de vivienda y los trabajadores, el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad, todo esto financiado con las riquezas del cobre y el litio, lo que debe ser controlado por las y los trabajadores junto a las comunidades.
Si las y los trabajadores no ponemos nuestra agenda política al centro, en miras de resolver estos problemas de fondo, ninguna política represiva y securitaria acabará con la delincuencia ni el narcotráfico.
