×
×
Red Internacional
lid bot

Sociedad. El verano y la escasez de agua

La escasez de agua es una crisis que afecta a distintas localidades de Chile desde hace años, y que se agudiza durante los meses del verano con las sequías. La escasez de agua desata incluso pugnas entre empresas y comunidades como en estos días en Los Caimanes.

Nicolás Miranda Comité de Redacción

Jueves 12 de febrero de 2015

El drama humano

Familias enteras deben racionar el uso del agua, incluso para su uso humano más elemental: asearse, beber, cocinar.

Entrado el siglo XXI, vivir sin agua potable es una triste realidad: más de 417.000 personas en Chile deben abastecerse de pozos o camiones aljibe.
Comunidades enteras languidecen por esta crisis de agua.

Pero no se trata solo del verano, la sequía, y el cambio climático. A estos eventos naturales, se agregan las relaciones sociales que determinan el uso y ditribución del agua.

Pugnas entre empresas y familias

El pueblo de Caimanes depende del agua de las vertientes del Mauro como medio de supervivencia. Pero su supervivencia está amenazada por la minera Los Pelambres que pretende construir un relave donde desechar los residuos tóxicos que envenenan las aguas, además del riesgo de anegar el pueblo con un aluvión. Organizados sus vecinos, lograron que la Corte Suprema impidiera esta acción de la empresa. Pero la empresa desconoció el fallo, obligando a movilizarse con huelgas de hambre, ocupación de rutas, bloqueos de acceso a las obras de esta minera.

El conflicto entre la comunidad de Caimanes y minera Los Pelambres no es una excepción.

En el estudio “Agua en Chile. Diagnósticos territoriales y propuestas para enfrentar la crisis hídrica”, se se registran otros casos. Los conflictos por el uso del agua en la Provincia del Choapa se relacionan con la actividad minera, quienes concentran los derechos de agua consuntivos y generan aumento en los precios, junto con la contaminación en los cauces debido a sus procesos productivos. Los actores locales identifican la escasez de agua para riego y consumo humano. En la Región de La Araucanía, el conflicto es con las empresas altamente demandantes de agua como los monocultivos forestales, la agricultura extensiva y fruticultura de exportación, acuicultura y generación de energía. En la en la Región de los Ríos, los conflictos con las empresas que acaparan el recurso en desmedro del consumo humano son los proyectos forestales e hidroeléctricos.

No solo hay acaparamiento del agua. También se la contamina, como vimos en el caso de Caimanes, o también en Antofagasta recientemente con niños enfermos por aguas contaminadas.

El despojo del agua es brutal. En Comunas como Petorca, sus habitantes no tienen para beber, mientras que las empresas, mineras, consumen, y contaminan, completamente el recurso.

Esta pugna con las empresas, tiene su origen en la pesada herencia dejada por la dictadura.

Otra herencia de la dictadura: la privatización del agua

En dictadura, en el año 1981, se promulgó el Código de aguas que transformó el recurso hídrico en propiedad privada, otorgándole al Estado la facultad de conceder derechos de aprovechamiento de aguas de forma gratuita y a perpetuidad a privados, y permitió que esos derechos se pudieran comprar, vender o arrendar, sin tomar en consideración prioridades de uso.

Además, se refuerza por el resguardo de la Constitución de 1980 aún vigente, que ampara por sobre todo el derecho de propiedad: en su artículo 19, n°24 se establece que “Los derechos de los particulares sobre las aguas, reconocidos o constituidos en conformidad a la ley, otorgarán a sus titulares la propiedad sobre ellos”.

Sobre estas bases, en el Gobierno de la Concertación de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se privatizaron las empresas sanitarias.

Se creó el mercado del agua, que pasó a ser propiedad de un grupo de empresas que la vende a quien mejor paga, por lo general grandes grupos económicos forestales, mineros, hidroeléctricos y agroindustriales.