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Red Internacional
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PANDEMIA Y EDUCACION. El robo del CAE: Endeudamiento de estudiantes y sus familias en tiempos de COVID 19

La crudeza de la pandemia se siente con fuerza, y el gobierno busca a como dé lugar cargar la crisis en los hombros del pueblo trabajador. Un estudio presentado por la Fundación SOL refleja una alarmante situación de morosidad que viven cientos de miles de jóvenes producto del Crédito con Aval del Estado (CAE) ¿Qué salida le queda a los estudiantes y sus familias frente al endeudamiento?

Miércoles 20 de mayo de 2020

Alarmantes son las cifras entregadas en el último informe elaborado por los investigadores Marco Kremerman, Alexander Páez y Benjamín Sáez de la Fundación SOL, en el que señalan la complicada situación de unos 559.058 deudores por medio del Crédito con Aval del Estado (CAE), y donde 248.699 se encuentran en situación de morosidad y donde sólo el 76% de ellos terminaron sus respectivas carreras, pesando en sus bolsillos más de 4,5 millones de pesos como promedio.

Tales cifras se evidencia en el marco del rotundo fracaso por parte de la bancada del Partido por la Democracia (PPD) hace unas semanas, no prosperando el proyecto de ley que buscaba suspender los pagos del CAE, haciendo alusión a que esto sería inconstitucional al estar en juego el financiamiento por parte del Estado. Ni siquiera una medida tan pequeña y migajera como suspender un pago de una deuda estudiantil que es realmente fraudulenta fue aceptada.

Cabe señalar, que ya anteriormente el actual ministro de educación, Raúl Figueroa, señaló que no era necesario llegar a la situación de suspensión del pago de créditos, puesto que estos se podían realizar vía online, y realizar la reprogramación de créditos en el caso de que fuese necesario. Es decir la máxima insensibilidad hacia los estudiantes, que año tras año deben endeudarse con tal de poder titularse de una carrera, y salir a un mundo laboral que tampoco asegura la estabilidad de aquellos técnicos y profesionales en la actualidad.

La brutalidad del copago y la deuda en medio de la pandemia

Sin embargo, la actitud más despreciable del gobierno, viene de la absoluta insensibilidad hacia aquellos estudiantes que pueden costear sus estudios a través del denominado “copago” donde frente a una diferencia entre el conocido como “arancel real” y “arancel de referencia”, terminan siendo los mismos estudiantes afectados y sus familias quienes deben pagar la universidad, una situación totalmente descabellada en plena crisis económica y sanataria producto del COVID19.

Una situación en que la tasa de desempleo se encuentra en un 8,2%, y donde algunos economistas señalan que incluso podría llegar al 15% para este año 2020. Es decir endeudarse y pagar en medio de una de las peores crisis de las que se haya tenido memoria, y frente a un gobierno totalmente incompetente frente a las necesidades exigidas frente a la pandemia, y con una política criminal exponiendo a miles de familias al contagio por una parte, y salvando las ganancias de los grandes empresarios por otro.

¡Echemos abajo esta educación de mercado!¡Condonación total de los deudores!¡Educación gratuita ahora!

Los datos entregados por la Fundación SOL son lapidarios el aumento en la morosidad entre los deudores del CAE ha pasado de un 40,1% en el 2018, a un 44,5% durante el 2019, y resulta incierto pensar hasta donde podría elevarse, tomando en cuenta la cruenta situación sanitaria y económica que alberga a miles de familias trabajadoras a nivel nacional.

Has click aquí para acceder al estudio completo de la Fundación SOL.

Ha quedado claro que desde el gobierno, son nulas las intenciones por dar solución a los estudiantes que durante años, vienen luchando por la reivindicación de sus derechos, y estando en el centro la demanda de educación gratuita, con una juventud que logró colocar en jaque al gobierno, y que significó incontables lecciones tanto para el movimiento obrero, el movimiento de mujeres, y distintos sectores que desde entonces han venido saliendo activamente a la lucha, coronando su punto máximo en el 18 de Octubre, comienzo del denominado estallido social.

La educación no puede seguir siendo un privilegio, ni mucho menos que las familias más pobres echen al hombro su financiamiento, en situaciones tan críticas como la que vivimos hoy.

¡Fin al CAE y condonación inmediata de la deuda! ¡Hay que echar abajo esta educación de mercado que segrega ricos y pobres! ¡Educación gratuita, pública, de calidad y de acceso universal!