El presidente brasileño se burló de empleados y visitantes del Palacio del Planalto por usar tapaboca, además de insistir con abrazos y apretones de manos, contrariando las medidas de distanciamiento físico.
Miércoles 8 de julio de 2020 20:56
El presidente brasileño se burló de empleados y visitantes del Palacio del Planalto, por usar tapaboca, además de insistir en apretones de manos y abrazos, contrariando las medidas de distanciamiento físico.
Bolsonaro está acostumbrado a hacer burlas y emitir prejuicios de todo tipo. Subvaluando los reales riesgos de la enfermedad y el enorme saldo de infectados y muertos de Brasil, dijo que “usar tapaboca es cosa de ‘gay’”, en abierta homofobia.
Personas que habrían frecuentado el Palacio del Planalto durante la cuarentena relatan que Bolsonaro burlaba a todo momento a la gente que estaba usando tapaboca, incluso a los propios empleados de la sede del Ejecutivo. Con chistes de todo tipo, incluso homofóbicos, el presidente cotidianamente atentaba contra todas las medidas de seguridad y distanciamiento físico, como mostró la columnista Mônica Bergamo en el diario Folha de S.Paulo.
La incompetencia del Gobierno de Bolsonaro está acarreando consecuencias negativas a la población, sobre todo a los sectores más pobres y a las negras y negros. Desde que fue elegido en 2018, pero especialmente ahora durante la pandemia, se puede ver la total desidia con respecto a las condiciones de vida y trabajo de la población, mediante decretos y la demora en liberar partidas presupuestarias para la ayuda a quienes la necesitan con urgencia.
Durante toda la pandemia el presidente brasileño quebró las medidas básicas de protección, como el aislamiento social o el uso de tapaboca, entre otras. Según relatos de personas que estuvieron con Bolsonaro, el presidente no usa tapaboca, siempre saluda a la gente con apretón de manos y llegó a burlar a visitantes con comentario como “tapaboca es cosa de gay”.
Los ataques de Bolsonaro a la población LGBT no son de hoy. En entrevistas ha hecho comentarios como “como gustar de gay a nadie le gusta”, o “cuando tu hijo empieza a tener actitudes homosexuales, es solo pegarle que se resuelve” entre otras frases llenas de prejuicios e incentivos al odio a ese sector de la población que ya sufre la violencia y altos índices de asesinatos.
Esas actitudes reafirman su intención de agradar a sectores conservadores y de la extrema derecha de su base, y minimiza la crisis sanitaria para satisfacer la sed de ganancias de los empresarios.
En Brasil la posibilidad de hacer cuarentena está asegurada para unos pocos, y no hay testeos masivos, ni siquiera para las trabajadoras de la salud. Bolsonaro incumple y ridiculiza las medidas preventivas, sabiendo que tendrá testeo, internación y medicación garantizados en caso de que su salud sufra complicaciones. Pero la realidad es muy distinta para muchos trabajadores, lanzados a las penurias de la enfermedad o a la muerte.
