Pasadas las elecciones, los barrios pobres del conurbano vivieron su “fiesta de la democracia”. Mientras los responsables políticos de las inundaciones esperaban terminar de contabilizar triunfos o derrotas, en lugares como Lomas de Zamora, cuna del feudo insaurraldista, nuevamente sufrieron en carne propia pérdidas materiales y hasta humanas, como en Pilar, Campana y el Riachuelo.
Martes 11 de agosto de 2015
Los vecinos de Budge sufren continuamente las inundaciones, que no responden a las inclemencias del tiempo en sí mismas sino a la falta de obras públicas en el barrio, empeorado por la falta de saneamiento de la cuenca Riachuelo-Matanza, que a través de sus miles de kilómetros contamina a los vecinos que lo padecen frente a sus casas. Mientras tanto escuchamos en los medios de comunicación cómo Insaurralde nos habla de los "sueños" de Lomas de Zamora.
El cinismo de estos políticos contrasta con la furia de los habitantes del barrio, que no tienen como expresar su descontento en ningún medio de comunicación ni nada que se le parezca.
Tanto los políticos del oficialismo como los opositores en las elecciones del domingo gastaron millones de pesos para contratar fiscales, en su mayoría vecinos del barrio; hasta amenazaban con sacar planes sociales si no lo hacían para ellos. Se rasgan las vestiduras hablando de los cambios que necesita Lomas, pero al día de la fecha Defensa Civil, habla de 21 vecinos evacuados.
Por este motivo las elecciones del día domingo solo vienen a confirmar que los problemas estructurales de la Lomas pobre y profunda no podrán ser solucionados por esta casta de políticos que solo usan sus funciones públicas para enriquecerse. Ejemplo opuesto por el vértice al de los trabajadores y trabajadoras que se presentaron en las listas del Frente de Izquierda, que viven o trabajan en estos barrios y padecen las mismas condiciones que los vecinos, lejos de los countries y edificios de Puerto Madero donde viven los políticos del Frente para la Victoria, el PRO y el Frente Renovador.