×
×
Red Internacional
lid bot

Declaración política. El triunfo del Rechazo a la Constitución en Chile y el fortalecimiento de la derecha

El triunfo del Rechazo al texto de una nueva Constitución en Chile expresa un desplazamiento a derecha de la situación y la agenda política. Este resultado no cayó del cielo. ¿Cómo pasamos de una rebelión en 2019 a un triunfo abrumador del rechazo? Publicamos a continuación la declaración política del Partido de Trabajadores Revolucionarios de Chile, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario.

Domingo 4 de septiembre de 2022 23:54

El resultado del Plebiscito para Aprobar o Rechazar el texto de la nueva Constitución en Chile sorprendió a todas y todos. Ni las encuestas previas daban un resultado tan contundente a favor del Rechazo. Con más del 98% de las mesas escrutadas, el Rechazo alcanza 61,9% contra un 38,1% del Apruebo. En todas las comunas de Chile ganó el Rechazo. En comunas claves de la Región Metropolitana como Puente Alto y Maipú, que en la segunda vuelta presidencial del año pasado le habían dado una paliza al candidato de la extrema derecha José Antonio Kast, en favor de Boric, este domingo votaron masivamente por el Rechazo.

Este voto expresa un desplazamiento a derecha de la situación y la agenda política. La derecha celebra y busca enterrar las demandas de la rebelión de octubre de 2019 y todo lo que representó. Lo mismo busca hacer Kast.
Boric citó a todos los partidos para este lunes para preparar un nuevo fraude constituyente, pero la derecha envalentonada decidió esperar para exigir más condiciones. Hay que combatir consecuentemente la ofensiva de la derecha y los nuevos pactos a espaldas del pueblo, la "cocina" [negociaciones por arriba y a espaldas del pueblo] a la que nos tienen acostumbrados, que no significarán nada favorable al pueblo trabajador.

Pero el resultado expresó también un amplio voto en rechazo a la situación económica y social que representa el gobierno de Gabriel Boric. Pese a la sorpresa, este resultado no cayó del cielo. No es casualidad que la derecha haya desplegado una campaña totalmente demagógica hablando de pensiones, salud, vivienda para defender toda la herencia de la dictadura. Boric y su coalición de Gobierno, el Partido Comunista y el Frente Amplio, codo a codo con la ex Concertación [la centroizquierda que gobernó Chile la mayor parte del tiempo desde la dictadura], hicieron una campaña cediéndole sus principales argumentos. Boric ha gobernado estos seis meses implementando recetas celebradas por la derecha y la ex Concertación para que la crisis la pague el pueblo trabajador: ajuste fiscal, un mísero bono invierno, enterrar definitivamente los retiros de fondos previsionales. Las reformas de Boric han sido a la medida de las exigencias del gran empresariado, como un aumento del sueldo mínimo que se lo comió la inflación. La campaña por el Rechazo usó la angustia, la preocupación de llegar a fin de mes y la precarización de la vida para hacer demagogia.

El gobierno no ha tomado ninguna medida de fondo para contrarrestar la crisis económica y social. Lamentablemente, en este contexto la campaña demagógica de la derecha hizo eco en sectores amplios de la población.

Al mismo tiempo, mientras la Convención hablaba de plurinacionalidad a favor del pueblo mapuche, el gobierno mantuvo la política de militarización del gobierno del expresidente derechista Sebastián Piñera, dándole la razón a la derecha en su discurso anti mapuche. En un marco de baja lucha de clases y desvío constitucional, esta campaña derechista caló en sectores amplios.

No sólo eso. El discurso del gobierno y la campaña del Apruebo reeditó la “política de los consensos” de la ex Concertación. Incluso armaron una nueva "cocina" para reformar la nueva Constitución antes de que el pueblo pudiera votar en el plebiscito. Y durante las últimas semanas prepararon un nuevo “acuerdo de unidad nacional” junto a la derecha y preparar el terreno para un nuevo proceso constituyente aún más tramposo, limitado y antidemocrático. Después del resultado, el gobierno reforzó este llamado.

Pero hay razones de fondo, puesto que el gobierno de Boric es una continuidad del "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución" firmado por los partidos del régimen en 2019 para desviar la rebelión. Ahora muchos de quienes impulsaron el Apruebo pretenden echarle la culpa al pueblo por el resultado del plebiscito. ¿Pero cómo pasamos de la rebelión popular en donde todo el régimen de la transición tembló a este triunfo abrumador del rechazo? La Convención no fue el triunfo de la rebelión popular como dice el Frente Amplio, el Partido Comunista, los Movimientos Sociales Constituyentes, la ex Lista del Pueblo, Coordinadora Plurinacional y grupos como el MIT de María Rivera. Al contrario, fue el principal mecanismo que idearon los partidos del régimen y los poderes capitalistas para desviar y neutralizar la rebelión popular. De hecho, fue el propio Boric uno de los protagonistas del "Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución" que salvó al gobierno de Piñera y mantuvo la impunidad a las violaciones de Derechos Humanos. Todos ellos le prepararon el camino a la derecha que fue ganando terreno y fortaleciéndose a medida que desviaban la lucha de clases al terreno institucional.

La Convención Constitucional se mantuvo totalmente ajena a las urgencias populares y se subordinó a todos los poderes constituidos. La revuelta, al no tener a la clase trabajadora al centro, pudo ser desviada e instalar ilusiones en la Convención, la Nueva Constitución, y en que podían resolverse los problemas estructurales del Chile heredado de la dictadura con un cambio constitucional controlado y sin tocar los pilares del capitalismo chileno. El Partido Comunista y la central obrera CUT fueron actores fundamentales en este camino.

No cabe duda que quien capitaliza el resultado electoral son los partidos de la derecha como Chile Vamos y el sector de los ex concertacionistas que llamaron a rechazar la nueva Constitución. Pero es hipócrita echarle la culpa al pueblo sin explicar cómo pasamos de una rebelión popular contra la herencia de la dictadura a un triunfo tan aplastante del Rechazo.

En este momento será fundamental luchar contra la ofensiva de la derecha que buscará enterrar definitivamente todas las demandas de la rebelión y denunciar fuertemente el nuevo pacto de unidad nacional que impulsa el gobierno con todos los partidos oficialistas y de oposición y su nuevo proceso constituyente fraudulento y antidemocrático. Es indispensable poner en el centro un programa para que la crisis la paguen los grandes empresarios y no el pueblo trabajador. Hay que preparar las condiciones para retomar las calles y las demandas de octubre, luchando por acabar definitivamente con toda la herencia de la dictadura, única forma de avanzar en una perspectiva de huelga general hacia una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Para preparar esa perspectiva es indispensable impulsar la lucha por un programa de emergencia frente a la crisis económica y social en un momento en donde la inflación se come el sueldo, aumentan los arriendos, las cuentas y se precarizan las condiciones de vida. Es fundamental reagrupar a las distintas organizaciones sindicales y sociales para esta perspectiva. Las dirigencias sindicales y sociales deben poner fin a su tregua con el gobierno y dejar de crear falsas ilusiones en que se lograrán las demandas con maniobras institucionales; debemos luchar por la independencia del gobierno y los empresarios.

Se trata de demandas fundamentales, como un aumento general e inmediato de los salarios acorde a la inflación de los alimentos y un salario y pensión mínimos de $650.000; por la rebaja de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y cesantes sin rebaja salarial alguna; por detener el aumento de los servicios básicos de agua, luz, combustibles, planteando la expropiación sin indemnización y bajo gestión de sus trabajadores de todas las empresas de servicios básicos que especulen con los precios como ha ocurrido con el caso de Metrogas. Así también, luchar por el juicio y castigo a los represores.