La excusa es si el cuerpo puede funcionar de manera virtual o presencial. En realidad la negociación es por la agenda de las próximas semanas, mientras millones de personas esperan respuestas por la crítica situación económica que se vive en el país.
Martes 1ro de septiembre de 2020 17:09
Foto: diputados.gob.ar
Entre el oficialismo y la oposición de Juntos por el Cambio discutieron en el congreso desde la mañana del martes para ponerse de acuerdo en cómo debe funcionar el cuerpo. El Frente de Todos, con su jefe en la cámara baja Sergio Massa a la cabeza, convocó a la sesión para tratar una ley que beneficie a las empresas turísticas y una para aumentar las penas a la pesca ilegal.
Desde Juntos Por El Cambio, con mayoría en la oposición, a pesar de que están a favor de las leyes a tratar, no firmaron la convocatoria y se decidieron ir hasta el recinto con todos sus diputados para forzar la forma presencial, acusando al oficialismo de esconder la intención de habilitar el protocolo remoto para poder tratar todos los temas conflictivos, como Reforma Judicial y el Aporte Extraordinario Solidario.
Al momento el protocolo de funcionamiento virtual está vencido. Desde Juntos por el Cambio se apoyan en esto para invalidar la sesión y exigir que funcione si y solo si se hace de manera presencial.
Las discusiones acerca de la sesión se dan en el marco de la polarización que quieren instalar tanto desde el Gobierno como desde Juntos Por El Cambio. No hay que olvidar que el año que viene hay elecciones y hace semanas empezaron a especular de uno y otro lado con cada tema "polémico" que se instaló en la agenda.
Los "consensos" por los que brega JxC con su extorsión son para seguir beneficiando a los que hunden la Nación, como la legalización de la fraudulenta deuda o exenciones impositivas a los Galperin.
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) September 1, 2020
El clima de unidad que brillaba al comienzo de la cuarentena hoy no es más que un lejano centelleo. Lejos quedaron las épocas en las que Mario Negri le decía "comandante" a Alberto Fernández y las tapas de los diario salían todas con la misma consigna respaldando la política oficial.
Sin embargo, cada vez que hubo que votar leyes a favor de los grandes empresarios o bonistas "buitres", las sesiones salieron con velocidad y normalidad, como fue con la ley de economía del conocimiento en la que hubo el "consenso" que no encuentran hoy para darle beneficios millonarios a capitalistas opulentos como Marcos Galperin, uno de los ganadores de la pandemia.
Para tratar leyes a favor de los trabajadores, el Congreso se toma su largo tiempo. Ejemplo de esto es el famoso impuesto a las grandes fortunas, que desde que empezó a ser anunciado en medios y en boca de distintos funcionarios tardó cinco meses en ser presentado por el Gobierno, que finalmente presentó el viernes pasado un proyecto con muchos límites, que no afecta a los bancos ni a las privatizadas entre otras cuestiones. El proyecto que presentó en abril el Frente de Izquierda nunca fue tratado.
A las 16:30 retomó la discusión en labor parlamentaria para ver si finalmente hay sesión este martes y con qué modalidad sería. Unos minutos después, diputados de Juntos por el Cambio entraron al recinto y se fueron a sentar a sus bancas, mientras la reunión seguía desarrollándose.
Cuando el reloj marcaba las 19, Mario Negri dio una breve conferencia de prensa en el Salón de los Pasos Perdidos anunciando que no había acuerdo y que Juntos por el Cambio iba a judicializar la sesión. Minutos después, Sergio Massa hacía lo propio para declarar que el Frente de Todos se disponía a tratar las leyes previstas con funcionamiento mixto (virtual y presencial) como viene funcionando hace meses.
Pasadas las 19:30 comenzó la sesión de una manera muy particular: la bancada de Juntos por el Cambio entró al recinto y ocupó sus bancas pero sin validar su presencia electrónicamente. El oficialismo, mayormente de manera remota, logró quórum pero comenzó el debate sobre la legalidad de la sesión.
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