Hasta el mes de septiembre los bancos privados acumularon ganancias por 121.000 millones de pesos. La especulación con instrumentos del BCRA sigue siendo la clave de la rentabilidad y representa el 25% de los activos del sistema bancario. Fuerte caída mensual de depósitos en dólares.
Viernes 4 de diciembre de 2020 21:59
La banca privada sigue siendo uno de los grandes ganadores de la pandemia. De acuerdo al último Informe de Bancos del BCRA, entre enero y septiembre de este año, la rentabilidad neta de la banca privada ascendió a 121.327 millones de pesos. Esto es, una ganancia limpia de 450 millones de pesos por día.
La especulación con instrumentos como las Leliq y los Pases del BCRA, que llevan acumuladas una expansión del 114% en lo que va del año, aportaron casi 401.000 millones de pesos a las ganancias. Mientras que la intermediación financiera (diferencia entre los intereses cobrados por préstamos e intereses pagados por depósitos) rondó los 96.000 millones de pesos, un salto de más del 700% netos respecto al año pasado.
La intermediación financiera se vio favorecida centralmente por las líneas de crédito a tasas subsidiadas que viene impulsando el BCRA para intentar contrarrestar el derrumbe de la economía durante la pandemia. Esto ha dado lugar también a una fuerte expansión de los depósitos. En términos reales los créditos al sector privado subieron un 11,5% interanual, pero los depósitos del sector privado vienen creciendo en más de 20 puntos porcentuales en términos reales.
La expansión monetaria ha redundado en una mayor liquidez y aparente solvencia bancaria. Se trata de una solvencia aparente ya que un cuarto de los activos del sistema bancario constituyen los instrumentos del BCRA, pero además porque la expansión crediticia no es el síntoma de un ciclo de crecimiento económico sino de una política deliberada de tasas subsidiadas para miles de Pymes altamente endeudadas y con futuro incierto.
Si bien es cierto que en la comparación con septiembre de 2019 se registra una caída nominal en la rentabilidad (-32%), esta se explica fundamentalmente por el fuerte aumento (-55%) de los gastos de administración que registran los bancos.
Aunque las tasas de interés que pagan los instrumentos del BCRA bajaron considerablemente (recordemos que el año pasado, en medio de las corridas cambiarias y el default, las Leliq llegaron a pagar tasas superiores al 80% anual), el volumen emitido durante el gobierno de Alberto Fernández más que se duplicó y las ganancias por títulos del BCRA adicionaron poco más de 28.000 millones de pesos en lo que va del año. Un incremento de 7,5% respecto al año pasado.
Pero la política de préstamos tasas subsidiadas empieza a molestar a la banca privada, que está reclamando que se le ponga fin a este tipo de estímulos. Aunque hasta ahora vienen sacando provecho, la banca apuesta a aumentar otras líneas de créditos a tasas superiores, como los créditos prendarios, hipotecarios, personales, etc.
En síntesis, aunque la comparación con 2019 puede ser engañosa, los bancos siguen amasando cifras históricamente siderales y son hoy uno de los sectores más beneficiados por la expansión monetaria, los golpes devaluatorios y el saqueo masivo al bolsillo al pueblo trabajador.