Ya son varias las acciones que ha tomado China en nuestro país, ganando cada vez más presencia. Pareciera una línea bastante ofensiva la que viene tomando, en el marco de una guerra comercial con Estados Unidos, y con el ascenso de Joe Biden hacia la Casa Blanca.
Domingo 29 de noviembre de 2020
La situación internacional se dinamiza cada vez más en el marco de una crisis capitalista agudizada por meses de pandemia producto del COVID19, y por la denominada guerra comercial que tiene a China y Estados Unidos, que advierte una disputa que se intensifica por acaparar nuevos mercados y zonas del globo.
Bastante plasmado queda en el caso de Chile, lugar en el que China viene dando pasos importantes, a través de una serie de iniciativas que buscan extender su poderío, por medio de acuerdos comerciales y licitaciones de distinto tipo, siendo la concesión de la Ruta 5 en el tramo Talca-Chillán por parte de la China Railway Construction Corporation, una de sus últimas iniciativas de una relevancia importante.
De acuerdo a los datos entregados por La Tercera, la oferta entregada por la empresa asiática corresponde a una inversión de 804 millones de dólares siendo “la más atractiva para el Estado de entre todas las recibidas mediante una licitación pública”.
A su vez, según lo señalado por la Dirección general de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP), se habría ofrecido ingresos totales de Concesión de una suma de 29.898.660UF, lo que se traduciría en unos 1.129 millones de dólares.
Posterior a esto vendría la adjudicación de la obra por parte de la empresa programada para el primer semestre del 2021, siendo la primera empresa asiática en adjudicarse una autopista.
Las apuestas del gigante asiático en Chile
De acuerdo al mismo medio, esta no sería la primera concesión importante por parte de una empresa china. Ya en agosto, la China Road and Bridge Corporation, en consorcio con la española Puentes y Calzadas, también habría presentado la mejor oferta para hospitales del Maule, comprendiendo a las comunas de Cauquenes, Constitución, y Parral.
Y a esto se suma la compra de la Compañía General de Electricidad (CGE) por la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China (State Grid) la semana pasada quien ya se había apropiado de Pacific Hydro, Transelec y Chilquinta. Esta última siendo adquirida por $2.000 millones de dólares, pasando a controlar el 52% de la comercialización eléctrica nacional.
Tal ofensividad del gigante asiático en nuestro país, acaparando sectores estratégicos de la economía, se relaciona directamente con su expansión comercial, la cual ha venido chocando de manera permanente con Estados Unidos, y la línea proteccionista del presidente ultraderechista Donald Trump, imponiendo el incremento de aranceles, y restricciones en distintas materias como las referidas a tecnologías y medios digitales.
Chile en medio de los choques imperialistas y el ascenso de Biden
No hay duda que la crisis económica internacional del 2008 a partir de los créditos subprime, y el recrudecimiento de la precariedad laboral producto del COVID19, han intensificado las aventurs imperialistas de distintas potencias a nivel internacional, aunque concentrándose en los dos grandes bloques: China y Estados Unidos. Sin embargo bastante provecho le ha sacado el gobierno de Xi Jing Ping a los vacío dejado por Estados Unidos, donde a través de la línea antiiglobalista de Trump con su lema “America First”, le ha permitido a China por medio de un perfil de integración ocupar importantes espacios en la geopolítica internacional. Un ejemplo de esto es la integración al Tratado Transpacífico (TPP11), luego de que el gobierno norteamericano decidiera restarse de este tratado globalista del capitalismo internacional, y que ataca brutalmente diversos derechos democráticos del pueblo trabajador.
Sin embargo el ascenso de Biden redefine esta línea por la que se jugó Trump durante estos años, pero todavía nos falta saber con claridad cuál será la posición que tome el recién electo presidente del Partido Demócrata frente a China, luego de concertarse el cambio de mando.
Lo que sí está claro es que Latinoamérica, y en este caso Chile comienza a sentir de una manera mucho más agresiva la presencia de los capitales internacionales, siendo China un país imperialista que busca fortalecerse y disputar sectores fundamentales de la economía nacional. Sin embargo esto significan riquezas por los grandes empresarios y sus proyectos monumentales, a costa de la explotación de miles de trabajadores y trabajadoras, quienes ven como todas las ganancias generadas se van a un puñado de empresas, mientras el desempleo golpea fuertemente, al igual que la precariedad de la vida, y la ruina de nuestros derechos sociales.
Mientras empresarios, y autoridades hacen acuerdos millonarios, es el pueblo trabajador quien sigue pagando las consecuencias de la crisis económica y sanitaria. Por lo que se hace fundamental retomar el camino de la organización y movilización para enfrentar los ataques del gobierno, e imponerse a la desidia de los magnates que hacen y deshacen con nuestras vidas ¡Avancemos a un paro nacional que enfrente la impunidad de los empresarios, los represores y al gobierno criminal de Piñera!