La candidatura de la Corriente Revolucionaria de Trabajadores (CRT), estará encabezada por la dupla de Pablo Castilla, 24 años, estudiante de familia trabajadora, y Lucía Nistal, 34 años, profesora precaria en la universidad. Estarán acompañados por decenas de jóvenes, trabajadores, migrantes, activistas feministas, LGTBI y antirracistas de diferentes territorios del Estado español. Una candidatura formada desde abajo y democráticamente para luchar por transformarlo todo.
Las elecciones al Parlamento europeo del próximo 9 de junio están marcadas por el alarmante avance de las políticas reaccionarias de los gobiernos de la Unión Europea. Tanto los de la derecha y extrema derecha, como aquellos integrados por socialdemócratas y liberales, como la coalición “semáforo” en Alemania o el gobierno “progresista” español. Guerrerismo imperialista y endurecimiento de las políticas racistas de frontera, complicidad con el genocidio en Gaza, criminalización de la protesta y mayor precariedad de la vida para millones de jóvenes, trabajadores y trabajadoras: estas son las políticas comunes de la Europa del capital.
Después de la pandemia, la crisis inflacionaria se descargó sobre la clase trabajadora y sectores medios arruinados del campo y las ciudades, mientras la banca y las multinacionales recibieron subvenciones millonarias y aumentaron sus beneficios. Ahora desde Bruselas exigen más fondos para la industria de guerra y el rearme militar. Josep Borrell advierte que la guerra “se avecina en el horizonte y no es un asunto menor”. “Cañones o mantequilla”, anuncia la casta política europea y preparan nuevos ajustes al pueblo trabajador.
En este escenario, desde la Corriente Revolucionaria de Trabajadores (CRT) nos proponemos presentar una candidatura anticapitalista, internacionalista y socialista para las próximas elecciones europeas. Para lograrlo tendremos que sortear las restricciones antidemocráticas que impone la justicia electoral, recogiendo los avales necesarios para presentar lista en un breve período de 15 días. Y para ello pondremos toda nuestra energía militante.
Porque ante el camino de guerra, la crisis social y la destrucción del planeta a que nos lleva el capitalismo, queremos que se escuche la voz de quienes pensamos que la única salida es anticapitalista y socialista. De quienes pensamos que la salida es colectiva, con la lucha en las calles y con la autoorganización.
Nuestra candidatura estará encabezada por Pablo Castilla, 24 años, estudiante de familia trabajadora, y Lucía Nistal, 34 años, profesora precaria en la universidad. Estarán acompañados por decenas de jóvenes, trabajadores, migrantes, activistas feministas, LGTBI y antirracistas de diferentes territorios del Estado español, en una candidatura formada desde abajo y democráticamente para luchar por transformarlo todo.
Nos presentamos por primera vez en estas elecciones, haciendo un esfuerzo militante, porque pensamos que es necesario que se escuche la voz de los trabajadores, las mujeres y la juventud, de quienes no nos conformamos con un futuro distópico de guerras, crisis, miseria y catástrofe climática. Una voz de quienes decimos que otra salida es posible, luchando de forma colectiva por el socialismo desde abajo.
Presentamos aquí las siete propuestas principales de nuestra candidatura:
1. Contra el militarismo y la guerra: ¡ni un euro más para el rearme militar!
Desde que comenzó la guerra de Ucrania, con la reaccionaria invasión de Putin y las políticas expansionistas e imperialistas de la OTAN financiando y armando a Zelensky, el militarismo no para de crecer en Europa. El histórico aumento de los presupuestos militares y la promoción de la industria de guerra en todos los países, solo auguran un futuro más negro para las nuevas generaciones.
El gobierno del PSOE y Unidas Podemos se sumó a esta carrera militarista en la legislatura anterior, aprobando los presupuestos más militaristas de la historia en 2023. Un camino que hoy continúan desde la coalición de gobierno del PSOE, Sumar y el PCE.
Es necesario detener esta escalada que amenaza con llevar a los pueblos a nuevas guerras en beneficio de los intereses de las grandes empresas y corporaciones. No a la guerra: ¡Ni Putin ni OTAN! ¡Fuera las tropas rusas de Ucrania, fuera la OTAN de Europa del Este! ¡Abajo los presupuestos militaristas! Ni un euro, ni un arma más para la guerra. Retirada inmediata de las tropas y militares en el extranjero, en Europa del Este, África y el Mar Rojo. ¡Por una salida internacionalista de la clase trabajadora!
2. Alto al genocidio del Estado de Israel: todo el apoyo al pueblo palestino
El brutal genocidio en Palestina, con más de 33.000 asesinados, ha sido posible por la complicidad los Estados imperialistas: ¡Israel asesina y Europa patrocina! El discurso de Europa como un “jardín de los derechos humanos” se muestra como la mayor de las hipocresías. Todos los estados de la Europa imperialista mantienen relaciones diplomáticas, comerciales y militares con el Estado de Israel. Un “consenso” que une a gobiernos de derecha y extrema derecha, con el “gobierno progresista” del PSOE y Sumar. A pesar de sus declaraciones, el gobierno español siguió vendiendo armas a Israel hasta diciembre.
En todo el mundo, millones de las calles nos venimos movilizando en apoyo al pueblo palestino. Desde la CRT somos parte de una corriente internacional de revolucionaros socialistas, que en decenas de países participamos de movilizaciones, plataformas y acciones para frenar este genocidio.
¡Alto al genocidio en Palestina! ¡Ruptura inmediata de todas las relaciones diplomáticas, comerciales y militares con el Estado sionista! ¡Fin inmediato del comercio de armas con Israel! ¡Basta de complicidad del gobierno y las empresas españolas con el genocidio! Sin compartir los métodos ni la estrategia de Hamas, reivindicamos el apoyo incondicional a la resistencia palestina. ¡Por una Palestina única, obrera y socialista, donde convivan las diferentes etnias y religiones!
3. Abajo la Europa fortaleza: papeles para todas y derogación del Pacto europeo de Migración y Asilo
Los gobiernos de la UE acordaron, bajo el auspicio de la presidencia de Pedro Sánchez del Consejo Europeo y aliado con el gobierno de ultraderecha italiano, un Pacto de Migración y Asilo que multiplicará las muertes en la frontera y aumentará la represión para quienes migran. Las políticas criminales de frontera han dejado más de 20.000 muertes en el Mediterráneo en la última década. La UE refuerza sus acuerdos con gobiernos del norte de África y Turquía, para que hagan la labor de gendarmes y encierren en campos de concentración a quienes migran. El nuevo Pacto de Migración implica más criminalización y más tecnología armamentística para la vigilancia de las fronteras. Las leyes de extranjería condenan a millones a ser ciudadanos y trabajadores sin derechos, para así dividir a la clase trabajadora. ¡Nativa o extranjera, la misma clase obrera!
¡Abajo el Pacto de migración y Asilo y las leyes de extranjería! Por el cierre de los CIEs y basta de represión a los que migran. Libertad de movimiento y derechos plenos de ciudadanía y trabajo para todas. Si miles huyen de la miseria que genera el imperialismo en África, Asia y América Latina, hay que ir a la raíz del problema: abolición de la deuda externa a los países semicoloniales y retirada de las multinacionales europeas que roban sus recursos: ¡Basta de expolio a los pueblos del mundo!
4. Que la crisis la paguen los capitalistas, no el pueblo trabajador
Después de la pandemia, la inflación generó una caída del poder de compra de los salarios sin precedente desde los años 70, mientras los beneficios empresariales no dejan de subir. Esto generó una ola de huelgas importante en Francia, Alemania, Reino Unido y otros países. Si en la crisis de 2010-2012 tuvimos que pagar con un brutal ajuste el rescate a la banca, en los próximos meses nos querrán hacer pagar por los millones de los Fondos Europeos, que fueron destinados a rescatar a las grandes empresas. Todo encubierto bajo programas de “transición verde” o digitalización.
Al mismo tiempo, vemos la degradación y los ataques a la sanidad, educación, pensiones y los servicios públicos, así como el avance de la gentrificacion y la descomunal especulación inmobiliaria en las ciudades, que hace prácticamente imposible el alquiler de una vivienda y la emancipación de la juventud trabajadora. Una situación que viene siendo resistida por importantes huelgas sanitarias, educativas, luchas de pensionistas y contra los desahucios. No queremos seguir rescatando a los capitalistas, subvencionando sus beneficios y socializando sus pérdidas:
Nuestra propuesta es la nacionalización bajo control de trabajadores y usuarios de todas las empresas estratégicas, los grandes tenedores de vivienda y la banca. Contra el paro, los salarios de miseria y la precariedad, luchamos por la reducción de la jornada laboral y el reparto de horas de trabajo sin reducción salarial, un SMI de 2000 euros y su actualización mensual ligada al IPC y el fin de la contratación parcial, temporal y las externalizaciones. Defensa de los servicios públicos: aumentos de presupuestos en base a impuestos a las grandes fortunas, entre otras medidas de emergencia.
5. ¡Si los capitalistas destruyen el planeta, destruyamos el capitalismo!
La crisis climática no deja margen para engaños, como lo demuestra el “Pacto Verde Europeo”. Un paquete de medidas impulsado por la UE para supuestamente alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050 y cumplir con las metas del Acuerdo de París. Sin embargo, estas políticas tienen un objetivo muy distinto: mantener los beneficios de un puñado de empresas y corporaciones capitalistas. Por ello las riegan de subvenciones estatales, mientras es la clase trabajadora y los sectores populares quienes pagan los costos de la transición ecológica. A pesar de la retórica, la clave de las políticas de transición ecológica de la UE es la especulación, la transferencia de rentas hacia diversos sectores capitalistas y la promoción de austeridad para las mayorías populares.
En muchos casos, estas mismas empresas hacen “dumping verde”: reciben fondos para la “transición ecológica” en Europa, mientras instalan plantas en los países expoliados por las multinacionales europeas donde hay menos regulación ambiental y pagan salarios más bajos. No hay salida a la crisis climática sin tocar los intereses y privilegios de esa minoría.
Para lograr una verdadera transición hacia una matriz energética sustentable y diversificada proponemos la nacionalización de las empresas energéticas y de transporte, bajo la gestión democrática de las y los trabajadores, junto a comités de consumidores y usuarios populares. Solo un plan elaborado democráticamente desde abajo con el asesoramiento de expertos y grupos ecologistas, permitirá avanzar hacia una reconversión productiva al servicio de los intereses de las mayorías. Una planificación científica y amigable con el ambiente, así como una transición energética no dirigida por el gran capital.
6. Contra los discursos reaccionarios de la derecha: defendamos con la movilización los derechos de las mujeres, el colectivo LGTBI y las migrantes
Los discursos militaristas y racistas animados por la gobernanza europea allanan el camino al crecimiento de la extrema derecha. La ofensiva contra los derechos de las mujeres, las personas LGTBI y los inmigrantes avanzan de forma alarmante. Pero el “mal menor” de quienes aplican políticas que atentan contra las condiciones de vida de la mayoría y lo intentan maquillar con discursos “multiculturales” o de “neoliberalismo progresista” no son ninguna alternativa.
Para pararle los pies a la extrema derecha necesitamos desplegar la fuerza de la clase trabajadora, junto a las mujeres, la juventud y las personas migrantes. ¡Ni un paso atrás en los derechos conquistados! Nuestra candidatura está integrada por decenas de compañeras de la agrupación de mujeres y disidencias Pan y Rosas, en lucha por un feminismo socialista.
Proponemos un plan integral de educación sexual en todos los niveles educativos, plenos derechos al aborto seguro y gratuito en hospitales públicos, casas de acogida sin presencia policial para mujeres y disidencias en situación de violencia de género. Cupo laboral trans garantizado en empleo público y privado, basta de estigmatización a las personas LGTBI. Por la separación de la Iglesia y el Estado.
7. Basta de represión y criminalización de la protesta social
En todos los países de la UE los gobiernos están avanzando en la criminalización de la protesta. En los últimos meses, tienen en la mira a los activistas que se movilizan en apoyo al pueblo palestino. En Francia, compañeros de nuestra organización hermana Revolution Pérmanente han sido citados por la policía por “apología del terrorismo” a causa de su participación en el movimiento contra el genocidio del Estado de Israel. En el estado español, el gobierno progresista ha enviado multas de hasta 600 euros a decenas de activistas que se movilizaron en la universidad complutense contra la presencia de la embajadora de Israel, entre ellas compañeras de la juventud de la CRT y la agrupación Contracorriente. Pero esto es solo la punta del iceberg de un proceso de ataque sistemático a las libertades democráticas. El periodista Pablo González se encuentra preso en una cárcel polaca hace dos años. En el Estado español hay presos políticos y miles de encausados, por haber participado en el movimiento democrático catalán, por cuestionar la reaccionaria monarquía, manifestarse contra la derecha o por organizar un piquete de huelga. Las instituciones de la UE hicieron bloque con el Régimen del 78 en su lucha contra el derecho de autodeterminación del pueblo catalán y hoy la derecha busca su ampara para lograr tumbar la amnistía parcial.
¡Libertad a todos los presos políticos en Europa! ¡Basta de criminalizar la protesta! ¡Amnistía total para todos los luchadores! ¡Por el derecho a la autodeterminación de los pueblos! ¡Abajo la ley mordaza! Abajo la ley mordaza digital y las restricciones a medios extranjeros en territorio europeo. Defensa irrestricta del derecho de huelga y de protesta, anulación de todas las leyes represivas.
La única salida realista es anticapitalista y socialista: ¡Luchemos por una Europa socialista de las y los trabajadores y los pueblos!
En un mundo en crisis, donde suenan tambores de guerra y avanza la crisis ecosocial, la única salida para un futuro que merezca ser vivido es anticapitalista y socialista. A diferencia de quienes nos quieren convencer de seguir votando al “mal menor” contra la derecha, pero son parte de un gobierno imperialista en el Estado español, como PSOE-Sumar-PCE, pensamos que es fundamental una posición independiente de todos los gobiernos capitalistas. Esto es algo que también nos diferencia de Podemos, que desde que les negaron un ministerio y salió del gobierno hace campaña por todo lo contrario de lo que hicieron cuando gobernaban junto al PSOE. Hoy denuncian al militarismo, después de haber aprobado en 2023 los presupuestos más militaristas de la historia. Hoy hablan por izquierda, pero su objetivo sería volver a gobernar con el PSOE, si los dejan. A nivel europeo, defienden la idea de una “Europa por la paz” que es totalmente ilusoria. La UE es capitalista e imperialista, por más que la vistan con discursos humanitarios, y eso no lo cuestionan desde Podemos.
Una salida anticapitalista y socialista como la que proponemos, solo la podemos conquistar mediante la organización y la movilización independiente de la clase trabajadora, junto a las mujeres, la juventud y las personas migrantes. Por eso mismo nuestro socialismo es un socialismo desde abajo, basado en la autoorganización y las más amplias formas de democracia de las y los trabajadores, es decir, lo opuesto al estalinismo y las experiencias burocráticas del siglo XX que terminaron restaurando el capitalismo más salvaje.
Las grandes huelgas y jornadas de protesta, como en Francia en 2023 contra el plan de reforma de las pensiones, o las olas de huelgas en Reino Unido contra la inflación, muestran el camino. Hay que superar las divisiones y la pasivización que imponen las burocracias sindicales, recuperando organizaciones democráticas para lucha. La clase trabajadora en Europa es una fuerza social poderosa que podría paralizar los transportes, los puertos, los bancos, las empresas del metal y de telecomunicaciones, los servicios públicos y la limpieza. Una clase obrera que en las últimas décadas se ha feminizado más que nunca, y que incluye varias generaciones de migrantes entre sus sectores más precarios y explotados. Esa es la fuerza que, si se pone en movimiento, puede cambiar la historia.
El parlamento europeo es una cueva en la que operan todo tipo de lobistas y políticos corruptos al servicio de las grandes multinacionales que expolian a los pueblos y destruyen el planeta. No pensamos que desde adentro de las instituciones de esta Europa del capital se pueda cambiar nada. Presentamos nuestra candidatura para que allí se pueda escuchar una voz anticapitalista, antiimperialista y socialista que vuelva a poner en el centro la necesidad de la revolución social para cambiarlo todo.
Ante la Europa del capital, la guerra y las fronteras, luchamos por una Europa socialista de las y los trabajadores y los pueblos, que destierre el horizonte de enfrentamientos entre los pueblos al que nos conducen los gobiernos capitalistas. Nuestro propósito es desarrollar la lucha y la autoorganización, en la perspectiva de conquistar gobiernos de las y los trabajadores y construir los Estados Unidos socialistas de Europa que, en su primer minuto de existencia, declararía el fin de la opresión de todos los pueblos del mundo.
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