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Red Internacional
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POLÍTICA ESTADO ESPAÑOL. En 72 horas el gobierno valenciano no activó la mayoría de las unidades forestales y rechazó refuerzos de otras comunidades

Mientras miles de voluntarias y voluntarios se dirigen a las localidades afectadas por la DANA en Valencia, se conocen los detalles de la inacción de gobiernos y patronales. CCOO denuncia que a fecha del día 31 sólo 2 de 28 unidades de bomberos forestales en el País Valencià habían sido movilizadas y bomberos catalanes y navarros denuncian como el gobierno valenciano rechazó su ayuda en las primeras 72 horas.

Viernes 1ro de noviembre

A través de denuncias sindicales y de trabajadores llegan las noticias de la inacción de gobiernos y patronales tras las inundaciones que han afectado el área de Valencia y más zonas en el Levante y el suroeste peninsular. Los episodios de alerta roja por lluvias que implican peligro extremo no han terminado, dándose ahora en zonas de Huelva o localidades de Cádiz, mientras el número de víctimas mortales y desaparecidos no deja de aumentar.

A pesar de los avisos de la AEMET durante varios días no se declaró la alerta hasta que no hubieran acabado gran parte de las jornadas laborales para cientos de miles de personas, que recibieron mensajes de alerta cuando ya estaban en el puesto de trabajo o saliendo del mismo y el agua arrastraba coches y todo tipo de sedimentos, bajando como ríos por las calles. La responsabilidad de los gobiernos y empresarios es criminal. El silencio de las direcciones de los grandes sindicatos es atronador.

El número de muertes en la provincia de Valencia asciende ya a 200, con más personas desaparecidas en varias provincias. Decenas de rescates se efectuaron tras la eliminación de la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) y las empresas obligaron a sus trabajadores a acudir al puesto, quedando en riesgo y atrapados.

Denuncias sindicales frente a la catástrofe de la DANA: empresarios y gobiernos responsables

Esta UVE, entre otras funciones, se encargaba de coordinar los servicios de emergencia, los cuales CCOO denunciaba el día 31 de octubre, que estaban en su mayoría sin movilizar mientras en las localidades afectadas se reclamaba y autoorganizaba la ayuda. Según esta denuncia, sólo 2 de 28 unidades de bomberos forestales en el País Valencià habían sido movilizadas para entonces.

Noticias de esta irracionalidad se sumaban a la que denunciaba la cuenta de los bomberos catalanes del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE). Afirmaban que “El miércoles nos activaron para ir a Valencia un equipo completo GRAE con médico y helicóptero de rescate y a medio camino nos hicieron regresar. No entendemos esta decisión del gobierno valenciano al ver la magnitud del desastre”. Esta misma situación es denunciada también por unidades de bomberos de Navarra o Alicante. Tras 72 horas en esta situación, finalmente el gobierno valenciano ha permitido intervenir a bomberos de otras zonas, imprescindibles ante una situación límite, como se ha visto en el recibimiento entre aplausos de las unidades de bomberos de Cádiz en la localidad de Benetússer.

El despliegue que no ha faltado es el de las fuerzas represivas yendo a detener a quienes se aprovisionaban en supermercados arrasados por las inundaciones en medio de una situación catastrófica. La Fiscalía pide prisiones provisionales para quienes han sufrido estas detenciones, una rapidez de actuación que contrasta ante el abandono que denuncian las localidades afectadas por las inundaciones.

Según pasan los días y el conteo de muertes aumenta, también lo hace la desesperación y denuncia ante la falta de servicios de emergencia que permitan acceder a las viviendas, despejar las calles de montañas de coches y barro, conseguir agua y productos básicos en zonas que se encuentran bloqueadas. Más de 100 mil personas siguen sin suministro eléctrico y en muchas de las localidades más afectadas hay problemas de abastecimiento de agua, comida y productos de primera necesidad.

La solidaridad autoorganizada al rescate entre la dejación de los gobiernos responsables

En medio de este panorama las noticias sobre la inacción de gobiernos y patronales se contraponen con la de la colaboración y la solidaridad de miles de personas que están tratando de abrir camino y auxiliar a las personas afectadas. Ante la emergencia, miles de personas están acudiendo en masa a las zonas afectadas, impulsados por la solidaridad y el deseo de ayudar. Las redes sociales han sido clave en esta movilización espontánea, con personas autoorganizándose para llevar alimentos, ropa, y colaborar en la limpieza de los destrozos que dejó la tormenta.

Migrantes cocinan en las calles de Valencia para apoyar a quien lo necesite tras la catástrofe de la DANA

Ante la catástrofe, como siempre, es la solidaridad popular la que aparece y se autoorganiza para estar en la primera línea de las tareas de ayuda. Es necesario fortalecer y coordinar esta solidaridad, para que se desarrolle un gran movimiento que exija un plan de emergencia que responda a la magnitud de la crisis y antepongan nuestras vidas a los beneficios de los capitalistas.

DANA: cinco medidas urgentes para enfrentar la catástrofe

Es urgente redoblar esta solidaridad y que se convierta en un gran movimiento para exigir un plan de emergencia que responda a la magnitud de la crisis y antepongan nuestras vidas a los beneficios de los capitalistas. Hay que exigir a las direcciones de los grandes sindicatos para que, junto a la izquierda sindical y los movimientos sociales, llamen a movilizaciones y paros de solidaridad en los centros de trabajo para exigir:

🔴 Refuerzo de todos los servicios civiles de emergencia, internalizando a jornada completa y todo el año a cuerpos como el de los bomberos forestales, que coordinen el trabajo voluntario de quienes quieran ayudar.

🔴 Potestad absoluta a los representantes de los y las trabajadoras, los electos o los que se determinen en asamblea general, para incautar stocks de productos de primera necesidad para su distribución, junto a los vecinos y vecinas, entre los afectados. Este control debe incluir la reanudación o suspensión de las actividades, única garantía de que sus vidas no volverán a ponerse en riesgo.

🔴 Suspensión de los alquileres y anulación de todas las hipotecas y créditos de aquellas personas que han perdido o visto dañada su vivienda, vehículo o pequeño negocio.

🔴 Que todos los pisos vacíos de grandes propietarios y establecimientos hoteleros pasen a estar bajo el control de comités de vecinos y vecinas para el realojamiento inmediato de quienes han perdido su vivienda o está inhabitable.

🔴 Permisos remunerados para todos aquellos trabajadores y trabajadoras que deban ausentarse de su puesto de trabajo para atender las consecuencias de esta crisis en sus familias, allegados o vecinos.