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Red Internacional
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Mundo Obrero. Elecciones en la UOM: cuando lo único imposible es elegir

El 19, 20 y 21 de septiembre se realizarán las elecciones seccionales en la UOM, luego, los secretarios generales electos junto a delegados de cada seccional, elegirán a la comisión directiva nacional.

Jueves 1ro de septiembre de 2016

A fines de septiembre se realizarán en todas las seccionales del país las elecciones a comisión directiva de la UOM, plagada de límites estatutarios para quien quiera presentar lista opositora los dirigentes sindicales buscan renovar su puesto en los sillones en un contexto de ajuste y unificación de la CGT donde Antonio Caló jugó un rol importante como líder de la central obrera.

Si bien la UOM es un gremio poderoso que cuenta con 250.000 afiliados a nivel nacional, con lo que implica este poderío para enfrentar el ajuste del macrismo, las conducciones sindicales vienen dejando pasar miles de despidos y han firmado de hecho una paz social con el Gobierno que le devolvió, a cambio, un reintegro de dinero a las obras sociales.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en las últimas 4 décadas fue conducida 32 años por Lorenzo Miguel y luego 12 por su “sucesor natural” Antonio Caló, (segundo de Miguel en la fábrica Pirelli). Generalmente los representantes de los metalúrgicos son elegidos de esta manera. Lo mismo sucede en las seccionales, algo que tiene muy poco de democrático y se parece bastante, a las “elecciones” en la monarquía.

Las 53 seccionales que tiene la UOM en todo el país eligen a su secretario general en las urnas, pero los requisitos para presentar lista se hacen casi imposibles para quienes quieran oponerse a la conducción oficial.

Además de los secretarios de cada seccional, se suman un poco más de 200 delegados congresales al colegio electoral, que eligen a 11 miembros como Secretariado Nacional, que por lo general es consensuado. De esta forma, las elecciones, producto de acuerdos en el Consejo Directivo entre las distintas líneas internas de las agrupaciones, las de Vandor, Rucci y Vallese, definen la dirección de la organización metalúrgica.

De las roscas que desprenden las internas burocráticas poco saben los metalúrgicos, incluso en muchas seccionales los afiliados ni conocen a su secretario local, en otras se enteran al día siguiente el resultado de las elecciones, y en las mayorías son obligados a votar bajo presión de la patronal y las burocracias locales.

El descontento a la conducción actual recorre las líneas de producción de las distintas ramas metalúrgicas, ya que las paritarias firmadas en junio quedaron por detrás de la inflación, los despidos y suspensiones siguen afectando al sector. En este marco mediante elecciones históricamente antidemocráticas los dirigentes gremiales buscan mantener su sillón.