Las muestras de solidaridad por el pueblo palestino siguen presentes. A miles de kilómetros en la ciudad de Arica-Chile se impulsa un cuadrangular de fútbol en contra del genocidio, por el Club Deportivo autogestionado “Las Vizcachas”. “Se está cometiendo una masacre, donde se pretende exterminar a la población, con esto tratamos de entregar un mensaje solidario a la gente que está sufriendo por parte del Estado de Israel”, es lo que señala “Poncho” el presidente del Club.
Miércoles 25 de diciembre de 2024
El pasado fin de semana, en la población Cardenal Raúl Silva Henríquez, se vivió una jornada de fútbol única impulsada por un club deportivo local, cuyo objetivo fue más allá de la competencia: enviar un mensaje de solidaridad hacia Palestina. En un contexto donde un genocidio afecta a miles de familias en el otro lado del continente, jóvenes futbolistas, preadolescentes y adolescentes, se unieron para expresar su rechazo a la agresión de un país hacia otro y mostrar su apoyo a los afectados por el conflicto.
La actividad reunió a jugadores del mismo club y a otros invitados, quienes participaron en un torneo amistoso en el que se destacó no solo la destreza deportiva, sino también el valor de la unidad y el respeto mutuo. El evento no fue exclusivamente deportivo; también fue un encuentro cultural. Durante la jornada, se compartió música, arte y un asado en conjunto, creando un ambiente de unidad que trascendió la cancha. El fútbol, en esta ocasión, se convirtió en una herramienta para fomentar la reflexión y el sentido de comunidad, donde todos los presentes, estuvieron conectados por una causa común.
El impulsor de esta actividad son los chicos, vecinos y el presidente del club deportivo, quienes han venido utilizando el deporte como plataforma para sensibilizar a los jóvenes sobre los problemas sociales y políticos actuales. Más allá de enseñar técnicas futbolísticas, su objetivo es crear espacios de discusión y conciencia. A lo largo de su trayectoria, ha promovido la importancia de educar a los jóvenes en valores políticos y sociales, entendiendo que el deporte puede ser un vehículo para la transformación social.
Al finalizar la jornada, el mensaje fue claro: no podemos guardar silencio ante las injusticias que ocurren en el mundo. Palestina sigue siendo una realidad dolorosa que necesita de nuestra voz. Es fundamental que continuemos organizando actividades como estas, no solo para mantener viva la solidaridad, sino también para educar y sensibilizar a las nuevas generaciones. Este tipo de eventos son una invitación a seguir luchando por un mundo más justo, donde las voces de quienes sufren no sean silenciadas, sino escuchadas y apoyadas.
