La primera ministra británica confía en que las urnas le darán legitimidad para conducir las negociaciones del Brexit.
Miércoles 19 de abril de 2017
Durante los últimos seis meses May había reiterado en varias ocasiones que no iba a llamar a elecciones generales anticipadas, previstas para el 2020, porque “no serviría a los intereses del país”. No obstante, su inesperado anuncio la contradice.
A las 11.15 hora local de este martes, May compareció frente a las puertas del número 10 de Downing Street, su residencia oficial y afirmó “Necesitamos una elección general y la necesitamos ahora". De este modo la mandataria, que asumió en junio del año pasado tras la renuncia de David Cameron y sin pasar por las urnas, busca el aval para enfrentar las duras negociaciones del brexit.
May culpó a la oposición y a la Cámara de los Lores de debilitar su postura negociadora con la UE para justificar el adelanto de los comicios. “El país está unido, pero Westminster no”, subrayó la mandataria. A lo que agregó “Los laboristas han amenazado con votar contra el acuerdo final que alcancemos. Los liberal-demócratas han dicho que quieren paralizar la acción del Gobierno. Y los no electos lores han prometido ponernos trabas a cada paso del camino”.
Su anuncio despertó una serie de especulaciones. Un analista del matutino británico The Guardian, se preguntaba en tono irónico si durante las vacaciones parlamentarias de Pascuas Theresa May había sido bendecida por una revelación divina que la llevó a concluir que los intereses de su propio partido eran más importantes que los del país.
La frágil mayoría parlamentaria de May y el estrecho margen de cuatro puntos a favor de la salida de la UE son una mala fórmula para afrontar las complejas gestiones del proceso del brexit iniciado el pasado 29 de marzo. Por otra parte, se estima que las negociaciones más complejas del brexit coincidirían con las elecciones del 2020, con esta perspectiva por delante, May busca legitimarse para conducir un brexit ‘duro’. Lo cierto es que May necesita el respaldo electoral para disciplinar al partido y superar su vulnerabilidad política.
Para la izquierda, el pedido de elecciones anticipadas es una expresión de la debilidad de May, ya que lejos de ser un gobierno fuerte puede ser empujado a dar virajes fuertes por la presión parlamentario.
Se trata de una decisión inteligente, en el 2020 la economía del país seguramente mostrará los efectos de los drásticos rectores y las consecuencias del brexit duro. Y con las expectativas de voto del opositor partido laborista en mínimos históricos ¿qué mejor momento que llamar a elecciones anticipadas?
Sin embargo, la jugada de May implica riesgos. En primer lugar, se ha visto obligada a dar un brusco giro de su política que le ha ganado el mote de “oportunismo electoral”, por ejemplo, para la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, significa poner “los intereses del partido por delante de los del país”. Algunos comentaristas dicen que se trata de un síntoma no saludable, que persigue la eliminación de una discrepancia que puede tornarse en un inconveniente. La otrora defensora de la permanencia en la UE ahora tiene que convencer a sus partidarios de lo contrario y no acepta desacuerdos, ya que el brexit será en sus términos.
Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, de oposición al Gobierno, los líderes del partido Liberal Demócrata y los del partido nacionalista escocés del SNP anticiparon que apoyarán la moción de la primera ministra solicitando al Parlamento la convocatoria al adelanto de las elecciones y que requiere el voto a favor de dos tercios de los diputados.
Por su parte la izquierda ha llamado a aprovechar las elecciones para hacer campañas contra los recortes en salud y educación y a luchar por los derechos de los inmigrantes y de los trabajadores.
