Distintas organizaciones sociales comenzaron un plan de lucha nacional contra el ajuste del gobierno de Milei que cortó el suministro de alimentos para los comedores populares. Desde las 10 de la mañana, miles de familias se concentraron en la Rotonda de San Justo. El hambre no espera.
Sábado 24 de febrero de 2024 12:17
“Tenemos que salir todos a las calles porque la necesidad de los chicos, que hoy no tienen comida, es la necesidad de todos, los jubilados, de los trabajadores, de todos” , dice una mujer con un cartel con las letras recortadas y pegadas con cuidado.
Este jueves, decenas de organizaciones sociales anunciaron un plan de lucha contra el ajuste y denunciaron el corte de suministros a los comedores. En la mañana del viernes 23 de febrero, decenas de organizaciones sociales confluyeron con acciones como cortes de ruta o manifestaciones en las calles en más de 500 puntos del país, tras la denuncia: "La Emergencia Alimentaria No puede esperar más”.
En La Matanza, el Polo Obrero, UTEP; MST Teresa Vive, Movimiento Evita, Mulcs, MTR, entre otras fueron las organizaciones que se concentraron en el cruce de la RN 3 y RN 4, Rotonda de San Justo, desde las 10 de la mañana. Se acercaron a llevar solidaridad organizaciones y referentes políticos, integrantes de la Asamblea Barrial de Gregorio de Laferrere. También se hizo presente la concejala del PTS-FITU Natalia Hernández.
El Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, cortó la entrega de alimentos a más de 44 mil comedores populares, donde asisten miles de familias que se encuentran en muy malas condiciones económicas. Muchas veces, ese plato de comida era el único que podía tener un niño o adulto mayor, en el día. Situación que comenzó durante los últimos meses del gobierno de Alberto Fernández.
A esta situación se suma recorte de Milei a los ya pobres presupuestos destinados a darle un plato de comida de las niñeces en las escuelas, como cuentas los trabajadores de la educación, son muchas las familias que ya están pidiendo las viandas, preguntan si están abiertos los comedores o si sobró alguna leche. Según el último Censo nacional, en nuestro país viven 12 millones de infancias y adolescencias, 6 de cada 10 de ellos vive bajo la línea de la pobreza.
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“La gente está desesperada. Está afectando a la gente trabajadora, ocupada y desocupada, porque no alcanza a llegar con el sueldo que tiene, y menos una persona que cobra el Potenciar Trabajo que son 78 mil pesos. Los transportes están subiendo, los servicios básicos, los alquileres. ¿Cuántas familias van a estar en situación de calle porque no pueden llegar a fin de mes?” comenta una integrante del MTR a La Izquierda Diario.
Esta jornada de lucha es el reflejo directo de los altos índices de pobreza, desocupación, precarización laboral y de la vida de miles de familias del país. De acuerdo a un informe de la UCA, en enero de 2024 la pobreza habría alcanzado el mayor valor en 20 años, un 57%. Aún no está el dato de la pobreza infantil pero la indigencia creció del 9,6 % en el tercer trimestre de 2023 al 14,2 % en diciembre de 2023 y al 15 % en enero de 2024; y que la pobreza pasó del 44,7 % en el tercer trimestre del año pasado al 49,5 % en diciembre y al 57,4 % en enero. Una familia conformada por dos adultos y dos menores en edad escolar necesitó un ingreso de $596.823 para no ser considerada pobre en enero, mientras que para no caer en la indigencia el valor fue de $ 285.561 ( la inflación de enero fue de 20,6 % y ya acumula 51,3 % en dos meses).
En el Conurbano Bonaerense, en La Matanza, la situación no es mejor. “Se supone que nuestros hijos son el futuro de nuestro país, pero con el sueldo que tenemos nos cuesta hacerlos estudiar, nos cuesta un montón” relata una de las tantas mujeres de las organizaciones sociales que son las primeras en ponerse al frente de defender el acceso a la educación, a la comida y a la vida digna de sus hijos. Son las que vemos en la primera fila sosteniendo carteles con su denuncias y quienes llevan lo poco que tienen a los comedores para preparar algo mínimo para los chicos que se acercan en busca de una merienda que funciona como cena también. “Todas las organizaciones, toda la clase trabajadora tenemos que estar en pie de lucha” agrega.
Natalia Hernández, señaló: “Esta pelea tiene que continuar, tiene que llegar a oídos de la centrales sindicales, CGT y CTA, hay que unir los reclamos. Desde el Frente de Izquierda Unidad y PTS nos ponemos a disposición de esta lucha, porque el hambre no espera y fuerzas hay.”
Los procesos de lucha y autoorganización que se vienen desarrollando en CABA y el conurbano, forman parte de las primeras muestras de resistencia y autoorganización. Junto a la lucha de los docentes que recien comienza, trabajadores estatales, de la salud, petroleros, organizaciones sociales, cobra más peso la necesidad de intervenir con una política independiente retomando el camino que abrió el paro nacional del 24 de enero pasado hasta tirar abajo el ajustazo y los gobernadores, contra el plan motosierra y licuadora de Milei.
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