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Red Internacional
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ELECCIONES 2017. Elecciones legislativas en Catamarca: el triunfo del PJ y la preeminencia del viejo régimen saadista

El triunfo del PJ, los límites de Cambiemos, una dura derrota del kirchnerismo y los buenos resultados del Frente de Izquierda.

Domingo 5 de noviembre de 2017 19:23

Las elecciones son un reflejo distorsionado del “estado” de la conciencia del movimiento de masas. No lo reflejan directamente, sino mediado por las corrientes dominantes, que se sostienen sobre un régimen político basado en el clientelismo, las prebendas y todo tipo de trampas y engaños fraudulentos de la “voluntad popular”.

En Catamarca, el triunfo del PJ sobre Cambiemos marca en primer lugar una preeminencia del viejo aparato Saadista sobre la estructura provincial de conjunto. El PJ provincial supo usufructuar los años en los que el gobierno nacional les otorgó, a cambio de la renta minera, un amplio manejo de caja para las obras públicas y sus negocios políticos, basados en los municipios y las dependencias estatales (educación, salud, obras públicas, cultura, etc.) consolidando así un poder, que hoy puede ser puesto al servicio del mejor postor (para el caso, el gobierno de Macri).

El triunfo del PJ sobre el “territorio”, especialmente en la ciudad capital, expresa la incapacidad del discurso de Cambiemos (sin estructura partidaria) de penetrar en la provincia con su “revolución de la alegría” basado en la meritocracia, el individualismo y el negacionismo sobre el terror de la dictadura, que como se vio con la crisis abierta por el asesinato de Santiago Maldonado a manos de Gendarmería Nacional, no son solo palabras.

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Se expresó una situación conservadora, donde el miedo a un ajuste mayor, le ha servido al gobierno de Corpacci para afianzar su poder en estas elecciones de “medio término”.

Los casos escandalosos de corrupción sobre los altos mandos del gabinete de Corpacci, como el Ministro de Obras Públicas Rubén Dusso o en Educación, si bien le hicieron perder votos al PJ (comparado con la elección de 2015), no fueron lo suficiente para evitar llevarse la mayoría en la legislatura provincial y los dos diputados para la mayoría al Congreso de la Nación.

Esta especie de “empate al centro”, sin embargo, es leído por peronistas y macristas como un cheque en blanco para continuar con el plan de gobierno, que en esencia, no difiere en nada en la provincia con la nación.

Un triunfo del “partido de las mineras”

El macrismo no logró posicionarse como coalición ganadora, pero sí logró un triunfo en el “libro de pases”. Ya en los principales medios de la provincia se refieren al actual intendente de la Capital de Catamarca, que llegó a su puesto en el FPV, como posible candidato a la gobernación por Cambiemos y no por el PJ como muchos especularon.

Esto se explica porque el actual jefe de Gabinete, Gustavo Saadi (primo de Lucía) al salir triunfante como primer diputado nacional por Catamarca, es visto como el mejor candidato a suceder a Corpacci (y mantener el “negocio” en la familia).

El actual intendente de la capital Raúl Jalil y uno de los principales empresarios de la provincia, se hizo fuerte económica y políticamente a la sombra del PJ provincial aunque ahora estaría dispuesto a pasarse al barco del macrismo con tal de ser el principal protagonista en el manejo de los recursos de la provincia, frente a la negativa del Saadismo de “cederle” el mando principal.

Entre las bambalinas de esta lucha fraccional, todos los actores se aseguran garantizar al gobierno nacional obediencia fiscal y política en lo principal: perpetuar el saqueo minero a manos de las multinacionales que ya operan en Catamarca a gran escala.

Una dura derrota del kirchnerismo

El giro de CFK en la elección en la provincia de Buenos Aires, a no competir dentro del PJ, formando la “Unidad Ciudadana” puso en Catamarca al desnudo la naturaleza profundamente continuista del régimen político antes, durante y después del kirchnerismo.

En esta elección el kirchnerismo certificó su derrota política profunda. Durante el largo ciclo del kirchnerismo en el poder en Catamarca, que empezó con la entrada del entonces gobernador Brizuela del Moral al “Frente Transversal” liderado por Néstor Kirchner en 2004 (vía “Bombón” Mercado), que luego se continuó en la fórmula “Brizuela-Corpacci” en 2007, terminó con un golpe de timón desde Buenos Aires, que en Catamarca nadie pudo ni quiso explicar.

El saldo de este giro político en Catamarca fue caro para el kirchnerismo provincial, se alinearon todos los “pingüinos” y muy pocos quedaron fuera de la zona de influencia de la caja provincial y el aparato del PJ.

Es decir que toda la estrategia K de participar del poder del Estado con los viejos requechos de la política tradicional, solo sirvió para darle más poder a: los viejos requechos de la política tradicional.

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La crisis del kirchnerismo, se expresó en la humillante derrota electoral, con el 6% de los votos, con un solo diputado provincial y ninguna representación en el congreso nacional.

Esto borra al kirchnerismo de la discusión política en la provincia, después de haber sido usados por los dos partidos tradicionales, se mostraron como una camarilla incapaz de hacer política más allá de los intereses del “partido de las mineras”. O repitiendo el latiguillo que le gusta usar a los K contra la izquierda, fueron verdadera y profundamente “funcionales a la derecha”.

Alta votación a la izquierda

La cantidad de votantes sobre el total es la menor a nivel nacional (votó el 69% del padrón), que sumado al 6% de votos en blanco, expresan el hartazgo de gran cantidad de gente con la democracia corrupta que se sostiene con uñas y dientes en la provincia.

Desde el punto de vista de la relación de las elecciones en Catamarca con los fenómenos políticos nacionales y regionales (NOA), en la provincia se expresó una alta votación a una de las fuerzas que integran el Frente de Izquierda, el Partido Obrero. Con el 4,35% de los votos, el Partido Obrero logró canalizar el descontento de miles de jóvenes, mujeres y trabajadores que empiezan a ver en las propuestas de la izquierda una salida profunda a las penurias del capitalismo.

Esta tendencia a superar la apatía provocada por el bombardeo burgués de mentiras publicitarias y slogans vacíos, se pudo ver tanto en la Provincia de Buenos Aires (consignada como “la madre de todas las batallas” donde se jugaron las principales figuras políticas nacionales). Allí, el FIT consagró dos diputados nacionales con casi 500 mil votos, con Nicolás Del Caño encabezando en diputados, aportando al 1.200.000 votos a nivel nacional. Otro ejemplo es el triunfo enorme que significó el ascenso del recolector de basura Alejandro Vilca, referente del FIT en Jujuy, con el 17% de los votos y con el FIT como primera fuerza en Libertador General San Martín, con sus miles de obreros de los ingenios, uno de los principales centros industriales y de tradición de lucha de la clase obrera del castigado noroeste argentino. Estos resultados empiezan a mostrar una alternativa política para millones de explotados, que ante la abdicación del kirchnerismo y la crisis del PJ, empiezan a girar a la izquierda.

Preparar las condiciones para la emergencia de un partido para la lucha de clases

Desde el PTS hemos puesto todo nuestro esfuerzo en llevar a las elecciones nuestra principal idea, motor del conjunto de nuestra actividad: para derrotar a las fuerzas de la burguesía, el gran capital, las mafias políticas y policiales y la burocracia sindical, es necesario poner en pie la fuerza social los trabajadores, las mujeres y la juventud.

En medio de la campaña electoral pusimos todas nuestras fuerzas por el triunfo de la lucha de las obreras de PepsiCo, ya que con su Comisión Interna al frente y su aguerrida “Comisión de Mujeres” se transformaron en un ejemplo de resistencia frente a la prepotencia de las patronales que despiden y ahora quieren imponer una nueva reforma laboral esclavista.

Esto nos ganó la simpatía de amplios sectores obreros y de la juventud, que empiezan a reconocer que sólo mediante la lucha de clases organizada, podemos enfrentar al gran capital.

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En Jujuy, mientras sucedía la lucha de Pepsico, los trabajadores del Ingenio La Esperanza cortando las rutas lograron derrotar al tirano Gerardo Morales, marcando el camino de la lucha y la organización obrera independiente.

La firme participación del PTS en esta lucha obrera y popular, también se ganó la simpatía de decenas de miles de jujeños, que con su voto, fortalecieron nuestra idea fundamental: organizar un partido para la lucha de clases.

Catamarca: Reforma o Revolución?

En Catamarca nuestras diferencias con los llamados “movimientos sociales” que luchan por reformas parciales son obvias. Si bien participamos de cada reclamo parcial justo, lo hacemos con plena conciencia de que es necesario articular una perspectiva no “reformista” de las condiciones de vida y trabajo de las grandes mayorías, afectando los intereses de las grandes empresas mineras y mafias políticas y sindicales. Es decir, lo hacemos desde una perspectiva revolucionaria, no reformista.

En la próxima etapa las mujeres, los trabajadores y la juventud estaremos obligados a sufrir los embates de una clase social que pretende rebajar nuestras condiciones de vida y saquear hasta el último de nuestros preciosos recursos naturales.

Desde el Partido de los Trabajadores por el Socialismo en Catamarca, apostamos a confluir en la lucha con miles de jóvenes, mujeres y trabajadores. Aunque sabemos que con las luchas parciales no alcanza para derrotar a los poderosos enemigos que enfrentamos.

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Es necesario reunir en una organización la voluntad de los sectores más conscientes de esta enorme tarea para intervenir en las principales batallas políticas provinciales e ir forjando una organización revolucionaria capaz de llevar hasta el final la lucha por las grandes transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales necesarias, que todo el resto considera imposibles.


Redacción

Redacción central La Izquierda Diario