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Red Internacional
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Francia. Elecciones regionales en Francia: el Front National sube y Hollande es el principal responsable

Estupor y temor por un resultado que era sabido de antemano. El Front National, que venía viento en popa en todas las encuestas, confirma su puntaje. Si bien la mitad de los electores se desplazó a las urnas, el domingo, un tercio de ellos lo hizo para depositar una boleta de Le Pen en ellas. Tanto a izquierda como a derecha, los políticos del gobierno tenían mala cara. Pero este es el resultado de la política que llevaron adelante desde hace treinta y cinco años y cuyos resultados ahora recogen.

Martes 8 de diciembre de 2015

Estábamos habituados, con cierta constancia en la alternancia, a la expresión “ola azul” u “ola rosa” en la noche de los escrutinios franceses. Esta vez, es una ola azul marina la que ha sumergido el tablero electoral. El FN, en efecto, no dejó mentir a las encuestas. Si bien habría que estudiar con precisión el arraigo y la penetración del FN en el electorado popular y obrero, Le Pen por el contrario no se equivocó para nada, lamentablemente, al declarar a la noche de la primera vuelta que “el movimiento nacional es el primer partido de Francia”. El FN llega claramente encabezando en seis de las nuevas grandes regiones y está codo a codo con la derecha en Normandía.

Por otra parte, en muchos lugares, las listas del Partido Socialista llegan en tercera posición, a excepción del oeste, donde los socialistas se sitúan a la cabeza, en la Bretaña y la región Aquitaine-Poitou-Charentes. Pero el fracaso es doloroso también para la derecha, que presenta listas de unidad Republicanos-MoDem (Movimiento Democrático de Bayrou, NdeT) en la mayoría de las circunscripciones. La ola azul no tendrá lugar y la derecha no capitaliza la desconfianza del electorado popular y juvenil respecto del gobierno. La familia Le Pen, está a un paso de ganar en Nord-Pas-de-Calais-Picardie y en Provence-Alpes-Côte-D’azur.

A nivel de las principales reacciones políticas, todas fueron muy rotundas el domingo a la noche. El Buró Político de los Republicanos tomó una posición contraria a cualquier posibilidad de fusión o de retiro de las listas de derecha en provecho de los socialistas, a propuesta de Nicolas Sarkozy. El secretario general del PS, Jean-Christophe Cambadélis, veterano de maniobras de todo tipo, al servicio del comandado del Elíseo (sede de la Presidencia de la República, NdeT) y de Matignon (residencia oficial del Primer Ministro, NdeT), arriesga el todo por el todo: la dirección del PS va a tratar de transformar una anunciada derrota total en la “menos mala de las derrotas”, limitando los daños.

El PS ha anunciado, incluso sin consultar localmente a sus candidatos, que retiraba sus listas en Nord-Pas-de-Calais-Picardie y en PACA en nombre de la “oposición republicana”, nueva denominación del “frente” del mismo nombre y con el que están comprometidos. Pero el sacrificio no debería ser en vano para Cambadélis. Teatralizando este retiro, y haciendo pesar sobre la derecha la responsabilidad de negarse a cualquier “desistimiento, acuerdo técnico o acercamiento”, el PS puede justificar su mantenimiento en todas estas regiones en las que llega en tercera posición pero en las que espera contar con una nueva movilidad del electorado de izquierda el 13 de diciembre, así como con un reporte de votos a nivel de sus “reservas”, ante el anuncio del apoyo o unidad de los componentes del Front de Gauche y del EELV (Europa Ecología Los Verde, NdeT), cuando la barrera del 5% fue franqueada, a las listas de la izquierda gubernamental. El asunto toma un giro más complicado para la derecha que presentaba listas unificadas desde la primera vuelta y que dispone de pocas reservas.

Pero independientemente de ese cálculo político-electoral, son muchos los socialistas que son responsables de ese “21 de abril”[1] regional. El FN hace su mejor puntaje de todos los tiempos, y duplica e incluso triplica localmente sus resultados de 2010. Pero son los socialistas (y accesoriamente la derecha, cuando estaba en el poder) los que crearon el monstruo, por su política de austeridad y antipopular, acoplada este último tiempo, a un giro ultrarreaccionario que se fortaleció luego de los atentados del 13 de noviembre. A partir de ahora Hollande viene a hurgar en el programa del FN para adelantar sus propuestas de “lucha antiterrorista” que no protegen de ninguna manera contra el terrorismo pero tienen el mérito, para él, de reforzar la vigilancia policial generalizada de la población y de dividir a nuestra clase.

En todas partes la “izquierda de la izquierda,” muestra su subalternidad total con respecto a esta izquierda del gobierno de la que era solidaria, hasta ayer a la cabeza de los ejecutivos regionales y a quien ha dado muestras de buena conducta votando el estado de emergencia, su prolongación y aullando con los lobos cuando los manifestantes del 29 de noviembre fueron arrestados y detenidos provisoriamente. Pierre Laurent, como las demás figuras del Front de Gauche llaman, sin pestañear, a votar por el PS en todas partes donde sea posible, incluso por Christian Estrosi, el intendente racista de Niza, o Xavier Bertrand, el “señor ‘Trabajo’” de Chirac y Sarkozy, en el Norte.

Nosotros hemos llamado a votar, en primera vuelta y más allá de nuestras divergencias políticas, por las únicas listas que encarnan una independencia política de los trabajadores, las listas de Lutte Ouvrière. Frente al fortalecimiento ulterior de la erosión del marco político-institucional, frente a una derecha que va a remolque de la extrema derecha y una izquierda de gobierno que aplica de manera combinada el programa del Medef (Cámara patronal de Francia, NdeT) y el del FN, no les toca a los trabajadores y a las trabajadoras ni a los jóvenes conscientes decidir a quién, de la derecha o de la izquierda, se trata de llevar al poder en los municipios de la región el 13 de diciembre, para que nos golpee más. De lo que se trata es de la defensa de nuestra clase que hay que organizar, construyendo una alternativa política radicalmente antisistema, anticapitalista e internacionalista. La segunda vuelta de las regionales no permite llevar adelante este programa más que absteniéndose o votando en blanco.

Notas

[1] En Francia, en el terreno político, la expresión “21 de abril” se utiliza para evocar el domingo 21 de abril de 2002, fecha de la primera vuelta de la elección presidencial. En ella se calificó el Presidente saliente Jacques Chirac (RPR) y Jean Marie Le Pen (FN) para la segunda vuelta, ante el Primer ministro Lionel Jospin (PS), sin embargo favorito en las encuestas. La expresión “21 de abril” designa desde entonces la eliminación eventual, en una elección presidencial, del candidato principal de la izquierda o de la derecha, en provecho del candidato del Front National o, más genéricamente, de un tercer candidato considerado menos favorito. (NdeT).