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Red Internacional
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Universidad. El saber a la medida de la CEOcracia

El día 30 de junio, se realizó el II Congreso de Educación y Desarrollo Económico, de 8.30 a 18.30, en la Usina del Arte, y convocó a más de 1000 interesados. De los debates y ponencias en los paneles no participaron pedagogos.

Domingo 3 de julio de 2016 13:28

En la presente edición del Congreso, presidido por el ingeniero agrónomo Juan María Segura, se renovó el formato con el agregado de la mirada internacional del problema, en este caso, de Chile, Perú y México, además de un economista senior del Banco Mundial Rafael de Hoyos, que trabaja con programas de fortalecimiento de competencias para el mundo laboral en países de la región. Por segundo año consecutivo, profesionales de múltiples carreras se reunieron para debatir sobre el estado actual de la educación argentina.

La otra novedad de esta edición fue la implementación de una encuesta entre quienes se inscribieron en el Congreso, de modo de hablar sobre datos concretos y no sobre insinuaciones de problemas.

El objetivo a largo plazo planteado fue la generación de un cambio que provenga de un sector ajeno a lo puramente educativo.

Así varios de los participantes ya habían expresado sus expectativas:
Oscar Ghillione, director ejecutivo de Enseñá por Argentina, había explicado a LA NACION que este congreso sería una oportunidad para confrontar los desafíos de la educación desde una perspectiva de desarrollo económico. Agustina Blanco, directora ejecutiva del Proyecto Educar 2050, se mostró entusiasmada con la posibilidad de generar un verdadero cambio a partir de este encuentro. Roberto Alexander, CEO de IBM, admitió la necesidad de coordinar la oferta educativa con la demanda del mercado laboral.

Claramente, el objetivo del Congreso era el debate sobre la educación para ponerla al servicio de la empresa y de los grandes capitales, como Bunge y Born y Pérez Companc, quienes participaron de un encuentro en Misiones con el Ministro de Educación de la Nación, E.Bullrich, a través de los representantes de sus “fundaciones”, grupos económicos millonarios a costa de la explotación de los suelos y de los trabajadores.

Sin filtro, Gustavo Iaies, consultor experto en educación dijo que “el sistema educativo no está en condiciones de satisfacer la demanda del mercado, y por otro lado, las empresas no expresan con claridad qué perfil de egresado demandan”.

De cómo satisfacer al mercado

El Gobierno de Cambiemos ya dio muestras de su posición sobre la educación a través de diferentes decisiones como el desmantelamiento de áreas como Educación Artística, Memoria, Coordinación de Publicaciones, Educación Sexual Integral, Convivencia Escolar, Consumo problemático de sustancias, Plan Lectura, Conectar Igualdad, las Orquestas y Coros infantiles, el Plan FinEs, entre otros. Creó por decreto la Secretaría de Evaluación Educativa. Mauricio Macri se reunió con Sunny Varkey, fundador de la consultora Gems Education, empresa interesada en la “productividad docente”. Estas políticas son impulsadas por el Banco Mundial y el FMI.

En la provincia de Buenos Aires, Maria Eugenia Vidal se negó a implementar el boleto educativo gratuito y no da respuesta a los reclamos por la crítica situación edilicia en la que se encuentra la mayoría de las escuelas, el servicio alimentario, las condiciones de riesgo en las que se dan clases cotidianamente, la falta de edificios propios para muchos terciarios.

No hay demasiada novedad si se tiene en cuenta el ajuste que ya aplicaban en la Ciudad de Buenos Aires: el presupuesto para Educación en 2015 tocó el piso histórico del 20 %; se cerraron cursos en todos los niveles educativos; se aumentaron los subsidios a la gestión privada; no se construyeron escuelas y para paliar la situación no tuvieron mejor idea que comprar aulas container.

A través de la Decisión Administrativa 519/2016, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, dispusieron el recorte de $878 millones contemplados en el presupuesto 2016 destinados a universidades nacionales, instituciones culturales y de enseñanza, sociedades sin fines de lucro y empresas privadas.

El presupuesto destinado a las universidades no llega a un 1 % del 5,3% del PBI destinado a educación del cual. Es necesario un aumento urgente al 10 % del PBI para que se sigan desarrollando investigaciones, y se pongan al servicio de la clase trabajadora.

Por el contrario, se permite cada vez más la injerencia del negocio privado, con la excusa de la innovación, como es el caso del concurso “Parque de la Innovación” cuya convocatoria se da en el marco de la creación de la Agencia de Bienes S.E., encargada de vender tierras publicas ubicadas en varios puntos de la ciudad a constructoras privadas

La situación de la escuela técnica no es más alentadora, según una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) del que dependen las 1599 escuelas técnicas del país, más de la mitad de los egresados no encuentran una salida laboral acorde a lo que estudiaron durante seis años. Ya con el gobierno Nac&Pop la precariedad laboral llegaba a las escuelas, con un gobierno cuyos funcionarios son ex gerentes de grandes empresas no se podía esperar otra cosa. Las horas dedicadas a “pasantías”, una herencia que parece no molestarles, no son otra cosa que trabajo precario y mano de obra barata o gratis. Un buen ejemplo es la implementación del plan primer empleo el gobierno de Cambiemos subvenciona a grandes multinacionales como Mc Donalds, a quien acordó otorgarle alrededor de 60 millones de pesos a cambio de contratar jóvenes por sueldos de $4500.

Otra herencia kirchnerista que no cuestionan es la decisión de destinar millones de pesos del presupuesto a la educación privada y católica. Y cuando se apoyan en el hecho real del desfinanciamiento de la educación pública que ya venía realizando el kirchnerismo, lo hacen para justificar sus propios planes de ajuste.

La mala educación recibida

La inclusión educativa y la igualdad de oportunidades, que formaron parte de la retórica kirchnerista, partían de la falacia de considerarlas por fuera de las relaciones sociales en una sociedad estructuralmente desigual.

Según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), en el tercer trimestre de 2012 había 850.000 “ni-ni” en el país, es decir, el 13,2 % de los jóvenes de entre 15 y 24 años (…) Sin olvidar que 2/3 partes de los “ni-ni, son mujeres, muchas de las cuales realizan tareas domésticas en sus propios hogares.
Según Unicef:

…los datos a 2012 indican que hay un 13,9 % de adolescentes que no estudian, no trabajan y no buscan empleo, con disparidades socioeconómicas: en el 30 % de los hogares más desfavorecidos, el indicador alcanza el 16 % (frente al 4,1 % en el 40 % de familias con renta más elevada). También se observan marcadas diferencias entre las provincias

Las pasantías menemistas bajo los K no solo no desaparecieron sino que se perfeccionaron. A partir de 2011, el empresariado (la UIA, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa y la Asociación de Empresarios Argentinos) impuso un nuevo marco legal que habilita a un piso de 400.000 alumnas/os a partir de los 16 años que cursan los dos últimos años del secundario, a realizar pasantías sin remuneración. Como plantea Virginia Macarae:

En las instituciones educativas, el saber, patrimonio de toda ‘la humanidad’ que es creado en definitiva gracias a la actividad de los trabajadores, es ‘robado’ y devuelto parcelado, en una educación ‘segmentada’ que diferencia entre conocimientos de primer nivel, cuyo monopolio tratan de conservar las clases dirigentes, y conocimientos de diversos grados de calidad destinados a la formación de los obreros y sus hijos.

A través del subsidio a las escuelas confesionales, los K han preservado el papel retrógrado de la Iglesia como agente educador e incluso a la religión como parte del currículum pedagógico. Las transferencias para la educación católica en 2013 se pueden calcular entre 5.100 y 6.300 millones de pesos.

El aumento de la matrícula del nivel secundario, que se ha presentado como el mayor logro, no ha logrado evitar el gran problema que se busca ocultar: el fracaso escolar. Bajo el gobierno K más chicos que repitieron en la secundaria y es muy alta la deserción por su situación social. Justamente uno de los índices que expresan las condiciones de desigualdad social y pobreza es la deserción escolar. En la escuela secundaria es entre 2 y 3 veces más elevada que en el primaria.
Una educación al servicio de los intereses de la clase obrera y los sectores populares

Desde la Corriente Nacional 9 de Abril, defendemos la escuela pública como una verdadera conquista de la lucha obrera y popular.

Luchamos por el financiamiento estatal de la escuela pública en todo el territorio nacional y por la triplicación del presupuesto educativo en base al no pago de la deuda externa y el cobro de impuestos a las grandes fortunas.

Luchamos por un sistema educativo público, único, científico, gratuito y laico, íntegramente al servicio de los intereses de la clase obrera y los sectores populares.
La educación tiene que vincularse al trabajo y los contenidos tienen que discutirse entre docentes, trabajadores, sindicatos y jóvenes, en función de las necesidades de la inmensa mayoría y no del negocio privado, garantizando el acceso a la cultura y lo más avanzado del conocimiento científico a la población laboriosa.

Transformar la sociedad para cambiar la escuela, transformar la escuela para aportar en la lucha por otra sociedad sin explotación y opresión. Esa es nuestra pelea.

Desde LaIzquierdaDiario está planteado el debate para los que defiendan la educación pública.