Sorprendentemente, o no, el titular de la fuerza represiva provincial Juan Ale cobra un sueldo más alto que todos los ministros y que el propio Mario Das Neves.
Iván Marín Trabajador de prensa de diario El Chubut
Martes 13 de septiembre de 2016
En la página web del Gobierno del Chubut se publican los sueldos de los funcionarios públicos. Allí se puede observar que la mayoría de los ministros del Gabinete tienen ingresos mensuales que rondan entre los $38.000 y $42.000, mientras que el gobernador Mario Das Neves percibe $45.420,08.
Hasta ahí pareciera que todo se da en un marco de “normalidad”, con la planta política percibiendo abultados haberes pero por debajo de la máxima autoridad.
Sin embargo lo que llama la atención es que el funcionario con más alto sueldo sea, por lejos, Juan Ale, jefe de la Policía provincial, con $59.589,00. Es decir, $14.162,92 más que el propio gobernador.
La inflación es un problema que aqueja a los sectores populares hace años. Y desde noviembre y diciembre últimos pegó un salto abrumador en todo el país. Chubut no es la excepción.
Según un relevamiento de la cátedra de Finanzas Públicas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB) publicado en agosto, la canasta básica en Comodoro Rivadavia le cuesta a una familia $32.175. Declaraciones de referentes de la regional Sur de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut (Atech), aclaran que en este relevamiento no se incluyeron vestimenta ni servicios. Por su parte el Sindicato de Trabajadores Viales del Chubut (Sitravich) publicó el 16 de agosto el costo de la canasta básica para las ciudades de Rawson y Trelew, donde se especifica que para una familia con dos hijos llega a $28.068,63. Los criterios no son los mismos de los usados en el sur, aunque todos los números arrojan que en casi toda la provincia una familia promedio necesita alrededor de $30.000 para vivir dignamente. Es decir, aproximadamente la mitad de lo que percibe el jefe de la Policía Provincial.
Si se tiene en cuenta que el salario básico testigo docente, al primero de agosto, es de $7.226, se llega a la conclusión que Ale percibe 8,24 veces ese importe. Y si se multiplica por los doce meses que tiene el año, se obtiene la nada despreciable suma de $715.068.
El resto de los ministros chubutenses cobran lo siguiente: Ambiente y Desarrollo Sustentable (Ignacio Agulleiro) $39.012,25; Coordinación de Gabinete (Víctor Cisterna) $38.569,00; Economía y Crédito Público (Pablo Oca) $41.779,05; Educación (Fernando Menchi) $39.335,00; Gobierno (Rafael Williams) $40.032,34; Hidrocarburos (Sergio Bohe) $39.488,45; Infraestructura, Planeamiento y Servicios Públicos (Alejandro Pagani) $39.990,89; Familia y Promoción Social (Leticia Huichaqueo) $40.905,92; Producción (Hernán Alonso) $41.693,56; Salud (Leandro González) $41.027,56.
Si bien estas cifras son varias veces mayores a las que percibe la mayoría del pueblo trabajador, si se comparan con la misma planta política del resto de las provincias o del Gobierno Nacional se puede tener la impresión que están muy por debajo. Sin embargo en esos ingresos se debe incluir viáticos y otros ítems que multiplican estos números por varias veces.
Una obscenidad que convierte a ese sector en una casta privilegiada que está muy lejos de los padecimientos cotidianos del resto del pueblo. Por eso la diputada nacional Myriam Bregman del PTS-Frente de Izquierda, junto al resto de los legisladores de esta fuerza en las distintas provincias del país, impulsan leyes para que todo legislador y funcionario cobre como una maestra con veinte años de antigüedad.
Ale ya fue Jefe de la Policía del Chubut entre 2003 y 2009, es decir en el primer mandato completo de Das Neves como gobernador y parte del segundo. Durante el período 2011-2015 fue diputado por el Frente para la Victoria y a comienzos de este año volvió a ser funcionario dasnevista reemplazando Ricardo Hughes al frente de la fuerza. Hughes tuvo sus quince tristes minutos de fama a nivel nacional cuando afirmó que la policía “detendrá pibes por el uso de capuchas”.
Al igual que las fuerzas provinciales del resto del país y las federales, la Policía del Chubut es parte de “negocios” que necesariamente deben pasar por sus manos. El narcotráfico y la prostitución, con la trata de personas incluida, son los casos más visibles y naturalizados. Una provincia con cientos de kilómetros costeros, varios puertos y una zona petrolera dinámica facilitan esta situación.
A ello se agregan los desarmaderos de autos o incluso el propio robo “menor” organizado necesariamente en los barrios por bandas internas de la propia Policía.
Dentro de la fuerza también hay luchas intestinas por quiénes dominan los distintos “kiosquitos”. Esto se puede percibir sobre todo cuando se realizan cambios en las cúpulas policiales e incluso en casos resonantes como los robos a cajeros automáticos o amenazas y atentados públicos entre los propios integrantes.
Basta leer los diarios provinciales y hacer una lectura no ingenua entrelíneas para tener un panorama general del estado de situación. Como si esto no fuera suficiente, cada tanto también se cola la propia interna del PJ para condimentar más un manjar de corruptela donde están involucrados jueces y funcionarios políticos de casi todos los sectores políticos.
En noviembre del año pasado la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) difundió el archivo de casos de personas asesinadas por policías en el país. Datos escalofriantes arrojó la investigación: desde el regreso al régimen constitucional en 1983 se registraron 4.644 asesinatos por las fuerzas policiales, de los cuales 3.070 pertenecen a los doce años de gobierno kirchnerista. El 52 % de los casos corresponden a jóvenes de hasta 25 años de edad y el 57 % se dio en manos de las policías provinciales.
En este sentido, siempre de acuerdo al estudio difundido en noviembre pasado, si se toma el índice por millón de habitantes, Chubut ocupa el cuarto lugar en este siniestro ranking nacional, con 69 asesinatos en manos de la policía provincial desde 1983 hasta la fecha citada.
La desaparición forzada de Iván Torres en 2003, bajo el gobierno del radical José Luis Lizurume; el asesinato de Julián Antillanca en 2010 durante la segunda gestión dasnevista; la violación en la Comisaría Segunda de Trelew de Maximiliano Almonacid en 2012, al comienzo de la gestión de Martín Buzzi; son tan sólo algunos de los casos más resonantes de los últimos años sobre el atroz accionar policial en la provincia.
Como se observa, la cuestión no se reduce a una gestión en particular, sino que las atraviesa a todas.
En estos momentos se está llevando a cabo en los tribunales de Trelew un juicio a tres policías por la salvaje golpiza que le propinaron a la familia Torres en mayo de 2014 en el barrio INTA. Al igual que los casos anteriores, siempre se está hablando de víctimas de los sectores populares.
Mientras todo ello sucede, en Chubut el funcionario con más alto sueldo es, casualmente o no, el jefe de la Policía, Juan Ale.