Unión Ferroviaria. Elecciones ferroviarias: la importancia de la oposición antiburocrática

Este miércoles 18 se realizaron los comicios para la elección de los Cuerpos de Delegados y Comisión de Reclamos en cada línea ferroviaria del AMBA (y también en algunas del interior), reteniendo el oficialismo Verde de Sergio Sasia la conducción en la mayoría de las líneas sin grandes diferencias con resultados de las elecciones anteriores (de 2021). Por su parte, la oposición a esta conducción burocrática ratificó su lugar en el Sarmiento con un nuevo triunfo de la lista conformada por la Bordó de Rubén Pollo Sobrero, sector que encarará un nuevo mandato en ese ferrocarril donde también sigue al frente de la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria. En la línea Roca, la más numerosa del gremio, aunque la Verde (Lista 1) sacó el 79 % se mantiene el espacio de una oposición con gran tradición de lucha, especialmente por los pases a planta permanente y los derechos del personal tercerizado, donde además la burocracia pedracista verde perpetró el asesinato del compañero Mariano Ferreyra del que esta semana se cumplen 13 años. La opositora Lista 3 cosechó el 21 % tras superar todas las trabas burocráticas, como el corto plazo para armar lista y la convocatoria casi oculta que hizo la Junta Electoral del gremio, lo que denunciaron en su momento las agrupaciones que comparten el espacio Multicolor que hizo posible a la 3.

Si bien la Naranja ferroviaria, una de las agrupaciones que conformó la Lista 3, hizo campaña electoral planteando (entre varias otras cosas) la necesidad de reformar el estatuto de la Unión Ferroviaria para que los Cuerpos de Delegados sean elegidos por asambleas de cada sector y especialidad para lograr una verdadera representación democrática, varios de sus referentes en el Roca también consideraron importante destacar que si existiera un criterio de proporcionalidad en lugar de “lista sábana” como es ahora, por cada 10 delegados habría 2 de la oposición (totalizando aproximadamente 12 delegados titulares y 12 suplentes para la oposición), lo que cambiaría radicalmente el panorama en el gremio. Sin embargo, ese criterio que existe en varios sindicatos, jamás es ni siquiera considerado en la Unión Ferroviaria.

Mención aparte merece el “apego a su propio reglamento” (porque es la Verde la que arma y desarma las reglas a su antojo desde su Junta Electoral donde no hay miembros en minoría de sectores opositores) con el que la burocracia proscribió en el Mitre a una lista opositora entera, encabezada por una mujer, que contaba con todas las ferroviarias para los puestos titulares, con la que excusa de “no cubrir el cupo femenino” por falta de algunas suplentes: como ni siquiera dieron plazo para intentar remediarlo, hubo lista única. Si a esto le sumamos la patoteada de la Verde en el Belgrano Sur a compañeros de la Lista Marrón que voleanteaban sus propuestas el viernes pasado, y una amenaza anónima colocada en su lugar de trabajo a un activista y candidato en el Roca -el compañero Abella, al que le dibujaron un ataúd con la frase “Zurdo putos” (sic)- hay suficiente evidencia del verso que es la “fiesta de la democracia” con la que quieren presentar a la jornada electoral del 18 desde el oficialismo verde.

Pero la clave de la elección ferroviaria de este 2023 está en el panorama a largo plazo: sea cual fuere el Gobierno que se configure a partir de las elecciones nacionales del 22 de octubre, será un Gobierno de ajuste a pedido del FMI. Aunque tal vez en distintos grados, desde el más “ansioso” como Milei (que hasta se animó a sugerir que pretende privatizar los ferrocarriles, reviviendo las experiencias desastrosas de la Argentina menemista como el Roca gestionado por el vaciador Tasselli o el Sarmiento de la masacre de Once por los Cirigliano), pasando por la recortadora serial Bullrich, pero también llegando a Sergio Massa, que aplicó un 22 % de devaluación en acuerdo con el Fondo luego de las PASO y aun si gana en un ballotage ya anunció que cumplirá las metas del FMI como acuerdan hacer los tres. A pesar de que ahora Massa se muestra favorable a los subsidios (llegando a una campaña publicitaria conjunta con la Unión Ferroviaria, La Fraternidad, ASFA y la empresa Trenes Argentinos donde muestran en los monitores de las estaciones el “boleto Massa” con subsidio y el “boleto Milei o Bullrich” mucho más caro sin subsidios), los compromisos de pagar la deuda tomada por Macri requieren ajuste tarde o temprano. Por eso, cierta ilusión de sectores de la base ferroviaria en que “Massa sería una garantía contra la privatización o los recortes” que probablemente benefició en alguna proporción a la Verde (que hizo más campaña por Massa que por sus propios candidatos gremiales) se le puede volver en contra en el futuro de ajuste que se presenta en el horizonte. Es ahí donde está la importancia de la persistencia del espacio de una oposición antiburocrática, con fuerte presencia de la izquierda, y dispuesta a organizar en el ferrocarril la lucha contra el ajuste. Porque es necesario que grandes sindicatos como los ferroviarios se planten contra los planes ajustadores y privatizadores.

Consecuente con esta perspectiva, una parte importante de la oposición a la burocracia también aporta importantes candidatos a las listas del Frente de Izquierda Unidad para las elecciones nacionales del domingo 22, desde el Pollo Sobrero como candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires hasta destacados referentes de la Naranja ferroviaria como Andrés Padellaro de la línea Roca que encabeza la nómina de concejales por Almirante Brown o Nahuel Gonzálezdel Mitre que va como candidato a intendente de San Martín, entre muchos otros ferroviarios en la lista del FITU. En diferentes planos, una misma perspectiva de organización para la lucha.