Elizabeth fue detenida en el marco del allanamiento realizado con más 300 efectivos armados, perros, drones y helicópteros. El operativo fue condenado por los organismos de derechos humanos.
Martes 19 de septiembre de 2017
Desde la madrugada del día de ayer, se realizó un allanamiento al Pu Lof en Resistencia de Cushamen y la vecina comunidad de Vuelta del Río, por orden del juez Otranto. Tanto la comunidad mapuche como los organismos de derechos humanos denunciaron el operativo así como el propio Sergio Maldonado, quien no pudo observar pese que es parte de la querella.
Mientras más de trescientos efectivos de distintas fuerzas ingresaban armados al territorio con drones, perros y helicóptero, la Policía Federal sacó de su casa y detuvo a Elizabeth Loncopan. Fue una muestra del atropello que vivió la comunidad.
Según denunció Loncopan, estuvo incomunicada desde las 7:30 hasta las 12 del mediodía, cuando fue llevada a la Comisaría de la mujer por una camioneta Ranger sin distinción. Recién entonces pudo recibir llamados y estuvo precintada hasta las 6 de la tarde. Casi doce horas. El insólito motivo que le dieron fue que en el rastrillaje anterior -el 16 de agosto- ella había hablado con el juez Otranto y le “faltó el respeto”. Habría sido el propio juez quien la identificó. La detención fue por supuesta “desobediencia a la autoridad”.
En una entrevista frente a C5N, la mujer declaró: “Es otra requisa más que sufrimos desde la comunidad. (…) Queda claro que el objetivo del juez Otranto nunca fue encontrar al compañero ni explicar qué es lo que pasó ese día. (...) Pretende identificar a las personas que vivimos ahí, generarnos causa para amedrentarnos, para asustarnos, perseguir a nuestras familias. (…) Yo hago responsable al juez Otranto, a la Prefectura, a la Policía de Esquel que trabaja para él -que van a amedrentar todos los días a la Pulof- de cualquier situación que haya”.
Loncopan denunció el rol de la Justicia, la cual “siempre trabaja para el poder de los terratenientes” a la vez que encubre a Pablo Noceti y la Gendarmería. Es decir, los verdaderos responsables de la desaparición de Santiago Maldonado.
