En la conferencia mañanera del 17 de octubre el presidente de México anunció la posibilidad de no terminar el tramo 5 del Tren Maya de Xpujil a Chetumal, debido al reclamo de indemnización de los ejidatarios, pero no son los únicos inconformes.
Miércoles 19 de octubre de 2022
El reclamo es por los ejidos despojados para el Tren, así como por la construcción de la carretera Escárcega-Chetumal que tuvo lugar entre 1960 y 1970.
López Obrador señaló que los inconformes no son los campesinos, sino los dirigentes comisariados por lo que planteó que la disputa se podría resolver en asambleas, pues aseguró que “la mayoría de la población sí quiere al tren”. Las asambleas serían para acordar el pago con avalúo en los terrenos por donde pasará el Tren Maya.
Si se comprueba que no se indemnizó, recalcó que se pagará la indemnización más un porcentaje para mejoras en los ejidos. Sin embargo, amenazó que de no aceptar el monto de la indemnización del gobierno, impondría el “derecho de vía” para tomar 40 metros para un solo carril del Tren y que, en caso de que no se llegue a un acuerdo, “se sabrá quiénes fueron los responsables de detener la obra”.
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Al respecto, la gobernadora del estado de Quintana Roo de la coalición de Morena “Juntos hacemos historia”, Mara Lezama Espinosa, anunció que buscará dialogar con los comuneros y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SICT), que es la responsable de indemnizar a los ejidatarios, quienes han realizado bloqueos desde finales de septiembre.
¿Qué hay de los otros conflictos pendientes?
Ejidatarios han mantenido bloqueos desde el comienzo de la construcción del Tren por la falta de pago o el pago injusto de las indemnizaciones proporcionadas por la SITC. Uno de los ejidos que se mantuvo en lucha desde finales del año pasado y ya aceptó su indemnización fue el del municipio de Halachó, que pasó de recibir 4 millones de pesos a 13 millones 100 mil pesos por 27.5 hectáreas en acuerdo con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Este dinero fue repartido entre las mil 825 personas del ejido que cesaron su lucha a principios de abril de 2022.
Las indemnizaciones han sido desiguales en los diferentes ejidos por donde pasará el Tren, desde 20 hasta 91 pesos por metro cuadrado. Por un número similar a las hectáreas de Halachó, en Maxcanú los ejidatarios habían recibido 40 millones de pesos y en Bécal, Campeche por la mitad de las tierras se otorgaron alrededor de 20 millones.
Además, la movilización continúa por parte del ejido Laguna Om, que reclama la indemnización de 120 hectáreas a SICT, así como el pago justo por las otras 133 que el gobierno federal pretende comprar para el tramo 7 del Tren Maya.
En el ejido Sergio Butrón Casas reclaman el pago de 41 hectáreas expropiadas para la modernización de la carretera, así como un pago justo de otras 28 hectáreas donde pasará el tramo 6 del Tren.
En El Ramonal el adeudo pasado es por 64 hectáreas y piden un precio justo por otras 58 hectáreas que necesita el gobierno federal para el tramo 1 en Tabasco.
En el estado de Quintana Roo, El Palmar reclama un adeudo de 36 hectáreas y les pretenden expropiar otras 31.
Por último, está el ejido Sacxán, que pide el pago de 31 hectáreas que se le expropiaron en el pasado y reclama un precio justo para otras 28 hectáreas que se destinarán al megaproyecto.
Comuneros de los ejidos mencionados en el municipio de Othón P. Blanco, Quintana Roo, exigen al gobierno federal el pago de indemnización por el uso de sus tierras desde hace 12 años para la carretera 307.
Por si fuera poco, existe otro amparo particular a resolverse el 14 de noviembre por una mujer de Playa del Carmen, quien acusa a la Sedena de pretender desalojarla de su domicilio sin previo aviso.
Verdades a medias
El presidente mencionó en la misma conferencia del 17 de octubre que ya se había resuelto el tramo Cancún-Tulum, uno de los más problemáticos, “donde nos querían ponchar, donde hay muchos intereses de por medio, muchos billullos”, la realidad es que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) pudo continuar con los trabajos de construcción del Tren debido a su consideración como “proyecto de seguridad nacional”, que le fue asignada luego de que organizaciones ambientalistas reclamaron la ilegalidad del proyecto por haber desmontado amplias zonas de selva sin contar con la autorización de impacto ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
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Entre los correos de la Sedena que fueron hackeados por el grupo “Guacamaya” se muestra que los tramos 6 y 7 del Tren Maya se construyen sin que los estudios técnicos y de impacto ambiental estén concluidos, sólo uno de 36 estudios lo está. Sin dejar de lado que los 7 tramos tienen conflictos y exigencias de pobladores.
Contra el despojo, el ecocidio y el hostigamiento a quienes luchan, urge un plan acorde con las necesidades de la mayoría de la población, en consulta con comunidades y pueblos originarios que habitan en los territorios donde hagan falta obras, y no al servicio de los intereses empresariales y gubernamentales, como se ha hecho en ésta y pasadas administraciones.
A un día de la celebración del Día Mundial de la Protección de la Naturaleza (18 de octubre), las y los trabajadores debemos tomar en nuestras manos la lucha por el medio ambiente y el territorio, en alianza con los pueblos indígenas, con científicos y ambientalistas en aras de evitar la destrucción de los ecosistemas.
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