En su octavo largometraje, Daniel De La Vega, se sirve del género una vez más para hablar de la fe, de las creencias y de la religión
Jueves 2 de marzo de 2023 20:31
Juan Conte (Germán Palacios) es un escritor de best sellers, famoso y ateo empedernido que suele debatir con sacerdotes y rabinos. Luego de pasar por un hecho que lo pone al límite de la muerte y que le hace re pensar su idea sobre la fe, conoce a Miriam (Victoria Almeida), una enfermera con al cual empatiza e inicia una relación que lo saca de una vida solitaria. Pero están en peligro: son perseguidos por una persona extraña (César Bordón). Deciden alejarse por un fin de semana y pasar unos días en una casa de campo donde escalará la tensión y el terror más agudo sobrevendrá en la vida de Juan.
El director Daniel De La Vega sabe narrar historias de miedo y El último hereje es una de ellas. Esta vez sin vampiros ni figuras fantásticas. Las criaturas horrorosas son los seres humanos y se vale del género para interpelar fuertemente sobre las creencias, la fe, la religión y el fanatismo.
Filmada a 48 cuadros por segundo, la primera película latinoamericana exhibida en ese formato, le imprime a las escenas híper realismo y nitidez, así las imágenes icónicas de la religión católica, el Cristo en la cruz, la Virgen María llorando sangre, las imágenes de los santos y los rosarios se convierten, en manos de los protagonistas, en símbolos aterradores.
Este último film del director de Al tercer día, Necrofobia, Punto muerto, plantea la fe como motor y es, tal vez, la película más personal del cineasta. Con algunas referencias a directores como John Carpenter, Mario Bava y Mike Flanagan, el film convoca a pensar sobre la muerte y el más allá. El hombre en su laberinto.
Esto dijo Daniel De La Vega sobre su película: “hablar de el último hereje es hablar de un thriller con marcados tintes religiosos y un clima especial que lo tiñe todo de una atmósfera cuasi sobrenatural. Es uno de esos films que está siempre al límite, con un ritmo que no para de crecer y de tensar la narrativa, intentando atrapar, intrigar y, a la vez, dejar sin aliento al espectador. En una búsqueda particular, El último hereje fue rodada en 48 cuadros por segundo para dotar a esta película de una híper realidad que construye un relato sólido y muy personal. El encuadre y la fotografía aportan al relato, haciendo verosímil unan historia que, por su características religiosas, raya lo paranormal y parece adentrase en ese campo donde suceden cosas más allá del entendimiento humano.”
Celina Demarchi
Nació en Berisso, provincia de Buenos Aires. Docente y actriz, participa en la sección Cultura y en distintas producciones audiovisuales de La Izquierda Diario.