Empresarios denominaron como un "accidente" el hundimiento del wellboat Seikongen, ocurrido el pasado 18 de octubre en la comuna de Chonchi, Chiloé. Esto sucedió mientras la nave prestaba servicios en un centro de cultivo de salmónidos de la empresa Camanchaca.
Domingo 12 de noviembre de 2017
José Luis Vial, gerente general de la salmonicultora Ventisqueros desarrolló una carta donde tildó como "accidente" el hundimiento del barco y entregó su apoyo a la empresa Camanchaca, criticando las exigencias ambientales y de procedimiento, lanzando una serie de ataques y críticas a la manera en que han reaccionado los entes gubernamentales fiscalizadores frente al hundimiento de un buque cargado con 200 toneladas de salmón en las cercanías de Chonchi. Sin ningún tipo de preocupación por el acontecimiento
Las salmoneras siguen contaminando el sur de Chile, y los empresarios justifican todo como si fuese un accidente sin ninguna relación con las personas, sin nada que ver con empresas que depredan el medio ambiente, cuando en realidad ya son años de un modelo de destrucción de los recursos naturales totalmente destructivo y no sustentable.
Greenpeace plantea correctamente varios de estos aspectos, "En Greenpeace nos preguntamos lo mismo: ¿Qué pasa en Chile? Sobretodo qué pasa con una industria que es incapaz de mostrar empatía alguna con las comunidades afectadas y que plantea como ’antojos’ la simple aplicación de la ley. Lamentamos el contenido de la carta del señor Vial, pero al menos sirve para retratar el verdadero rostro y espíritu de la empresa salmonera"
Esta correcta critica de Greenpeace no responde a un aspecto muy importante, que hacer con los recursos naturales, es desde aquí que renacionalizar los recursos naturales bago gestión de los y las trabajadoras, los sectores populares, sobre todo aquellos que viven en estas zonas, la única forma de que no primen los intereses de los empresarios y sus ganancias