En solo 30 días cayó lo que antes perdía en un año y medio. Devaluación, desregulación de precios y tarifazos, la clave. El salario en dólares, el anteúltimo de la región. ¿Los sindicatos van a esperar las paritarias de mitad de año? La izquierda propone aumento de emergencia y actualización mensual por inflación.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Lunes 8 de enero 10:16
No hace falta hurgar tanto en las estadísticas. Cualquiera que encara el mostrador o la góndola con el sueldo recién cobrado se da cuenta que cada vez vale menos. La carne, el pan, el arroz, la gaseosa, el alquiler, todo se disparó. Muchos “sacrificaron” ya no el asado del fin de semana o el cine, sino directamente las vacaciones que tanto necesitaban. No es que veníamos bien, hace rato veníamos perdiendo con la inflación, pero este último mes fue un mazazo.
Pero igual tomemos las estadísticas de estos días:
El robo al bolsillo es zarpado. Porque es de un saque y porque en enero se repetirá. Además se monta sobre una tendencia que ya venía en picada. Según el Ripte (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) los salarios formales registraron un crecimiento del 37,6% en los últimos cuatro meses, pero la inflación en ese período fue del 54,8%. O sea que hubo una pérdida del poder adquisitivo del 11,1%. Y eso que el Ripte mide los ingresos de quienes están registrados, tienen más de un año de antigüedad, o sea que agarra a los “mejores pagos”.
Esa caída fue en la última parte de la gestión Massa. Si tomamos los últimos años, los datos muestran que antes de la asunción de Milei se habían perdido 28 puntos de poder adquisitivo: 20 con Macri y 8 con el Frente de Todos.
El último dato es otro golpe. La Argentina se ha convertido en uno de los países con el salario mínimo, medido en dólares, más bajo de la región. Son 152 dólares, contra 342 de Bolivia y 440 de México.
¿Qué va a hacer la CGT?
Es evidente que del lado empresario y del Estado (capitalista) defendieron bien su paritaria. Lograron una transferencia de ingresos del bolsillo trabajador a las cuentas empresarias cada vez más grande. El salario cada vez vale menos. La ganancia empresaria aumenta.
La CGT se ha limitado a perder algo (sector privado registrado), algo más (estatales) o mucho (precarios e informales). Pero siempre abajo en el marcador. A pesar de esa caída en los últimos meses de Massa y el primero de Milei, no ha salido a defender el poder de compra. Los empresarios remarcan todos los días, pero las cúpulas sindicales se conforman con discutir paritarias cada 3 o 6 meses, encima con números que van quedando viejos mientras se firman.
A lo sumo se ha limitado a negociar por sector algunos bonos o actualizaciones, siempre a pérdida. No hay peor estrategia. Lo que se necesita es una pelea común, unitaria, de toda la clase trabajadora ocupada, precaria y desocupada.
Las consignas son sencillas:
El método también es sencillo. Las asambleas, la movilización y el paro, como está planteado para este 24 de enero. Justamente, con la derrota del DNU y todas las leyes contra el pueblo trabajador, el reclamo salarial tiene que ser una de las principales banderas del plan de lucha.
Esas propuestas son las que levanta el Frente de Izquierda y sus agrupaciones clasistas.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.