Informe Oxfam revela que 1% de la población se llevó el 82% de las riquezas del planeta.
Martes 23 de enero de 2018
Millones de personas en todo el mundo se han movilizado exigiendo a los diferentes gobiernos derechos mínimos que cualquier trabajador, mujer o joven debiera tener. Sin embargo, la respuesta siempre es “no hay recursos suficientes”. Pues bien, no estamos locos al afirmar que esa frase es una mentira, y que está formulada muy de cerca con los empresarios dueños de las grandes empresas que sí tienen todos sus derechos asegurados, y no podríamos esperar otra cosa si son quienes se llevan todas las ganancias fruto de nuestro trabajo.
Prueba de esto es el informe publicado por la ONG Oxfam "Premiar el trabajo, no la riqueza", cuya mayor conclusión es que el año 2017 que recién pasó, el 1% de la población se llevó el 84% de las riquezas de todo el planeta.
¿Casualidad? No. Se trata de una minoría de la sociedad, de la clase capitalista, que roba "legalmente" el trabajo de la gran mayoría de la población, la clase trabajadora, para su propio beneficio, y por supuesto, desde la comodidad de sus sillones y privilegios. Se trata del capitalismo, un sistema donde una minoría de propietarios es dueña de las riquezas, tierras, minas, bosques y campos, mientras la gran mayoría debe vivir con salarios miserables para poder vivir. Hoy casi 3.700 millones de personas viven en la pobreza.
Los grandes capitalistas explotan a las y los trabajadores para aumentar sus ganancias, se llevan todas las riquezas, y después sin escrúpulo alguno, dicen por medio de sus partidos empresariales, que no hay recursos suficientes para educación, salud, vivienda, ningún derecho. Tal y como señala el informe: “En 12 meses, la riqueza de esta élite (el 1% de la población) ha aumentado en 762.000 millones de dólares. Esta cantidad equivale a lo necesario para acabar con la pobreza extrema en el mundo hasta siete veces.”
Además, el informe señala que: “Entre 2006 y 2015, los salarios aumentaron una media de un 2% anual, mientras que la riqueza de los mil millonarios se incrementó en un 13%, seis veces más.” En América Latina, la riqueza de los multimillonarios creció en 155.000 millones de dólares en 2017.
Más aún, las mujeres son quienes tienen los trabajos más precarios, con una brecha salarial muy grande en relación a los hombres. Según Oxfam además “las mujeres aportan a la economía mundial 10 billones de dólares en trabajos de cuidados no remunerados”.
De las riquezas, las y los trabajadores reciben solo la tajada mínima para poder “mantenerse vivos” y seguir funcionando como herramientas para los patrones, porque sus ganancias, muy a diferencia de los más pobres del planeta, sólo van en millonarios aumentos. La crisis, nunca la pagan los empresarios.
Un sistema diseñado para ricos
No se puede pensar en “una economía a favor de los pobres”, sin pensar en la necesidad de destruir el sistema capitalista y construir una nueva sociedad de conjunto, sin explotación ni opresión, sin un ridículo 1% robando a manos llenas al 99% de la población.
Dentro de los márgenes de este sistema capitalista, cuyos límites son bien defendidos por los gobiernos y sus milicias represivas, no es posible un nuevo modelo.
La única salida es que el gran porcentaje de la población que tiene en sus manos la producción, trabajadores, mujeres y juventud tomemos en nuestras manos nuestro destino, que nos dispongamos a construir, por medio de la organización, una herramienta social y política capaz de acabar con el capitalismo, y romper con las cadenas que nos han impuesto un reducido grupo de personas con sus fieles inversionistas, privándonos de todo derecho a vivir de forma plena, para no tener que entregar nuestras vidas hacia la suma de ganancias en los bolsillos de los grandes explotadores.